Hay varios problemas en la política hondureña, en su mayoría de arrastre. El primero es que familias, e incluso una persona, se constituyen como electores y autoridades de gobierno. Hablamos en tiempo presente de los Callejas, Reina, Villeda, Flores- Facusse, Hernández y Zelaya; una especie de autocracia política y gobierno. El segundo es que, la mayoría de los que votan siguen una bandera política, discurso e imagen publicitaria, fácilmente manipulables, poco interesados en las propuestas de campaña y como convertirlas en políticas públicas y proyectos. Un tercero es una institucionalidad política y electorera vulnerable y proclive a la prebenda. Pero, lo más negativo, es la clase política y aspirante (s) a cargos de elección popular que se beneficia del sistema y no lo denuncia, ya que consideran que la ciudadanía perdió la palabra en temas políticos y de país.
El proceso electoral en Honduras está en pleno apogeo (hay elecciones internas para marzo y generales para noviembre de 2025). La lucha más fuerte se visualiza en el Partido Liberal, no así en el Partido Nacional, donde Nasry Asfura, curiosamente acusado de mal manejo de fondos públicos y en libertad, la tiene segura. En el partido Libertad y Refundación (LIBRE), la abogada Ricci Moncada, será la elegida. No hay espacio para un bateador emergente como Octavio Pineda, Ministro de Infraestructura, o Carlos Eduardo Reina, Gobernador Político.
Es quizá una de las mujeres mejor preparadas para ejercer el cargo. Su formación profesional se complementa con la efectividad demostrada en el desempeño de cargos públicos, asignados anteriormente. Se recuerda el trabajo en la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), como miembro de una Comisión Interventora o Gerente, donde cumplió con la meta de reducción de pérdidas técnicas y no técnicas de la empresa, cuando la prensa mediática y empresarios corporativos decían que era una “paraca”, ósea, un empleado(a) público contratado sin capacidad técnica, solo por pertenecer al Partido Político del Gobierno.
La abogada Moncada, “defendió su administración, argumentando en que el 2008 cuando fue nombrada al mando de la ENEE, le tocó pagar alrededor de 4,000 millones de lempiras como pago adeudado por el Gobierno anterior de Ricardo Maduro Joest (2002-2006).Seguidamente, se limpiaron las cuentas de la estatal eléctrica y se aplicaron una serie de políticas dirigidas a potenciar la entidad, al grado que días antes de la crisis política del 28 de junio del 2009 la ENEE presentaba dividendos a su favor en sus estados financieros. Lo anterior fue constatado por organismos financieros multilaterales, con lo que se visualizaba el despegue de la empresa. Además, que el Gobierno de Zelaya Rosales dejó en 19 por ciento las pérdidas técnicas y no técnicas, mientras que a la fecha subieron a más del 31.5 por ciento, ahondando la crisis de la ENEE”.[1]
Se recuerda también su trabajo de Comisionada en el Tribunal Electoral, al garantizar elecciones “libres” en 2021 y presionar para decisiones del Pleno a favor de la transparencia y funcionabilidad de los sistemas de información. Hubo muchos ataques al sistema de cómputo electoral, tal como sucedió en el pasado, pero Ricci Moncada y su equipo, con apoyo externo, se encargó de mantener con poca contaminación el sistema.
Pero, lo más relevante, es cuando asumió como Ministra de Finanzas y negoció exitosamente un convenio de préstamo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), contrario a los malos augurios y pronósticos. Ello demostró, diría el desatacado politólogo hondureño, Sergio Suazo, que el Socialismo Democrático no es autoritario, mucho menos populista, es democrático, y aquellas consignas de fuera FMI son pura demagogia barata.
En realidad, incluso dirigentes de partido LIBRE y diputados, eran del criterio que Honduras no ocupaba un convenio con el FMI, ya que se contaminaba el ideario e ideología del Modelo Socialista Democrático.
La abogada Ricci Moncada, aspirante de la Presidencia de la Republica para el periodo 2026-2030, es postulada por las corrientes mayoritarias de LIBRE, pero insistimos que la llamada corriente disidente de LIBRE por decreto, caso del Movimiento “5 de Julio”, liderada por Nelson Ávila, debió participar, aun cuando no gozara del beneplácito de la cúpula del Partido.
A l final es mejor sumar que restar, todos los votos cuentan, sobre todos de jóvenes estudiantes. Hoy, Nelson Ávila, es el virtual candidato a la presidencia de la Republica por el nuevo Partido Migrante que todavía no se inscribe.
