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Desastre de Fukushima

Puede que los residentes no vuelvan a sus hogares por causa de la radiación

Fuentes: Guardian

Traducido del inglés para Rebelión por Carlos Valladares

El gobierno japonés va a reconocer por primera vez que los niveles de radiación serán demasiado altos para permitir a los refugiados volver a sus hogares.

Según informan medios de comunicación japoneses, se va a comunicar a los residentes que viven cerca de la damnificada central nuclear de Fukushima que es posible que sus hogares no puedan volver a ser habitables durante decenios.

Se espera que el primer ministro japonés, Naoto Kan, visite el área este próximo fin de semana para comunicar a los evacuados que no podrán volver a sus casas, ni siquiera en el caso de que los trabajos para estabilizar los reactores dañados concluyan con éxito.

El comunicado de Kan será el primer reconocimiento oficial de que la radiación sufrida por las áreas cercanas a la planta puede provocar un peligro extremo para sus habitantes al menos durante una generación, lo que significaría en la práctica que una parte de ellos nunca más volvería allí.

Una fuente cercana al gobierno japonés, en declaraciones recogidas por los medios locales, ha revelado que puede que se de el caso de que se cierre la zona por «varios decenios». Nuevos informes muestran que se dan niveles de radiación peligrosos fuera del área de exclusión de 20 km., aumentando la posibilidad de que ciudades enteras sean declaradas no habitables.

La zona de exclusión se impuso tras una serie de explosiones de hidrógeno en la central tras el terremoto y el tsunami de Marzo.

El gobierno se había planteado el levantamiento de la orden de evacuación y por tanto permitir que 80.000 personas volvieran a sus casas dentro de la zona de exclusión una vez que se hubieran controlado los reactores. Asimismo varios miles de personas más que vivían esparcidas en asentamientos fuera del área de exclusión han tenido que trasladarse forzosamente.

Sin embargo, en un informe emitido el pasado fin de semana por el Ministerio de Ciencia se hacía un proyección que establecía que la radiación acumulada en un año en 22 de los 50 puntos estudiados dentro de la zona de exclusión se elevaría a más de 100 milisieverts 1 , una cifra cinco veces más alta que el nivel máximo de seguridad recomendado por la Comisión Internacional de Protección Radiológica. «No podemos descartar la posibilidad de que en algunas áreas los residentes no puedan volver a sus casas por un largo periodo», declaraba Yukio Edano, secretario jefe del gabinete y portavoz del gobierno durante el desastre. «Lo sentimos mucho».

Edano se negó a decir qué zonas estaban en la lista negra o por cuánto tiempo permanecerían inhabitables, añadiendo que se tomaría una decisión tras realizar los test de radiación que fueran pertinentes.

El gobierno tiene que decidir todavía cómo compensar a a los miles de residentes y a los dueños de negocios que se verán forzados a iniciar una nueva vida en otro lugar. El gobierno ha dado a entender que podría comprar o alquilar las tierras de los residentes de las áreas afectadas, aunque no ha descartado intentar descontaminarlas.

Parece que las localidades de Futaba y Okuma, situadas a poco más de 3 km de la central de Fukushima, estarán en la lista negra. La dosis de radiación acumulada anual en un distrito de Okuma se ha estimado en 508 milisieverts, la cual según los expertos es lo suficientemente alta para incrementar el riesgo de cáncer. Se permitirá a los residentes de más de 300 viviendas de ambas localidades volver a sus hogares para recoger sus enseres. Será la primera vez que puedan ir a sus casas desde la fusión de los reactores de la central.

La compañía que gestiona la central, Tokyo Electric Power, está trabajando para dejar los tres reactores afectados y las cuatro piscinas de combustible gastado recalentadas en un estado más seguro llamado «cierre en frío» para mediados de Enero.

Estimaciones hechas por la compañía la semana pasada señalaban que las fugas de los tres reactores habían descendido de manera significativa durante el mes pasado.

Pero los signos de mejoría de la central se han empañado por la extensión de la contaminación del suelo, los árboles, las carreteras y las tierras de cultivo.

Los expertos dicen que aunque se pueden disminuir los riesgos contra la salud con medidas como la eliminación de las capas superficiales de suelo, determinados grupos vulnerables tales como niños y embarazadas deben evitar el más mínimo contacto.

«Cualquier exposición a la radiación supondría un riesgo sanitario por pequeño que fuera», dijo a Asociated Press Hiroaki Koide, especialista en radiación de la universidad de Kyoto. «No existe una dosis segura».

Cualquier reconocimiento por parte del gobierno de que los residentes no van a poder volver a sus hogares se va a mirar con lupa.

Siguen las sospechas de que, en privado, las autoridades sabían de la gravedad de la situación desde hacía meses. En Abril, Kenichi Matsumoto, un alto consejero del gabinete, reveló unas declaraciones de Kan en las que éste decía que la gente no podría vivir cerca de la central por un periodo de «10 a 20 años». Matsumoto lo desmintió poco después afirmando que las declaraciones habían sido suyas.

Nota del traductor tomada de wikipedia:

1  El sievert (símbolo Sv) es una unidad derivada del Sistema Internacional que mide la dosis de radiación absorbida por la materia viva, corregida por los posibles efectos biológicos producidos. 1 Sv es equivalente a un julio por kilogramo (J kg-1).

Fuente: http://www.guardian.co.uk/world/2011/aug/22/japan-nuclear-disaster-radiation-levels

rCR