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Los engendros golpistas del imperialismo

Fuentes: Rebelión

El reciente nombramiento de Hugo Llorens como asesor del nuevo gobierno hondureño entre las políticas de Washington y Honduras, es una prueba que los actores del golpe de Estado de 2009 se mantienen más fuertes que nunca.

Este aparente dominio del imperialismo, es muy probable que haya utilizado a sus engendros politiqueros en los adentros de la Otrora Organización de los Estados Americanos OEA y los que mantiene trabajando en los adentros del submundo de la política hondureña.

El golpe de Estado de 2009 fue directamente a la población de Honduras, a esas mayorías explotadas por el capital transnacional, puesto que el Estado es una sociedad humana establecida en el territorio que le pertenece.

Washington sigue embistiendo con su política exterior en el triángulo norte de Centroamérica.

Honduras mantiene su vigencia como país experimento de injerencia imperial sobre este nuevo gobierno, que se encuentra minado de todo el escenario escarnecedor del golpe de Estado de 2009 y de las bestias asesinas vestidas de militar.

Los empresarios que pertenecen a una burguesía clásica, acostumbrada a negociar con cada gobierno imperial de los Estados Unidos, son los mismos que hace 13 años vestidos de blanco en las calles, gritaban condenando una supuesta injerencia de Venezuela que nunca ocurrió y nunca ocurrirá.

Muchos de estos empresarios en el presente corean al unísono la llegada del nuevo gobierno como una nueva oportunidad, de recobrar un país saqueado y torturado, en todos los sentidos, como producto de la Narco-Dictadura que, durante 12 años, ellos mismos aplaudían en sus aquelarres del poder fáctico.

A esto se suma la joven oligarquía que fue engendrada y alimentada en el bastión de la mafia que lideró el gobierno saliente, cuyo líder se encuentra privado de libertad en una cárcel de Nueva York.

Tanto la clásica burguesía, como la recién nacida de una mafia reconocida públicamente, son engendros del golpismo que rondan como hienas carroñeras para seguir mutilando el Estado de Honduras.

El reciente nombramiento de Hugo Llorens como asesor del nuevo gobierno hondureño entre las políticas de Washington y Honduras, es una prueba que los actores del golpe de Estado de 2009 se mantienen más fuertes que nunca.

Llorens fungía como embajador de los Estados Unidos en 2009, cuando en Honduras se asestó un golpe de Estado, político, militar, empresarial y religioso apoyado por el departamento de Estado en Washington DC en el gobierno de Barak Obama.

Para ese entonces el vicepresidente de la nación norteamericana era Joe Biden, actual presidente de este país, y cuya llegada al poder del gobierno ha sido cuestionada por una fuerte población estadounidense, que señalan de ilegal.

Todo apunta a que el nuevo gobierno de Honduras, presidido por Xiomara Castro quien es esposa del ex presidente José Manuel Zelaya, está condicionado para gobernar, puesto que los actores del golpismo aún mantienen sus dinámicas de poder.

Otro factor que convierte estas dinámicas en dispositivos de poder, podría ser el acuerdo de Cartagena de Indias firmado en Colombia en abril de 2011.

A este acuerdo le llamaron; Acuerdo para la Reconciliación Nacional y la Consolidación del Sistema Democrático en la República de Honduras.

Este documento garantizó el regreso del ex mandatario José Manuel Zelaya a Honduras ya que, para ese entonces, estaba en el exilio y el mismo fue firmado por el ex presidente de facto de Honduras, Porfirio Lobo Sosa, el ex presidente de Colombia, José Manuel Santos y el ahora fallecido ex presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

Sin embargo, hubo una posible fuerte influencia no oficial y no publicada de la inteligencia invisible del departamento de Estado, de los Estados Unidos de América.

Este aparente dominio del imperialismo, es muy probable que haya utilizado a sus engendros politiqueros en los adentros de la Otrora Organización de los Estados Americanos OEA y los que mantiene trabajando en los adentros del submundo de la política hondureña.