Hay varias críticas contra la abogada Ricci Moncada, especialmente cuando se conoce que será la candidata del partido LIBRE en las elecciones de noviembre de 2025. Una de ellas es que se le acusa de quedarse con fondos asignados para la Encuesta de “Cuarta Una” en el Gobierno de Manuel Zelaya. Hay evidencia que los Gobiernos de Pepe Lobo y Juan Orlando Hernández (2010-2021) la persiguieron permanentemente, sin encontrar evidencia de robo.
Otra crítica es que no ha podido, como miembro de la Comisión Nacional negociadora, alcanzar el compromiso de Naciones Unidas para que en Honduras se instale la Comisión Internacional contra la Corrupción e Impunidad (CICIH), una promesa de campaña de la presidenta Xiomara Castro frente a la evidencia manifiesta de generalización de la corrupción en el país. Se espera que se logre a mediados del próximo año, ya que se aceptó por Naciones Unidas la ampliación del Memorándum de Entendimiento firmado en 2022 para la llegada de la Comisión, como mecanismo de combate a la corrupción e impunidad.
Curiosamente, la corrupción en Honduras se dice, ya no es un problema, es un eje transversal en las acciones de desarrollo a combatir de raíz. Aunque no depende de ella, el Gobierno apuesta a su liderazgo y capacidad negociadora, cuando existen decisiones que afectan el mismo Gobierno, como la denuncia del convenio de extradición de narcotraficantes con Estados Unidos por la presidenta Xiomara Castro, que está incidiendo en la percepción de la población hondureña sobre la no llegada de la CICIH.
Los tres (3) sombreros también son destacados por la prensa mediática; esto es: Candidata del partido de Gobierno a la presidencia; Ministra de Defensa; negociadora con Naciones Unidas para la instalación de la CICIH.
En el caso de la candidatura del partido LIBRE, el cuestionamiento es que ha sido impuesta por Manuel Zelaya Rosales, pero se dice poco de la aceptación como tal por las bases de los movimientos internos que la postulan, más allá de la decisión de sus dirigentes por acompañarla. Esta aceptación por las bases debe hacerse más visible el próximo año, y generarse un proceso de legitimidad social, más que político-partidista.
Como Ministra de Defensa, se cuestiona su involucramiento en los proyectos de construcción de cárceles de máxima seguridad, primero en Islas de Cisne en el Caribe Hondureño, y después en la Zona de la Mosquita, departamento de Gracias a Dios. En ambos intentos, se ha recibido el rechazo de la población y grupos ambientalistas, masificado por la prensa mediática y tarifada. Es visible la objeción de la Banca para garantizar los fondos a utilizarse en la construcción por la empresa ganadora, y declararse desiertos los procesos de licitación para su contratación.
Hay también la creencia que Ricci Moncada, tanto en campaña política como presidenta electa, seguirá el discurso político de la presidenta Xiomara Castro y promesas de campaña, muchas de ellas sin cumplir, no solo por falta de recursos, sino también por la correlación de fuerzas en el Congreso de la Republica, donde la oposición política es mayoría.
Debería renunciar a la práctica de elaborar Planes Libros con promesas de campaña, y focalizarse más en los principales problemas que enfrentan la economía y población hondureña. El desempleo, desigualdad, la pobreza y el hambre tienen mucha relación, y se visualizan como un bloque de problemas prioritarios a atacar y resolver. La Academia puede ser de mucha ayuda en la precisión de los diagnósticos e identificación de estrategias y políticas públicas territoriales y por grupos diferenciadas. El distanciamiento con el sector privado más tarde que temprano concluirá. Nadie impide a la candidata que se reúna con la cúpula del COHEP, pero también con medianos y pequeños empresarios en cada uno de los departamentos y municipios, igual con el sector informal de la economía, denominado invisible.
Después de las elecciones internas, se espera que Ricci Moncada como candidata oficial del partido LIBRE a las elecciones generales, renuncie al cargo de Ministra de Defensa y miembro de la Comisión Negociadora con Naciones Unidas para la llegada de la CICIH. Su trabajo será oír al pueblo y construir una alternativa creíble para el desarrollo económico, social, político y cultural del país con todos, igual que los demás candidatos de partidos de oposición, donde Salvador Nasralla y Luis Zelaya llevan ventaja.
Nota:
[1]La Tribuna. Hn, 3 de marzo de 2014.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.