La Resistencia hondureña rechazó las reformas constitucionales aprobadas en los días pasados por el Congreso Nacional, considerándolas una medida más para aparentar una apertura democrática en el país y legitimar al régimen de Porfirio Lobo. También anunció el desarrollo de una intensa actividad asemblearia en todo el país, en vista de su Asamblea General a […]
La Resistencia hondureña rechazó las reformas constitucionales aprobadas en los días pasados por el Congreso Nacional, considerándolas una medida más para aparentar una apertura democrática en el país y legitimar al régimen de Porfirio Lobo. También anunció el desarrollo de una intensa actividad asemblearia en todo el país, en vista de su Asamblea General a desarrollarse el próximo 26 de febrero.
El FNRP (Frente Nacional de Resistencia Popular) sentó hoy (19/1) su posición acerca de las reformas constitucionales, con las que 103 diputados ampliaron la figura del plebiscito y referéndum, eliminando muchas de las restricciones legales que de hecho hacián imposible su aplicación.
En un comunicado dado a conocer en conferencia de prensa, la Resistencia hondureña consideró que con la reforma del artículo 5 de la Constitución los diputados intentan dar un rostro «de apertura y democracia al régimen y mediatizar el reclamo de una Constituyente originaria».
Con esa campaña propagandística se pretendería mostrar las reformas como si fueran un éxito de la participación y voluntad popular, ocultando al mismo tiempo «las restricciones con que se llevarían a cabo las propuestas del pueblo», omitiendo los fraudes que podrán montar si se utiliza «la misma estructura corrupta del TSE (Tribunal Supremo Electoral) para la consulta popular», continúa el comunicado.
Según el FNRP, estas reformas representan al mismo tiempo «el reconocimiento obligado de un derecho inalienable del pueblo a participar, a opinar, a ser consultado, a tener voz y voto en la vida de la nación», y también «una rendición de la oligarquía frente a la justicia de los argumentos de la Resistencia».
De esa manera, los golpistas estarían aceptando la ilegalidad del golpe de Estado contra el gobierno de Manuel Zelaya, derrocado con la fuerza de las armas en junio del 2009.
El comunicado señaló también que los reales objetivos de la Resistencia son «la refundación de Honduras a través de una Asamblea Nacional Constituyente originaria, popular y participativa», así como la construcción de un Estado de derecho «que garantice el bienestar de todas y todos, y nos permita una sociedad verdaderamente democrática e incluyente».
Para el FNRP sería ésta la única salida «para la instauración de un pacto social que permita las transformaciones estructurales que requiere nuestra sociedad en crisis».
Derechos violados
Durante la actividad tomó la palabra la coordinadora del COFADEH (Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras), Bertha Oliva, quien rindió un informe sobre las violaciones de los derechos humanos en Honduras.
Según el COFADEH, fueron 4.234 las violaciones a los derechos humanos registradas durante los primeros seis meses del golpe y 1.071 las que se dieron durante el primer semestre del gobierno Lobo. Además, Oliva denunció la existencia de una política represiva en contra de las mujeres.
«Durante el golpe registramos 253 violaciones graves contra mujeres, mientras que durante el primer trimestre del gobierno de Porfirio Lobo fueron 119 las violaciones», con un aumento del 9 por ciento con respecto a los datos totales del 2009.
«Esos datos confirman la reiterada y elevada violación de los derechos humanos y desmiente a los que dicen que en Honduras no existe una política criminal de Estado», aseveró Oliva.
Finalmente, el comunicado del FNRP advirtió que «mientras la oligarquía usa el derecho a la participación del pueblo como un lema para mejorar el perfil de futuros candidatos presidenciales, y como un señuelo para negarle la tierra a los campesinos, para municipalizar y privatizar la escuela publica, para ocultar los asesinatos, los crímenes y la persecución contra los miembros de la Resistencia, nosotros continuamos en la construcción de poder popular a través de la organización, la formación y la movilización».
La actividad terminó con las palabras de la también integrante del Comité Político del FNRP, Gloria Oquelí. La diputada parlacénica recordó que en Honduras «hubo un golpe militar de Estado, se rompió el orden constitucional, se siguen violando los derechos humanos y vivimos en la absoluta impunidad. El pueblo -continuó Oquelí- exige una Asamblea Constituyente originaria y la bandera del Frente de Resistencia se construye con el pueblo mismo, recogiendo sus anhelos».
Oquelí dijo también que el régimen no quiere ver la Resistencia, sin embargo «aquí estamos, existimos, somos y seremos propuesta para el pueblo. No queremos maquillaje. Estamos cansados de ropajes nuevos en cuerpos viejos y putrefactos. La institucionalidad se vino abajo, está colapsada y es un Estado fallido. Lo que el pueblo quiere es la refundación», concluyó la dirigente del FNRP.
El próximo 26 de febrero la Resistencia celebrará su Asamblea General. Para esta importante cita está desarrollando asambleas en todo el país, «para fortalecer la unidad en la diversidad de nuestras fuerzas y establecer una estrategia de lucha política que se convierta en la propuesta para el retorno a la democracia», concluye el comunicado.
Fuente: http://nicaraguaymasespanol.