Luego del despido de 19 gerentes de Petro Perú, todos ligados a la máquina corruptora de Keiko Fujimori y Martín Vizcarra, la prensa corrupta del neoliberalismo comenzó una campaña de lavado de imagen de estos personajes, los exgerentes, conocidos como los Petro Destructores, lloran por los canales de televisión, vendiéndose de pro-hombres y mujeres, sacrosantos e inmaculados, con la venia de lobistas y de sus amigos “periodistas”.
Ninguno de los voceros del terrorismo informativo le pregunta a Barrientos por los 87 trabajadores despedidos maliciosamente, por los casos de corrupción como: Peruvian Airlines, Seamatch, el endeudamiento gigantesco o el sobre precio en la refinería de Talara. Por eso hemos querido dar el puntapié inicial para contar la verdad sobre estos “patrones” del petróleo y sus fechorías.
Petro Destructores: Hospital modular de Talara Covid 19.
Mientras Perú se asfixiaba por el virus con más de 2 millones 170 mil infectados y 199 mil muertos, la empresa Petro Perú intentó combatir la pandemia en Talara, en donde uno de cada tres habitantes contrajeron la enfermedad. Para ello, licitó la construcción de un Hospital de emergencia que contaría con equipos de alta tecnología médica, una planta de oxígeno y un sistema de electricidad autónomo para tratar a pacientes graves. Corrían contra el tiempo porque la pandemia no les daba tregua. La primera licitación fue declarada desierta. No se ajustaban los presupuestos a los requerimientos.
En una segunda instancia el Consorcio conformado por la empresa ecuatoriana Satec S.A y la empresa peruana IRPM se adjudicaron el proyecto por un valor de 7 millones 600 mil soles. El 27 de julio del 2020 el Consorcio firmaba el contrato de construcción del hospital.
Representante legal fantasma
Patricio Urrutia, de nacionalidad chilena con residencia en el Ecuador, representó a SATEC S.A en la firma del acuerdo, por contrato la empresa sería dueña del 90% de la obra y debería financiar en el mismo porcentaje el proyecto. Lo que no sabían sus socios es que ni Urrutia ni SATEC S.A existen legalmente en Perú. Patricio Urrutia no era el representante legal de Satec S.A en Ecuador y la empresa no existe en Perú.
En los primeros días del proyecto desde Ecuador llegaron materiales de construcción por un valor de 240 mil soles, lo que representa el 2,5% de lo comprometido por Satec S.A para realizar la obra. Ese fue todo el aporte de Satec S.A en el proyecto, luego de eso desaparecieron y abandonaron la construcción del necesario centro asistencial de urgencia.
Petro Perú e IRPM, asumieron que tenían dos opciones, o frenaban la construcción total del Hospital, lo que condenaría a miles a una muerte segura, o seguían adelante solos. Al ser IRPM una empresa peruana y aunque solo tenía responsabilidad por el 10% del total de la obra, decidió continuar con la construcción por el bien de la comunidad contando con el apoyo de palabra de Beatriz Alva Hart y Tomás Flores, poderosos gerentes que secundaban al gerente general Carlos Barrientos. A pesar del atraso inicial la obra fue terminada en 60 días.
Se entregaron 30 camas de hospitalización con sus respectivos equipamientos, avaluados en 60 mil dólares cada una y 15 camas UCI con un valor de 20 mil dólares. De todas ellas solo quedan 7 camas. Se desconoce que sucedió con el resto. Se presume que las vendieron y que las ganancias llegaron a los bolsillos de Alva Hart y Barrientos.
“Carlos Barrientos, Beatriz Alva Hart y Tomas Flores habrían solicitado el pago de 200 mil dólares de coimas para adjudicar Hospital Modular durante el peor momento de la pandemia” según fuentes del Consorcio SATEC S.A e IRPM.
IRPM al ver que Satec S.A no enviaba la inversión comprometida decidió por el bien de la comunidad y para que la gente tuviese el hospital asumir el costo total de la obra por un monto de 8 millones 800 mil soles aunque por contrato ellos solo debían responder por el 10%. De esto Petro Peró solo ha pagado 5 millones de soles, Tomás Flores le habría exigido 200 mil dólares a la empresa IRPM para poder agilizar el pagó del casi milón de dólares que hasta el día de hoy se adeuda. Por su parte Beatriz Alva Hart, sostuvo en una de sus últimas gestiones como gerenta de Comunicaciones y de Gestión Social que el pago debía ser cancelado en un 90% a la empresa Satec S.A a pesar que dicha entidad no realizó ninguna obra y abandonó el proyecto.
“Toda la demora de la obra fue informada a Carlos Barrientos ex gerente general de Petro Perú a través de los gerentes Tomas Flores y Beatriz Alva Hart pero ellos insistían en que siguieran adelante con el proyecto a pesar que Satec S.A no cumplía. Beatriz Alva Hart exigió el pago del 90% de la factura para Satec S.A como si ella fuera representante de la empresa rpivada y node Petro Perú” nos comenta una fuente de Petro Perú que trabajaba directamente con Carlos Barrientos y que conocía del caso.
Con todo, ya existen 4 investigaciones penales sobre el caso, 2 arbitrajes y demandas por incumplimiento de contrato en contra de SATEC S.A.
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