
El principal elemento discursivo sería cómo la OTAN ha acabado siendo el instrumento disciplinario de los estados para su sometimiento a la política exterior de EE.UU. (como el principal agente visible de los intereses del gran capital trasnacional, de origen principalmente anglo-sionista-norteamericano), conformando así lo que conduce a una especie de dictadura militar mundial, sin control democrático alguno y que subsiste bajo la apariencia de un conjunto de naciones soberanas.