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Los médicos suspenden totalmente la alimentación artificial a Englaro

Fuentes: Gara

El equipo médico que ayuda a morir a Eluana Englaro suspendió ayer totalmente la alimentación e hidratación artificial a esta mujer que permanece en estado vegetativo desde 1992, mientras Silvio Berlusconi acusaba de «crueldad» a los doctores.

El equipo de médicos voluntarios que asisten estos días en la clínica Quiete de Udine a Eluana Englaro, la mujer italiana de 38 años que se encuentra en estado vegetativo desde que sufriera un accidente de tráfico en enero de 1992, decidió ayer adelantar el proceso de desconexión y suspender definitivamente la alimentación e hidratación artificial que la han mantenido con vida los últimos 17 años.

Con la suspensión total, los médicos habrían adelantado los tiempos previstos en el protocolo, ya que en un primer momento se había anunciado una retirada progresiva. El viernes se inició el proceso, al reducir en un 50% los alimentos y líquidos que le estaban siendo suministrados a Eluana.

A partir de ahora, el protocolo médico consistirá en administrar a la mujer sólo sedativos y antiepilépticos, mientras se espera su muerte, que según los expertos puede llegar en unos quince días.

La retirada total de la sonda llegó después de que el Ejecutivo presidido por Silvio Berlusconi anunciase la presentación de un proyecto de ley para detener la muerte de Eluana Englaro, que se presentará mañana a Parlamento y se intentará aprobar en un plazo récord de dos o tres días. Sin embargo, el Senado iniciará hoy en comisión el debate de este proyecto de ley, pero la división en la clase política no permitirá sacarlo adelante y deberá ser llevado a pleno, probablemente el martes.

Fase irrecuperable

El diario «Il Corriere della Sera» indicaba ayer que es posible que la norma esté aprobada por el Senado el 14 de febrero, pero todavía deberá pasar por la Cámara de Diputados, y entonces Eluana Englaro, que se ha convertido en símbolo de la lucha por el derecho a morir, llevaría ocho días sin recibir alimentación y, según los médicos, habría entrado tres días antes en una fase irrecuperable.

Por lo tanto, el tiempo corre en contra del primer ministro Berlusconi, quien ayer arremetió contra los médicos que atienden a Englaro. Tras afirmar que, según sus datos, el 50% de las personas en coma despierta, señaló que «francamente, no entiendo cómo profesionales que están llamados a salvar vidas humanas pueden comprometerse a realizar una acción de este tipo, que lleva a la muerte con crueldad, al privar al organismo de comida y agua», y dijo estar «sorprendido» por la «prisa» con la que han actuado.

La opción del proyecto de ley llegó después de que el presidente de la República, Giorgio Napolitano, rechazara firmar un decreto urgente con el que el Gobierno de Berlusconi pretendía detener el proceso y revocar una decisión judicial firme, la adoptada en noviembre por el Tribunal de Casación que autorizó a su familia, después de diez años de batalla legal, interrumpir la alimentación a su hija.

Respecto a la decisión de Napolitano, Berlusconi manifestó que «esperaba que la Presidencia de la República superase los hechos jurídicos (…) y considerase que el decreto había sido aprobado para salvar una vida».

«dignidad»

El papa Benedicto XVI pidió ayer defender «con vigor la absoluta y suprema dignidad de cualquier vida humana (…) también cuando es débil y está envuelta en el misterio del sufrimiento» en su mensaje para la Jornada Mundial del Enfermo, que se celebra el día 11.

El padre de Eluana Englaro califica de «tortura inhumana» la situación legal en torno a su hija

Giuseppe Englaro, padre de Eluana, calificó de «tortura inhumana» la situación legal que se ha creado en torno al caso de su hija.

En varias declaraciones publicadas ayer por los medios de comunicación, aseguró que soporta esta situación sólo porque sabe que con la suspensión de la alimentación y la hidratación artificial se respeta la voluntad de su hija.

Englaro admitió la víspera estar «conmocionado» por lo que estaba sucediendo, al referirse al decreto urgente del Gobierno para detener la muerte de Eluana, y que finalmente no ratificó el presidente, Giorgio Napolitano.

Según su padre, Eluana, de 38 años y en estado vegetativo desde hace diecisiete, había expresado siempre su voluntad de que se le permitiera morir si se producía uno de estos casos.

«Si los médicos la hubieran dejado morir como ella habría deseado cuando nos dijeron que no había esperanza, no tendríamos ahora que revivir continuamente el drama de la muerte de nuestra hija», añadió.

Aseguró que continuarán adelante con el proceso de acompañamiento a la muerte de Eluana porque tienen «la razón del derecho» de su parte.