A medida que transcurre la campaña electoral en Perú, en medio de una pandemia devastadora de Covid-19, cobran importancia los proyectos políticos que puedan solventar las situaciones que se planteen a corto y mediano plazo, para lograr el despegue del país en lo económico y social.
Todos los pronósticos y proyecciones elaborados por diferentes organismos internacionales, muestran como mínimo, una desaceleración de la economía en la región y un incremento de la desigualdad.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) [1] estima que “la recuperación económica de la crisis de la Covid-19 será frágil y desigual en Latinoamérica y el Caribe y avisó del riesgo que corren varios países de sufrir crisis de deuda”.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) advirtió que la crisis, “provocará el cierre de 2,7 millones de empresas en la región; que unos 8,5 millones de trabajadores en Latinoamérica y el Caribe perderán sus empleos”, señalando, además, que “el 54 por ciento de la fuerza laboral de la región no cuenta con una protección social, ni tienen acceso a los servicios de salud pública, remarcando que, de esa proporción, “el 57 por ciento son mujeres”.
Perú llega a los 40.107 fallecidos [2] (ver Mapa interactivo casos diarios) comenzando el 2021 y el gobierno está tomando medidas para trata, tardíamente, de contener una pandemia que genera impactos múltiples, como lo señala la candidata de Juntos por el Perú Verónika Mendoza “Presidente Sagasti, usted sabe que sin un apoyo económico para las familias que más lo necesitan, esta será inviable. Una cuarentena sin bono es abandono, usted tiene los recursos, usted tiene la facultad para garantizar que se entregue ya un bono a las familias que más lo necesitan”.
Por el momento los casos positivos de COVID-19 en el país suman 1.107.239; 4.438 nuevos contagios (2.913 de las últimas 24 horas), los cuales se suman a los 1.002.795 acumulados hasta el lunes 25 de enero 2021.
La candidata a la presidencia, ya había remarcado como primera medida de un eventual gobierno, sacar de la crisis sanitaria al país.
«Seguir reforzando el primer nivel de atención: postas, puestos de salud, proveer oxígeno, multiplicar centros de oxigenación temporal y garantizar una campaña de vacunación ordenada, gratuita y universal», para subrayar «En un segundo momento, cuando ya hayamos vacunado a una gran parte de la población, que el sector privado empiece a comercializarla. Lo que no puede ocurrir es que la vacuna sea un negocio».
Según el reporte de “La República” [3] * “Las cifras diarias de personas que demandan atención médica llegan a las 5 mil, un porcentaje de ellas –entre 1 y 2%– llega a la gravedad y a la necesidad de cama con ventilador. Se estima que, dentro de 7 a 10 días, unas 2 mil personas necesitarán camas UCI, y ni los médicos ni los especialistas en emergencia sanitaria tienen claro dónde podrán acudir”.
Esta grave situación requiere de un gobierno seguro y fuerte que posibilite la consecución de recursos de manera inmediata con medidas que fortalezcan al Estado y den prioridad a la gente más necesitada.
No se trata de una situación coyuntural, sino de alcance estratégico, es por ello que en la reunión del Foro Económico de Davos, realizada de manera virtual el presidente chino, Xi Jinping, advirtió sobre “una “nueva Guerra Fría”, e instó a la unidad mundial frente a la pandemia de coronavirus”. [4]
El presidente Xi Jinping es un abnegado defensor del multilateralismo y la globalización, y su “Guerra Fría” en el continente, con la llegada de la administración “demócrata” a los Estados Unidos del Norte, estará centrada en el mantenimiento y resguardo de las inversiones y acuerdos logrados en la región.
China y Perú suscribieron en el año 2009 un Tratado de Libre Comercio (TLC) que se implementó un año después, y a 11 años de este convenio, se observa que las exportaciones hacia China alcanzaron los US$ 89.958 millones.
Esta relación ocupa la primera posición en exportaciones con un 29% del total en el 2020, de acuerdo con los datos del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur).
Carlos Parodi, profesor de Economía en la Universidad del Pacífico [5] opina que “China es la economía más importante para el Perú desde hace 10 años; entonces, si esta no se recupera, el Perú no lo hará; y eso hay que tenerlo claro”, en cuanto a las exportaciones mineras manifiesta que “Ese crecimiento de China nos favorece porque nos demanda más metales. Por ende, la minería podría ser un sector que nos va a traer divisas; además aumentará la recaudación fiscal una vez que comience a mejorar”.
Con relación a esta importantísima actividad comercial, en un país que también es exportador agrícola, la candidata Verónika Mendoza expresa “La economía peruana es primario-exportadora poco diversificada y con enormes sectores de baja productividad, alta informalidad y bajos ingresos de la población. No se generan los empleos requeridos” y agrega que es necesario “impulsar medidas y legislación específica para que los proyectos extractivos (hidrocarburos, minería, pesca, forestal, etc.) generen beneficios económicos para el país y los entornos poblacionales, respetando estrictamente sus derechos y el ambiente”.