La firma del acuerdo de Cartagena de Indias no hizo mermar la violación de derechos humanos en Honduras, ni debilitó la dictadura que ya estaba instalada, al contrario, se fortaleció el crimen organizado que pronto daría un salto a la involución de la Narco-Dictadura que recién surgía en 2011.

La interminable sed de injerencia imperial en el país experimento, Honduras puede radicar en lo que verdaderamente propició el golpe de Estado en 2009. Ya el expresidente José Manuel Zelaya lo mencionó en medios internacionales, cuando se encontraba pidiendo auxilio internacional.

Para ese entonces, Zelaya hizo público que el motivo de la asonada castrense fue la disputa del poder, para controlar el fuerte yacimiento de petróleo, que se encuentra en el caribe de Honduras y que su gobierno ya había contratado a una compañía holandesa para la exploración de ese rico yacimiento petrolífero, que podría suministrar a toda Centroamérica.

En varias entrevistas para la prensa internacional en 2009 y 2010, Zelaya aseguró que los estudios de esos yacimientos, quedaron en poder del presidente de facto Roberto Micheletti, quien nunca habló sobre ese tema, sin embargo, el ex presidente José Manuel Zelaya tampoco volvió a referirse al mismo.

Este misterio de los ricos yacimientos de petróleo es una fuerte causante para que Washington y sus engendros imperiales, se mantengan diseñando sus experimentos de injerencia en la región latinoamericana, con el fin de mantener su hegemonía mundial sobre el triángulo norte con el apetecido oro negro.

En relación a ello el actual gobierno de la presidente Xiomara Castro, tampoco ha hecho referencia sobre estos yacimientos de petróleo en el caribe hondureño y recibe fuertes ataques de críticas de la “prensa” corporativa de Honduras, cuyos dueños son los mismos engendros que negocian con Washington.

Por otra parte, a ocho meses de haber iniciado un nuevo gobierno en esta nación centroamericana, es visible la infiltración de opositores dentro de las estructuras del partido de gobierno y de la alianza política que crearon para obtener el poder del ejecutivo.

Un famoso presentador de televisión, más cercano a la farándula que a la política, en poco tiempo se ha convertido en un fuerte opositor de la propia alianza política a la que él pertenece.

Salvador Nasralla, es el nombre de este personaje televisivo que en noviembre de 2017 visitó el departamento de Estado en Washington DC, para denunciar el fraude electoral que él aducía haber sido víctima, pero que ahora contradice su discurso y ataca a los que en algún momento defendió.

Estos hechos son solo algunos, que confirman la aberración política por la que aún sufre este Estado centroamericano y mantiene en una perenne crisis a sus habitantes, que, según la experta de la Organización de las Naciones Unidas ONU, Ana Ortega quien ha tenido la oportunidad de hablar con los inmigrantes que huyen de Honduras, le dicen: “Más sufrimos cuando nuestros platos se quedan vacíos. Vamos por necesidad”.

Ante ello la articulación del movimiento en Honduras es una vía de emancipación real, unificando a los pueblos nativos, afrodescendientes u originarios, campesinos, estudiantes colegiales y universitarios, docentes y todo aquel que busque justicia para que esta tierra dominada por estos engendros imperiales, sea liberada, sin la dependencia de un poder político, que solo aspira el control gubernamental.

La reciente visita de algunas delegaciones de los pueblos pluriculturales de Honduras a lo que ahora llaman el Centro Cívico Gubernamental, sólo demostró la legitimación de un poder que desconoce el hambre y la lucha que por más de quinientos años ha enfrentado la pluriculturalidad hondureña.

Cuando esta fuerza de pueblos se entere que ellos son el verdadero poder, a través de su histórica unificación popular, comenzará a deslegitimar a estos politiqueros y engendros imperiales y se dará el primer paso verdadero para que el futuro de la emancipación, esté más cerca.  

Ronnie Huete-Salgado es licenciado en periodismo con Maestría en Cooperación al Desarrollo y elaboración de proyectos, estudió presencial en la Universidad Politécnica de Valencia, España y en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras UNAH en donde también realizó estudios de sociología, actualmente es corresponsal internacional para medios alternativos y autónomos de comunicación. En el presente vive como asilado político en los Estados Unidos de América desde hace cinco años.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.