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Unos 600 mil uruguayos participaron en Montevideo en el mitin de cierre de campaña de Tabaré Vázquez

«Si un gobierno progresista no cambia esta situación de manera radical, podrá ser gobierno pero no de izquierda ni progresista»

Fuentes: La Jornada

Montevideo, 27 de octubre. Ante una marea humana que sumó unas 600 mil personas, en una de las manifestaciones mas grandes que se recuerde en Uruguay, el médico Tabaré Vázquez, candidato a la presidencia por Encuentro Progresista-Frente Amplio-Nueva Mayoría, dijo que el próximo 31 de octubre, con el triunfo que aseguran por estas horas la […]

Montevideo, 27 de octubre. Ante una marea humana que sumó unas 600 mil personas, en una de las manifestaciones mas grandes que se recuerde en Uruguay, el médico Tabaré Vázquez, candidato a la presidencia por Encuentro Progresista-Frente Amplio-Nueva Mayoría, dijo que el próximo 31 de octubre, con el triunfo que aseguran por estas horas la mayoría de las encuestas de opinión, se habrá producido uno de los mayores cambios en la historia nacional.

Marcó como prioridad responder a la grave situación de pobreza que afecta a grandes sectores, especialmente a más de 50 por ciento de jóvenes y niños.

«Si un gobierno progresista no cambia esta situación de manera radical, podrá ser gobierno pero no de izquierda ni progresista», sostuvo el candidato favorito para triunfar en los comicios del próximo domingo.

Aseguró que los cambios no se pueden «lograr de la noche a la mañana», especialmente por el deterioro producido en estos últimos cinco años de gobierno del presidente Jorge Batlle, del Partido Colorado.

Mencionó los puntos básicos de su programa de gobierno en el «Uruguay social que quiere a su gente», que ha sido eslogan de su campaña, entre ellos la necesidad de recuperar y respetar trabajo y trabajador, un cambio político, económico y social, abrir el camino a los uruguayos que han emigrado en masa al exterior, especialmente a los jóvenes, para que puedan trabajar aquí.

Se pronunció por un Uruguay «profundamente democrático, descentralizado y participativo, integrado en la región con un eje común: el trabajo como generador de riqueza, como ética de vida».

También se refirió a que los cambios serán progresivos y graduales. «Estamos conquistando la esperanza. Esta fuerza política está llamada a cambiar junto a su pueblo la historia de Uruguay… la esperanza ha vencido al miedo», dijo al recordar una frase acuñada en Brasil por el ahora gobernante Partido de los Trabajadores.

«El 31 de octubre las urnas explotarán de votos y comenzaremos a festejar después de las ocho de la noche. Por favor, no se vuelquen a las calles antes de esto y dejen el tránsito libre para que todos puedan ejercer el voto», dijo Vázquez, quien también se comprometió a que en el amanecer del primero de noviembre llamará a los uruguayos a festejar porque la «victoria es de ustedes».

Un enorme cartel (de unos 50 por 40 metros) se levantaba tras el escenario montado en Libertador y Colonia, donde se realizó el acto de cierre en Montevideo. Era impresionante el mar de banderas que se extendía por más de 12 cuadras y en las calles adyacentes, donde miles de personas pugnaban por acercarse al lugar.

Desde tempranas horas, caminando con legisladores del Frente Amplio, debimos sortear largas caravanas que llegaban por todas las calles hacia donde se levantaría el palco. Muchos jóvenes llevaban el logo de la bandera frenteamplista pintada en la mejilla y otros se desplazaban en bicicletas o caballos curiosamente embanderados.

El signo era la alegría y la tranquilidad de los manifestantes, que reflejaban la unidad de diversos sectores, desde los muy pobres hasta una castigada clase media.

Vázquez comenzó su discurso agradeciendo a varios sectores, entre ellos los demás partidos contendientes, y mencionó la tolerancia como logro en estos comicios.

Hubo fuerte momento de emoción cuando recordó a los fundadores del Frente Amplio, en especial al recientemente fallecido general Líber Seregni, y un multitudinario coro lo acompañó. «Seregni, querido, el pueblo está contigo», cantaban todos, mientras levantaban las banderas en un espectáculo pocas veces visto aquí.

El Frente Amplio es el núcleo de esta alianza que tiene a movimientos que surgieron desde sus propias filas. En el lugar estaba, entre otros invitados, una figura mítica, el anciano general retirado Víctor Licandro.

Acompañaban en el palco figuras como José Pepe Mujica, quien cosechó los más largos aplausos de los asistentes, Marina Arizmendi, Hugo Cores y otras figuras.

Antes de comenzar los discursos fueron llamados al escenario, para cantar en conjunto una canción, representantes de la cultura nacional, entre ellos Daniel Viglietti y muchos otros, entre viejos y jóvenes, que arrancaron más de una lágrima.

Vázquez recordó que el Frente Amplio representa un mandato histórico surgido del pensamiento del héroe nacional José Gervasio de Artigas, y que por eso los más necesitados serán la prioridad de su gobierno. Hizo un severo balance de los cinco años transcurridos desde 1999.

«Políticas equivocadas y erróneas condicionaron la vida de nuestra gente. Se ha dado un golpe a la sociedad, al corazón del pueblo uruguayo», lo que fermentó la condición para que se haya comprendido la necesidad de un cambio trascendental.

En este sentido, recordando la rebelión de Artigas en el siglo XIX, mencionó que hoy se cumple la segunda parte de esa revolución liberadora del pueblo oriental, que ahora «amasa el cambio, marca el camino, hacia la revolución política y social más importante de los últimos tiempos en la historia latinoamericana. Es el pueblo el que pauta el cambio, el que marca el camino.»

Una de las partes más aplaudidas de su discurso fue cuando se comprometió no tolerar el menor signo de corrupción y hacer un gobierno austero, transparente y tolerante: «No va a haber oportunidad alguna para que una manga de banqueros se roben el dinero de miles de personas».

Fue un cierre de campaña más que conmovedor. La multitud siguió festejando por las calles. «El cambio somos todos hoy», cantaban, y el mar de banderas siguió cruzando las calles en la noche como alegoría.