O sea, mantener el caudal de exportaciones, pero evitar que la actividad extractiva perjudique, o impacte negativamente sobre el medio ambiente y sobre la actividad agrícola, garantizando, además, que dicha actividad genere recursos para elevar el nivel de vida y las condiciones laborales de los trabajadores del sector en las poblaciones que se realiza.
En noviembre del año pasado las transacciones de cobre, en términos reales, sumaron US$ 944,7 millones y China fue el principal país comprador, al adquirir el 63,7% del volumen total, con una variación de -38,1%, apuntó el INEI.
Para Juan Carlos Mathews, vicepresidente de Desarrollo de Negocios Perú de HEP-Higher Ed Partners[5], “China es uno de los mayores clientes que tiene el Perú; por lo tanto, tenemos una oportunidad si consideramos que existen US$ 60.000 millones en proyectos mineros que estuvieron casi paralizados; así que la minería seguirá siendo un sector importante y China será aliado para seguir creciendo”.
Ahora, hay que tener en cuenta como el factor político en Perú es refractario a esta “guerra fría” de la que habla el presidente chino y que también solapadamente manifiesta el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, al firmar una orden ejecutiva que da prioridad a las empresas y productos estadounidenses en los contratos con el gobierno federal, impulsando la idea del «Made in América»
«Los dólares que gasta el gobierno federal son una herramienta poderosa para apoyar a los trabajadores y fabricantes estadounidenses. Solo las adquisiciones públicas representan casi 600.000 millones de dólares de gastos federales», explica Biden.
Washington dijo que la pandemia había causado penurias, lo que demuestra la debilidad del sistema, y advirtió que quería cualquier tipo de dependencia de países que no comparten los intereses de Estados Unidos. [6]
En esta línea proteccionista, Biden sigue los pasos de Trump, que ya había firmado durante su gestión una orden ejecutiva en la que instaba al gobierno federal a comprar más productos fabricados en Estados Unidos.
También lo hace en el marco de la “Guerra Fría” con China, manteniendo los grandes paquetes de aranceles contra las importaciones, y, a pesar de sus vínculos diplomáticos con Pekín, Washington seguirá siendo el mayor apoyo militar de Taiwán.
El presidente Joe Biden, aseguró a la prensa, que no retirará los aranceles a China y aseguró que “Estados Unidos no negociará nuevos acuerdos comerciales con el gigante asiático hasta tanto no se produzcan «importantes inversiones» en el país y en sus trabajadores”. [7]
No solo es la pandemia, lo que definirá lo que ocurra con las economías del mundo, es saber de qué lado estar en la confrontación geopolítica que se avecina.
No es solo a China, es al BRICS, a lo que se enfrentará Estados Unidos, a sus necesidades y a sus potencialidades con una estrategia multipolar que generará complementariedades y asociaciones de todo tipo.
Por eso, de cara al futuro, es necesario conformar un Estado con políticas claras y sólidas, que tanto al interior del país, como en su política exterior ofrezca garantía y seguridad.
Concuerdo con el planteo de la candidata de Juntos por el Perú al expresar “La diferencia con las otras propuestas es que nosotros planteamos reglas de juego claras. Queremos un Estado que pueda planificar el desarrollo nacional para que no tengamos proyectos de inversión que se definen bajo la mesa como pasó con el Club de la Construcción”.
El planteo constituyente, debe contemplar esta nueva realidad, para darle un marco normativo al accionar de un Estado Soberano ante una nueva sinergia entre los países agobiados por la deuda externa y la destrucción de sus aparatos productivos y comerciales.
La incertidumbre que genera la prolongación de la pandemia con todos sus daños colaterales, debe ser combatida con firmeza, audacia e inteligencia, pues el servilismo de la clase política, que azotó la década de los 90, no puede volver a repetirse.
Es la hora de la refundación en Nuestramérica, desde un nuevo sujeto político y social que ha vivido en carne propia las consecuencias de la desigualdad y la pobreza extrema, que ha sobrevivido al escandaloso enriquecimiento de unos pocos que han usado al Estado para su propio beneficio o para los de las transnacionales, alimentando el cáncer de la corrupción que ha envenenado a todas las sociedades del continente.
No podemos seguir viendo el futuro con constituciones del siglo XIX o amañadas a políticas neoliberales que nos niegan la existencia como naciones soberanas.
El dilema será saber de qué lado elegirá estar el electorado peruano.
Notas:
[2] COVID-19 Dashboard by the Center for Systems Science and Engineering (CSSE) at Johns Hopkins University (JHU)
https://gisanddata.maps.arcgis.com/apps/opsdashboard/index.html#/bda7594740fd40299423467b48e9ecf6
[3] https://larepublica.pe/opinion/2021/01/27/mas-camas-mas-oxigeno-editorial/
[7] https://www.pagina12.com.ar/309591-joe-biden-anuncio-que-no-levantara-los-aranceles-a-china-de-
Oscar Rotundo. Analista político del equipo de Periodismo Internacional Alternativo PIA Global