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India

Modi, en sintonía con Trump

Fuentes: Rebelión

Mientras el mundo ha quedado expectante en espera de la resolución de la crisis entre Irán y los Estados Unidos, tras el magnicidio contra el general Qassem Soleimani, donde todas las cartas están sobre la mesa, (Ver: Qassem Suleimani ¿quién detendrá a la muerte?), el Primer Ministro indio Narendra Modi, en procura de distraer a […]

Mientras el mundo ha quedado expectante en espera de la resolución de la crisis entre Irán y los Estados Unidos, tras el magnicidio contra el general Qassem Soleimani, donde todas las cartas están sobre la mesa, (Ver: Qassem Suleimani ¿quién detendrá a la muerte?), el Primer Ministro indio Narendra Modi, en procura de distraer a la opinión publica de su país y la internacional, para avanzar sobre la Ley de Enmienda de Ciudadanía (CAA), con la previa elaboración de un Registro Nacional de Ciudadanos (NRC), que censo a toda la población, registrando particularmente a los no hindúes.

Dicha enmienda intenta modificar ley de ciudadanía vigente desde 1955, en la que prohibía a los migrantes ilegales solicitar la ciudadanía, para lo que ahora se permitirá que inmigrantes provenientes de Pakistán, Afganistán o Bangladesh, de origen hindú, sijs, budistas, jainistas, parsis y cristianos, los que podrían ser perseguidos en esas naciones, de inmensas mayorías musulmanas, pueden tramitar la ciudadanía india, por lo que tendrán que demostrar que pertenecen a alguna las minorías referidas, de los que esta excluidos los rohingyas, refugiados del Tíbet y de Sri Lanka.

Esta enmienda, no ha sido pensada para recibir nuevos migrantes extranjeros, sino y fundamentalmente , para dejar sin identidad a miles de ciudadanos musulmanes, que a pesar de haber nacido en el país, e incluso muchos de ellos de provenir de familias radicadas hace varias generaciones en India, no podrán acreditar su origen indio, dada los precarias condiciones o el desconocimiento de esa obligación por parte de los pobladores de muchas áreas rurales aisladas en lo profundo del país, para que pudieran registrar el nacimiento de sus hijos. Por lo que a partir de la vigencia la CAA, puedan ser expulsados del país, sin más trámite y al libre arbitrio de las autoridades de Nueva Delhi.

Cómo lo hemos destacado (Ver: «India, entre la guerra civil o el genocidio») la articulación de la ley ha recalentado la ya muy conflictiva relación entre la comunidad musulmana, unos 200 millones de ciudadanos, y el gobierno ultra nacionalista del gobernante el Bharatiya Janata Party (BJP), produciendo centenares de importantes manifestaciones en diferentes puntos del país, en las que ya produjeron al menos 22 muertos, cientos de heridos y miles de detenidos.

Como un asaltante nocturno, apelado a la distracción internacional atenta a la nueva crisis de Medio Oriente, Modi sigue generando nuevos factores de conflictividad contra la población musulmana, desempolvando ahora un antiguo conflicto con Bangladesh, un país de cerca de 170 millones de habitantes, cuyo 90 por ciento es musulmán y casi un 7% profesa el hinduismo, la mayoría religiosa de la India, con la que comprarte una de las fronteras más extensas del mundo: 4.156 kilómetros.

Las relaciones entre Nueva Delhi y Dhaka, siempre han estado rodeada de los intereses particulares indios, durante su guerra independentista de Pakistán (1971) contó con el apoyo de la Primera Ministra Indira Gandhi, quien se involucró de manera decisiva, en el contexto de las siempre complejas y tensas relaciones que ambas naciones han mantenido desde la partición en 1947 hasta hoy, ahora ambas potencia nucleares, que no estuvieron exentas de guerras 1947, 1965, 1971 los que se les suman incontables roces fronterizos en la región de Cachemira la última de estas periódicas crisis se produjo en febrero de 2019, alcanzado una escalada que los puso al borde de una nueva guerra

Durante el conflicto entre Pakistán Oriental, hoy Bangladesh, y Pakistán Occidental, la injerencia india fue absoluta a lo largo de los casi diez meses que duró la guerra. Indira ordenó la apertura de las fronteras para recibir a la población civil estableciendo campos de refugiados en los Estados de Bengala Occidental, Bihar Assam, Megalaya y Tripura Los que fueron utilizados por India y el alto mando del ejército de Pakistán Oriental, para reclutar y dar entrenamiento a las futuras milicias del Mukti Bahini en bengalí, «Luchadores por la Libertad», una organización paramilitar creada por la agencia exterior de la inteligencia india el RAW (Ala de Investigación y Análisis), que ya operaba en Pakistán Oriental, atacando contra intereses de Islamabad.

