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Trabajadores del transporte, empleados de los sectores privado y público, médicos y maestros acompañaron a los jóvenes griegos

Más sectores se suman a las protestas en Grecia por el asesinato de adolescente

Fuentes: Dpa y Afp

 Trabajadores del transporte, empleados de los sectores privado y público, médicos y maestros acompañaron hoy el decimotercer día de protestas de jóvenes griegos que reclaman justicia por la muerte de un adolescente -a manos de un policía de la capital- y una reforma en los servicios de seguridad pública. Los paros obligaron a cancelar numerosos […]

 Trabajadores del transporte, empleados de los sectores privado y público, médicos y maestros acompañaron hoy el decimotercer día de protestas de jóvenes griegos que reclaman justicia por la muerte de un adolescente -a manos de un policía de la capital- y una reforma en los servicios de seguridad pública.

Los paros obligaron a cancelar numerosos vuelos en aeropuertos del país y a cerrar oficinas públicas, escuelas y algunos servicios médicos, no obstante que el nivel de apoyo fue menor que el registrado en una huelga general de 24 horas realizada la semana pasada.

«No nos detendremos porque sea Navidad. Continuaremos e intensificaremos nuestras protestas el próximo año», anunció Stathis Anestis, portavoz de la federación sindical del sector privado, durante la marcha de este jueves en el centro de Atenas, que congregó a unas 7 mil personas que piden el esclarecimiento de la muerte de Alexandros Grigoropoulos, de 15 años, el sábado 6 de diciembre en el barrio Exarchia, reconocido por la politización de sus habitantes.

Nuevamente circuló la versión de «fuentes policiales» de que el adolescente murió por el impacto de una bala que tenía residuos de silicio, lo que indicaría que el disparo del policía no llegó directamente al cuerpo de Grigoropoulos y confirmaría la afirmación del uniformado ateniense, actualmente preso en tanto se concluye la investigación oficial.

Según esta versión, el proyectil chocó en una bola de óxido de silicio que separa las calles peatonales de las vías para los automóviles, y rebotó impactando directamente el corazón del joven.

«Abajo con el gobierno de sangre, pobreza y privatizaciones», señalaba una de las pancartas que llevaban los manifestantes, que también expresan su disgusto por las políticas aplicadas por el gobierno conservador encabezado por el premier Costas Caramanlis.

El transporte en la capital griega quedó paralizado y el paro de sindicalistas del transporte, la educación y los sectores privado y público también se extendió a Salónica, la segunda ciudad del país.

La mayor parte de la marcha se realizó pacíficamente, pero cerca de 300 personas se desprendieron de la manifestación y lanzaron bombas molotov contra la policía. Algunos intentaron romper ventanas de dos hoteles de lujo y arrojaron piedras y bolas a la policía.

Los agentes policiales antidisturbios intentaron disolver los disturbios con gas lacrimógeno.

Una situación de tensión se vivió en Peristeri, oeste de Atenas, cuando un estudiante de secundaria recibió un impacto de bala que sólo le hirió en una muñeca. Se desconoce quien disparó el arma.

«No sólo la policía lleva armas», dijo el vocero oficial Panagiotis Stathis, quien rechazó cualquier vínculo con los agentes.