«Nunca te entregues ni te apartes junto al camino, nunca digas no puedo más y aquí me quedo» José Agustín Goytisolo «En octubre de 2013 el Consulado de Perú en Argentina organizó una actividad en el Hotel Bauen para la comunidad peruana residente. En ese contexto, como periodista en plena labor, fui emplazado […]
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo»
José Agustín Goytisolo
«En octubre de 2013 el Consulado de Perú en Argentina organizó una actividad en el Hotel Bauen para la comunidad peruana residente. En ese contexto, como periodista en plena labor, fui emplazado a interpelar al cónsul del Perú, Marco Núñez – Melgar Maguiña, debido a la exclusión cometida por la autoridad contra dos personas que estaban inscritas legítima y correctamente en el encuentro: una de la Red de Inmigrantes y Refugiados, y otra, dirigente de Tierra y Libertad. A ellas el diplomático les negó toda participación e intervención en la reunión. Ante esa situación, yo entrevisté a Lourdes Rivadeneira de una de las agrupaciones que fueron excluidas. Así terminó de quedarme claro que el objetivo del cónsul para esa iniciativa era encuadrarla políticamente y censurar y prohibir cualquier tipo de disenso. Muchos quedaron fuera de toda participación, desnaturalizando la esencia del diálogo y el libre ejercicio democrático del debate.», me cuenta el peruano y comunicador social Oswaldo Quispe, pero ya no charlando como lo hacíamos usualmente entre programas en Radio Sur de la Capital Federal, sino que esta vez amarga, yo visitándolo al Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza en la provincia de Buenos Aires. Después, el abrazo, mi entrega oficial a Oswaldo de una sólida edición del Canto General de Neruda, y que las preguntas y sus respuestas derritan las rejas impotentes.
-Pero hasta aquí, todo parece reducirse a una discrepancia personal casi olvidable.
«Luego del encuentro organizado por la representación del gobierno peruano en Argentina, la publicación en la que me desempeño, Revista Perspectiva Internacional (http://
Ahora bien, dos semanas antes de mi detención, Revista Perspectiva Internacional fue bloqueada en la red. Y estamos hablando de una simple publicación web que representa una voz crítica y reflexiva de la realidad peruana.»
LAS LEYES SIN CONDIMENTO
«Yo soy solicitante de refugio argentino hace muchos años debido a que de mí se ha inventado un conjunto de imputaciones falsas. Aquí es importante realizar una aclaración. En Perú existe la llamada Ley del Arrepentimiento, la cual, según los Informes de la Comisión de la Verdad, ha sido utilizada para encerrar a cada vez más personas sin necesitar un indicio, un ilícito o prueba de esa persona para terminar procesada y condenada.»
-¿Una ley que encierra gente de acuerdo a qué criterio entonces?
«Para esa ley basta que una persona indique a otra como «terrorista» y ya es causa suficiente paras ser objeto de procesamiento y cárcel.»
-¿Es decir que si a mí, individualmente, me cae mal mi vecino porque una vez le presté una cortadora de pasto y jamás me la devolvió, es suficiente con que yo dé su nombre a las autoridades asegurándoles que mi vecino es ‘terrorista’ sin más motivo que mi antipatía por él, para que mi vecino se vaya preso?
«Sí, hasta que tu vecino no demuestre su inocencia. En Perú la gente siempre es culpable hasta que pueda probar su inocencia. Desde los gobiernos de Fernando Belaúnde Ferry, Alan García, Alberto Fujimori, nuevamente Alan García, hasta el actual Ollanta Humala, todos ellos tienen deudas judiciales.
En el caso de Alan García, por ejemplo, ahora mismo se le está limpiando su responsabilidad en los genocidios cometidos en 1986 debido a la obligación impuesta por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de investigar. Hasta ahora, Alan García aparece libre de polvo y paja.»
LA REPÚBLICA DE LA IMPUNIDAD
-¿Por qué?
«Porque en Perú gobierna la razón de la impunidad. El presente mandatario Ollanta Humala en la primera vuelta de las elecciones nacionales, empleaba un discurso muy progresista y amigable con los intereses populares y el fin de la corrupción (http://www.rebelion.org/
En las épocas en que Ollanta participó en el Ejército, él fue el ‘capitán Carlos’ en la denominada ‘lucha contrasubversiva’. La fuente es un libro de su propia autoría. Allí afirma que ‘combatió al terrorismo’.
-¿Y en Perú qué significa combatir el terrorismo?
«Hasta matar, por supuesto. Y por eso Ollanta no ha sido juzgado. Mira, es bien conocida la investigación de un conjunto de organizaciones de DDHH que descubrieron las atrocidades cometidas por el ‘capitán Carlos’ (u Ollanta Humala) en la Base Madre Mía en la década de los 90. Ahora todas esas pruebas e investigaciones se han acallado, con el teatral apoyo mediático del escritor y periodista Mario Vargas Llosa, uno de los principales embajadores culturales del mundo de los intereses de Estados Unidos.»
«JAMÁS PARTICIPÉ EN NINGUNA ACTIVIDAD QUE PUDIERA ROTULARSE DE ‘TERRORISTA'»
¿Por qué te viniste a la Argentina en 2004?
