La iniciativa no está centrada en «detener o echar atrás los barcos de los refugiados», sino en vigilar «para ayudar a combatir el tráfico de seres humanos y las redes criminales». El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, anunció el jueves que la agrupación naval permanente número dos, en misión en el Mediterráneo, se […]
La iniciativa no está centrada en «detener o echar atrás los barcos de los refugiados», sino en vigilar «para ayudar a combatir el tráfico de seres humanos y las redes criminales».
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, anunció el jueves que la agrupación naval permanente número dos, en misión en el Mediterráneo, se desplazará «sin demora» al mar Egeo para iniciar labores de vigilancia del tráfico de refugiados, tras la petición de Alemania, Turquía y Grecia.
«Acabamos de acordar que la OTAN dará apoyo para asistir en la crisis de inmigrantes y refugiados», dijo Stoltenberg en una rueda de prensa en la segunda jornada de una reunión de los ministros de Defensa aliados. Señaló que esos buques de la OTAN, actualmente bajo comandancia alemana, trabajarán en cooperación con los guardacostas griegos y turcos y con Frontex, la agencia de control de fronteras exteriores de la Unión Europea (UE).
El político noruego señaló que el objetivo es «participar en los esfuerzos internacionales para contener el tráfico ilegal y la inmigración ilegal en el Mediterráneo». Esta agrupación naval consta de tres buques (turco, alemán y canadiense) aunque varios aliados ya han anunciado que están dispuestos a reforzar su composición, «por lo que espero que se vea incrementada en un futuro cercano», apuntó.
Precisó que a la agrupación naval de la OTAN que está desplegada actualmente en la región, «se le encargará llevar a cabo reconocimiento y vigilancia de los cruces ilegales del mar Egeo, en cooperación con las autoridades relevantes», así como «establecer un vínculo directo con Frontex».
«Como parte del acuerdo, las fuerzas armadas de Turquía y Grecia no operarán en las aguas territoriales del otro», añadió.
Según dijo, el comandante supremo de la OTAN para Europa (SACEUR), el general estadounidense Philip Breedlove, está indicando ahora a esa agrupación marítima «que se desplace al Egeo sin demora y empezar actividades de vigilancia marítima».
Stoltenberg afirmó que esta iniciativa no está centrada en «detener o echar atrás los barcos de los refugiados», sino en «contribuir con información crítica y vigilancia para ayudar a combatir el tráfico de seres humanos y las redes criminales».
Señaló que la OTAN llevará a cabo esta tarea «en cooperación con los guardacostas nacionales y en estrecho trabajo con la Unión Europea».
Además, Stoltenberg aseguró que han decidido «intensificar la inteligencia, vigilancia y reconocimiento en la frontera turco-siria». «Turquía está en primera línea de esta crisis», indicó, y agregó que estos esfuerzos complementan las medidas de la OTAN para dar seguridad a ese país decididas en diciembre. En su opinión, es «importante responder rápidamente porque esta crisis nos afecta a todos».
Stoltenberg añadió que los buques de la OTAN empezarán «con efecto inmediato» a recabar información «esencial» para los guardacostas de Turquía y Grecia y «para otras autoridades», y que entonces «tendremos que trabajar para clarificar algunos asuntos formales en lo que se refiere a compartir información con Frontex».
Reservas de Grecia
El jefe de la delegación griega en la Asamblea Parlamentaria de la OTAN, Jristos Karagiannidis, señaló que «no está claro cuál es exactamente el papel de una organización puramente militar como la OTAN, para hacer frente a una crisis humanitaria como la que estamos viviendo en el Egeo».
El diputado griego rechazó el uso de vaguedades y terminología militar, tales como «combatir» la ola de refugiados o la «lucha» contra los traficantes, y señaló que «incluso si la intervención de la OTAN se limita a las aguas territoriales de Turquía, solo traerá nuevas víctimas mortales».
También ayer, el Comisario Europeo de Migración, el griego Dimitris Avramopulos, subrayó que la Unión Europea no pidió ayuda a la alianza militar pues «no vemos ninguna amenaza, simplemente estamos hablando de seres humanos», y recordó que cualquier decisión de este tipo deberá ser discutida y aprobado por la UE.
No lo vio así la ministra de Defensa alemana, Ursula von der Leyen, quien al término del encuentro en Bruselas explicó que la operación naval en el Egeo, «para controlar los flujos de refugiados y hacer frente a los traficantes», debe comenzar «tan pronto como sea posible».
A su vez, el viceministro griego de Política Migratoria, Yanis Muzalas, señaló como causante de la crisis al hecho de que los países donantes cortaran drásticamente sus ayudas a los campos de refugiados en Jordania, Líbano, Turquía.
Ello condujo a que «en enero de 2015 se redujera a un cuarto la cobertura del Programa Mundial de Alimentos y se cerraran escuelas en los campamentos, dejando a 750 mil niños sin escolarización».
Muzalas añadió que, en comparación con el año pasado, «el incremento en la llegada de refugiados fue del 1.900%».