Pese a la firma de un convenio entre el Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA) y el gobierno, el pasado mes de abril 2010, no ha parado la campaña intimidatoria y de desprestigio por parte del productor palmero Miguel Facussé. No obstante, miles de familias campesinas siguen luchando por una vida digna y el acceso […]
Pese a la firma de un convenio entre el Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA) y el gobierno, el pasado mes de abril 2010, no ha parado la campaña intimidatoria y de desprestigio por parte del productor palmero Miguel Facussé. No obstante, miles de familias campesinas siguen luchando por una vida digna y el acceso a la tierra, derechos fundamentales del ser humano.
En mayo de 2010 el Instituto Nacional Agrario (INA) entregó al MUCA las primeras 3 mil hectáreas, de las 11 mil que prevé el convenio firmado con el gobierno.
Más de 2.500 familias campesinas se reubicaron en 6 fincas. Pese a las dificultades y las precarias condiciones de vida, levantaron sus tiendas de campo, comenzaron a darle mantenimiento a las plantaciones de palma africana y a cosechar su fruta, organizaron centros escolares y servicios médicos.
En la finca La Confianza, en la margen derecha del Río Aguán, alrededor de 2.500 personas trabajan activamente para la realización de su sueño. Tractores cargados de fruta de palma salen hacia la planta extractora Salamá, propiedad de otros grupos campesinos.
El recavado sirve para comprar alimentos y medicinas, para paliar la difícil situación en la que viven. Un proceso incipiente que esperan poder profundizar una vez que se hayan cumplido todos los puntos del convenio.
La esperanza de poder recuperar las tierras que les fueron ilegalmente usurpadas por los terratenientes sin escrúpulos, comienza a ser una realidad. Sin embargo, la estrategia mediática y represiva contra este proyecto no ha descansado un sólo día.
«El acuerdo prevé la entrega de 3 mil hectáreas de tierras cultivadas. Después de una atenta investigación, juntos con los técnicos del INA, el estudio reveló que ya se está violentando el acuerdo mismo», dijo a Sirel el dirigente del MUCA, Yoni Rivas.
Según ese estudio, de las 3 mil hectáreas entregadas, sólo 1.704 están cultivadas. De ellas 526 son de área agrícola sin palma, 79 son de laguna, 15 hectáreas están destinadas al tendido eléctrico y 683 son no aptas para el cultivo.
«Hemos solicitado una reunión urgente con el presidente Porfirio Lobo, para dejar en claro que no estamos ocupando las 3 mil hectáreas cultivadas.
Además -continuó Rivas – el 17 de julio se vence el plazo para la entrega de las otras 3 mil hectáreas de tierras no cultivables, y para brindar el informe sobre el estudio técnico-jurídico acerca del sobre techo», es decir de las tierras que los terratenientes se adueñaron sin tener autorización del Ministerio de Agricultura.
Según los acuerdos firmados en la ciudad de Trujillo, toda la tierra en manos de los empresarios palmeros Miguel Facussé, René Morales y Reinaldo Canales, que constituye sobre techo será entregada a los miembros del MUCA.
Otro punto que deberá ser revisado atentamente es el precio que el empresario Miguel Facussé quiere ponerle a estas tierras.
«Facussé pretende vender las tierras a 39,5 millones de dólares, más de 13 mil dólares por hectárea, lo cual es absurdo», dijo Rivas.
Los datos del estudio agronómico realizado por los técnicos del INA arrojan un valor de mercado de 14,8 millones, mientras que el MUCA está dispuesto a pagar 9,4 millones.
«Según nuestros cálculos -continuó el dirigente campesino-, el precio de cada hectárea depende de muchos factores, como la edad de la plantación, su ubicación y el estado en que se encuentra. Vamos a pagar según un justiprecio y no vamos a permitir que nos estafen o que nos presionen».
Presión y hostigamiento
Según los miembros del MUCA, la campaña mediática lanzada por los medios corporativos de comunicación en contra de su organización y la continua represión de la que son objeto, tienen el objetivo de obligar a las futuras empresas campesinas a vender su producción a las plantas extractoras del mismo Facussé.
La violencia no ha parado un solo instante. La semana pasada atacaron el asentamiento de la finca La Aurora. Asesinaron a un muchacho de 16 años, detuvieron, golpearon y torturaron a cinco campesinos.
«Los guardias de seguridad de Miguel Facussé quemaron la casa del compañero Carlos Muñoz, mientras que a otros compañeros del MUCA les han matado sus animales. Están tratando de sembrar el terror», explicó Yoni Rivas.
Ante esta situación, la comisión negociadora del MUCA reafirmó su compromiso con la lucha iniciada hace años. Una lucha en la que siete campesinos fueron asesinados por las fuerzas represivas, mientras que son más de 200 las denuncias que están todavía radicadas en los juzgados contra miembros de las organizaciones campesinas.
«No tenemos mucha confianza en el presidente Lobo, sin embargo le vamos a exigir que respete el acuerdo. Vamos a defender lo que hemos logrado, cueste lo que cueste. Como siempre lo hemos hecho.
Pueden venir cuando quieren a desalojarnos. Pueden violar el acuerdo y perseguirnos. Pueden hacer lo que quieren, pero van a seguir teniendo serios problemas. Nunca vamos a rendirnos, hasta tener lo que nos pertenece», concluyó Rivas.
Fuente: http://www.rel-uita.org/