«Porque ya era objeto de hostigamiento y persecución en Perú. Era un período donde se estaban ‘armando’ muchas causas. En mi caso, es absolutamente relevante que se sepa que yo, Osvaldo Quispe, jamás participé en ninguna actividad que pudiera rotularse de ‘terrorista’. Así lo afirmo y así lo puedo demostrar. Y durante todo el tiempo en que Argentina me ha acogido, yo jamás he dejado de ser lo que soy. Tengo mis documentos y pasaporte en regla. Desde el 2004 hasta octubre de 2013, nunca había tenido ningún problema en Argentina. Todo arrancó con la interpelación que le hice al cónsul de Perú por una conducta que consideré del todo excluyente.»
¿Cómo se explican políticamente los montajes, el uso de medios ridículos y febles para encarcelar a inocentes, la persecución de personas que no existen, el abuso jurídico y lingüístico de la expresión ‘terrorista’ para barrer con cualquier opinión que no sea caninamente obsecuente con el gobierno de Perú?
«En mi caso, el consulado manifestó que conmigo tiene ‘su trofeo’. El actual cónsul tuvo la desfachatez de decir que «Ya agarramos a este, ahora vamos por otro». La destrucción de la Revista Perspectiva Internacional que dirijo es un objetivo para ellos porque allí la línea editorial no la determina el gobierno, es mucho más amplia y nuestramericana y se escribe desde una mirada de los pueblos.»
CASI UN SECUESTRO
-Es decir, ustedes son víctimas de una especie de macartismo a la peruana…
«Efectivamente. Sobre todo, considerando mi condición de periodista que publico en distintos medios (Resumen Latinoamericano) y participo en emisoras como OllaTV y Radio Sur, entre otros.»
-¿Cuánto pesa en tu cautiverio el emplazamiento que le realizaste al cónsul peruano en octubre del año pasado?
«Demasiado. Piensa que el cónsul le dijo a la señora Rivadeneira textualmente y refiriéndose a mí que «a ese señor lo encerramos ya». Dos meses después del incidente con el diplomático, el 16 de diciembre de 2013, iba yo saliendo de haber denunciado en la radio La OllaTV, la patotería del cónsul en mi contra, cuando fui interceptado por dos sujetos sin identificación en plena calle Independencia. Cuando aparecieron mis captores no se identificaron. Estaban de civil y mientras me aprehendían, balbuceaban palabras sin sentido. Yo pensé que se trataba del clásico modo de secuestrar personas que hay en Perú. Entonces, me puse a gritar pidiendo a los vecinos que había en la calle y los departamentos que llamaran a la policía. Así vociferé mi nombre completo, el número de teléfono de mi señora y mi documento varias veces. Cuando llegó la policía, me sentí más tranquilo. En ese instante, recién mis secuestradores mostraron sus credenciales de la Interpol.»
«PERO EL TERRORISMO NO EXISTE EN EL PERÚ. LO QUE SÍ EXISTE ES UN ESTADO QUE USA LA PALABRA ‘TERRORISMO’ PARA REPRIMIR»
-¿Qué cargos te imputan luego de 4 meses de cautiverio en el complejo carcelario Ezeiza?
«Extradición por «terrorismo», toda vez que no tengo ninguna detención de ningún tipo en toda mi vida, ni en Perú ni en Argentina. Sin embargo, mi situación ha aparecido profusamente en los medios de comunicación del Perú. Mira, mi caso, como el de tantos, es usado por el gobierno como distractor mediático ante, por ejemplo, la delicada situación de los docentes peruanos que habiendo sido condenados por ‘terrorismo’ y cumplida ya la condena, ahora el gobierno no quiere que puedan dictar clases. En ese contexto de lucha docente por una arbitrariedad gubernamental, hacen saltar mi caso para fortalecer la idea de que el ‘terrorismo’ peruano es cosa mundial y que hay que acabar con todo vestigio de él, siempre de acuerdo a sus intereses y según el rumbo de las contingencias políticas. Pero el terrorismo no existe en el Perú. Lo que sí existe es un Estado que usa la palabra ‘terrorismo’ para reprimir todo asomo de protesta social.»
QUE LA PRESIDENTA CRISTINA FERNÁNDEZ NO LE DÉ CURSO A LA EXTRADICIÓN PEDIDA POR PERÚ
-¿Qué es lo que tú, Oswaldo, estás solicitando en Argentina desde esta sala escolar que dificulta recordar que estamos en una cárcel?
«A mí hoy se me está caratulando un «delito» de 1989, que según la ley Argentina e incluso la peruana, debería haber caducado. En realidad, mi situación es ilógica. Conversando con los agentes de la Interpol, ellos mismos me señalaron que ‘para qué hiciste tanto barullo si tu caso ya feneció’. Me cuesta creer que exista una coordinación entre las policías peruanas y argentinas cuyo abrigo jurídico sean sus respectivas leyes antiterroristas, las cuales pueden ser usadas con total discreción sobre interpretaciones de conveniencia. Argentina históricamente ha gozado de un enorme prestigio internacional en materia de DDHH, refugio e inmigración. Es una tradición humanista del Estado argentino.
Ahora bien, yo creo que en el fondo de todo, la decisión que espera sobre mí es absolutamente política. Por eso, ya desatados los nudos sobre alguna causa que se tuviera contra mí en Perú, mis abogados me han señalado que es cosa caducada. Entonces la solución es principalmente política. Por eso le solicito a la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández, que no le dé curso a la extradición pedida por el gobierno del Perú. Asimismo, por otra parte, teniendo a bien los requisitos y antecedentes de mi caso, los jueces pueden y tienen también la capacidad de dictaminar justicia sobre el más alto derecho humano que es la preservación de la vida. Porque si me extraditan al Perú, me desaparecen.»
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