La agencia de Asuntos Humanitarios de la ONU lo acaba de denunciar. 10 millones de desamparados son utilizados como rehenes. En 20 países sometidos a conflictos armados. Los gobiernos boicotean la ayuda humanitaria. Usan la desgracia ajena para sus propios fines. Pide la agencia una resolución del Consejo de Seguridad. Que proteja a los civiles. […]
La agencia de Asuntos Humanitarios de la ONU lo acaba de denunciar. 10 millones de desamparados son utilizados como rehenes. En 20 países sometidos a conflictos armados.
Los gobiernos boicotean la ayuda humanitaria. Usan la desgracia ajena para sus propios fines. Pide la agencia una resolución del Consejo de Seguridad. Que proteja a los civiles.
En Darfur, Sudán, dos millones de personas están al borde de la catástrofe humanitaria. Un millón en Chad. El gobierno sudanés no da visas a médicos. En Chad tampoco hay prisa.
La mezquindad gubernamental es regla. En Uganda, Colombia, Afganistán, Liberia… Sin que los poderosos del mundo se den por enterados. Crean pertinente actuar con firmeza.
La denuncia es reconfirmación de algo sabido. La vida de los pobres vale nada. Agencias, organismos humanitarios son víctimas también. Decenas han muerto en años pasados.
Sin que sus muertes provoquen movimiento en ninguna cumbre. Hecho singular. EEUU exige inmunidad y protección para soldados y civiles mercenarios. Allí donde estén.
Otra muestra de la escala de valores. Quienes llevan muerte son inmunes. Los que salvan vidas deben exponer la suya. Por no hablar de dinero. Gastan más en comida para perros…