El Mukti Bahini, utilizó el terror, el asesinato, la tortura y las violaciones masivas como un arma de guerra, se cree que cerca de 400 mil mujeres fueron violadas por sus milicianos en aquel año y que entre 100 y 150 mil Biharis, una etnia minoritaria también conocida como «pakistaníes varados», fueron asesinados en ese mismo tiempo.

India llegó a recibir cerca de 10 millones de bangladesís, de los que muchos jamás retornaron a su país y cuyos descendientes, junto a otros millones de musulmanes indios hoy están amenazados por la aplicación de la CAA, en muchos lugares de India el término bangladesí se asocia a inmigrante ilegal.

Bangladesh una buena excusa

En el actual contexto de India, a la Primer Ministro bangladesí, Sheikh Hasina, no le está siendo sencillo, mantener una postura demasiado diplomática y a la vez sostener el aumento de las voces anti indias de su país, que han tratado de «blanda» a Hasina, por sus acciones ante el gobierno de Modi.

A pesar de que antes que se apruebe la enmienda el pasado 11 de diciembre ya el ministro de Relaciones Exteriores de Bangladesh, AK Abdul Momen, y el ministro del Interior, Asaduzzaman Khan, había cancelado sus viajes programados con anterioridad a la India. Delhi, no quizá escuchar ese mensaje por lo que el portavoz de su Ministerio de Asuntos Exteriores dijo que «que las cancelaciones y la promulgación de la CAA no estaban vinculadas».

El primer día de este año, las autoridades de Bangladesh ordenaron a sus cuatro operadores de telecomunicaciones móviles, clausurar sus redes a lo largo de la frontera, argumentando que se hacía por «por la seguridad del país, dadas las circunstancias actuales», aunque la decisión duró apenas 18 horas, ya que Dhaka volvió a restablecer las comunicaciones, por temor a profundizar la grieta con Nueva Delhi, aunque funcionarios del gobierno interpretaron que el mensaje había sido escuchado por India y que era evidente que la CAA, ya no era una cuestión interna de su vecino.

Mientras tanto se ha conocido que el gobierno de Bangladesh, ha exigido a India, un documento en el que se comprometiera a «no enviar inmigrantes a través de la frontera» después de la promulgación de la CAA, a lo que India no ha respondido hasta ahora.

La preocupación de Dhaka radica que solo en uno, Assam, de los cinco estados indios que tiene frontera con Bangladesh, se ha conocido que tras el censo del 30 de agosto, o NRC, fueron excluidos de la nacionalidad india, casi dos millones de personas. Lo que sería imposible para Bangladesh, que ya cargar con el poco más de millón de Rohingyas que escapando del genocidio birmano, ingresaron por la frontera oriental en los últimos tres años.

Para agregar más inquietud en la tensa frontera india- bangladesí, se ha conocido que un confuso episodio tuvo lugar en un puesto de la Fuerza de Seguridad Fronteriza (BSF) en Meghalaya, (India) a unos cinco kilómetros de la frontera, en el que según fuentes indias, un grupo no identificado de uso 15 bangladesí, atacaron a dos jawans (gendarmes) de la BSF a los que tras golpear, se les substrajo el armamento, el que fue encontrado horas después en un bosque cercano. Otro grupo también habría saqueado de un vecino de Meghalaya, a quien robaron dinero, teléfonos móviles y una pistola.

Este episodio en apariencia intrascendente tiene un antecedente producido diez días antes en el mismo sector, cuando otro grupo no identificado atacó un automóvil tras lo que escaparon con algunas pertenencias de los ocupantes.

Si bien estos hechos son insignificantes, frente a las horas que se viven en Medio Oriente, marcan claramente cuáles son las políticas de Modi, respecto a sus vecinos musulmanes, lo que podría generar un conflicto en sintonía a lo que Trump quiere desatar en el Golfo Pérsico.

Guadi Calvo es escritor y periodista argentino. Analista Internacional especializado en África, Medio Oriente y Asia Central. En Facebook: https://www.facebook.com/lineainternacionalGC.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.