San Cristóbal Verapaz es un municipio del departamento de Alta Verapaz. Este departamento es uno de los 22 que forman parte de la república de Guatemala. La mayor parte de sus habitantes son indígenas mayas Poqomchi’ y Q’eqchi’, aunque hay una minoría Kiché y algunos lugares con muchos pueblos pueblos indígenas y no indígenas, esto lo convierten en un territorio plurinacional.
Del 6 al 18 de noviembre, en el balneario de Sharm el-Sheikh, junto al Mar Rojo, en Egipto, se lleva a cabo la vigésima séptima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2022, conocida como la COP27. Estas reuniones dieron comienzo en 1995, en Berlín Alemania. En la COP3, 1997, se aprueba el Protocolo de Kioto y COP21, 2015, aprueban el Acuerdo de Paris y así sucesivamente. Estos son importantes, porque los Estados se comprometieron a enfrentar el cambio climático en todas sus dimensiones. Estas conferencias fueron establecidas por la Convención Marco de Cambio Climático de Naciones Unidas, en la cumbre de la tierra de Río de Janeiro en 1992. En estas conferencias se reúnen los Estados partes, más la Unión Europea y otros no reconocidos por Naciones Unidas. Participan empresarios, representantes de movimientos sociales, de sociedad civil, de ONG y de Pueblos Indígenas y Originarios, entre otros. Todos, teniendo como tema el cambio climático, buscando formas para moderarlo y cómo nos adaptaremos.
El Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres, en esta reunión; afirmó que “nuestro planeta está en una «autopista hacia el infierno climático”. Entonces “la humanidad debe elegir: Cooperar o Morir”. Esa es nuestra triste realidad. Y “la única solución viable para superar la creciente amenaza a la sobrevivencia de la humanidad es que los países industrializados reconozcan su responsabilidad histórica en la gestación de esta monstruosidad planetaria y aporten los recursos financieros y tecnológicos necesarios para superar la crisis, en proporción con su contribución a la gestación del calentamiento global acumulado hasta la fecha”.[1]
Mientras esto sucede en un país del continente africano, en nuestro país y sobre todo en nuestro municipio, la corrupción y la impunidad, aliados de la destrucción que promueve la excesiva industrialización, no le importa los efectos del cambio climático. “Una mega obra, llamada “planta de tratamiento de aguas residuales”, que se está construyendo en la comunidad Nisnic, con una población mayoritariamente indígena Poqomchi, a solo 3 kilómetros aproximadamente del centro del municipio, sin tomar en cuenta los informes de expertos y expertas, de CONRED e incluso del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales, se construye para colaborar con el cambio climático, a la destrucción de la misma comunidad. Esta obra, sin haberse inaugurado, en poco tiempo, ha cambiado la vida y la forma organizativa de la gente, destruido el ambiente natural, el agua que servía para el uso de las familias, contaminadas con heces fecales, casas inundadas y el olor nauseabundo, destrucción de ambientes productivos de las familias, entre otros”[2].
La contaminación de la “laguna de Chi’ Choj, con niveles cada vez más altas. Poniendo en riesgo la flora y la fauna, a las personas que viven a su alrededor, quienes se benefician económicamente de ella”. “La destrucción de las cuencas, con la tala de los bosques originarios y la reforestación de especies de plantas que no son de la región y que las tratan de adaptar a la fuerza”. Esta destrucción del ambiente, dirigida y promovida por la gran industria maderera, que son redes transnacionales de destrucción de los bosques, terminando así con pulmones de oxigeno para la humanidad, que no solo pasa en la Amazonia, si no con los bosques nubosos del norte de Guatemala.
Así como en estas cumbres climáticas, sin ser pesimista, pero como se ha vuelto norma, solo saldrán acuerdos “políticamente correctos”. Los mayores países industrializados: China, Estados Unidos, Japón, Rusia, Alemania, Reino Unido, Francia, India e Italia, quienes son los causantes de la mayor contaminación del planeta, se comprometerán a muchas cosas que no cambiara en nada, aun teniendo enfrente informes de expertos, quienes nos han señalado, que estamos al borde de un cataclismo planetario, nunca antes visto, después del aparecimiento del homo sapiens.
Si así, se comportan los jefes de Estado en estos eventos y los dueños de las grandes industrias, mucho peor es en nuestras realidades. “Pequeños líderes políticos”, vinculados al crimen organizado y promotores de la corrupción y la impunidad, que tienen sumido a nuestras comunidades en un nivel “indigencia”, nunca visto en la historia de la humanidad, nunca van a entender lo que se discute como cambio climático y otros problemas relacionados a esto, sobre todo porque forman parte de la gran multitud que podríamos llamar “la multitud analfabeta funcional”.
Los planes y políticas públicas municipales, carecen de fundamentación técnico-científico de acuerdo a nuestra realidad, carecen de presupuesto y por lo tanto se encaminan solo a “maquillar” los problemas principales del municipio, por ejemplo para mitigar el calentamiento climático, lo relacionan solo con “recoger basura” en algunos lugares públicos del municipio, sacando la ninfa de la laguna, construyendo drenajes y plantas de tratamiento inservibles y sin estudios serios de impacto ambiental.
No hay capacidad para entender la magnitud del cambio climático, sobre todo en lugares tan vulnerables como el nuestro, en donde los desastres naturales son una constante, sin importar el fenómeno de la niña o del niño. En donde peligra, no solo la vida de la flora y la fauna, sino de seres humanos, sobre todo los más empobrecidos por el sistema capitalista.
De tal suerte que seguimos insistiendo, que no se trata de cambiar el clima, sino el sistema.[3] Cuando dejemos de consumir lo que el capitalismo produce y destruye, entonces nos encaminaremos hacia el equilibrio y la armonía climática. Al mismo tiempo, si no despertamos de este letargo al que nos han conducido los criminales que están en las instituciones de los Estados y que avalan proyectos destructores, el cambio climático será cada vez más fuerte y menos posibilidades tendremos para detenerlo, entonces solo nos quedará una cosa “aceptar que nos estamos autodestruyendo”. Entonces, nuestras realidades seguirán siendo “monumentos de la corrupción”.
Notas:
[1] https://rebelion.org/cop-27-la-traicion/, visto última vez el 13 de noviembre de 2022.
[2] https://www.facebook.com/santiagoboton/videos/495878702494802, visto última vez el 14 de noviembre de 2022.
[3] https://www.cidse.org/es/2015/10/27/climate-justice-and-human-rights-maximu-ba-tiul-guatemala/, visto última vez el 14 de noviembre del 2022. https://www.fger.org/cambiar-el-sistema-no-el-clima/?fbclid=IwAR3n24zMUR-INjSNHtvXFwsqBUViN9zgXlDq6k8EgEZ7VZma8NDVywUE9I4, visto última vez el 14 de noviembre del 2022.
Kajkoj Máximo Ba Tiul. Maya Poqomchi, antropólogo, filósofo, teólogo, investigador.
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