Las principales organizaciones campesinas del Bajo Aguán hicieron un llamado a la sociedad hondureña y a la comunidad internacional, para que sigan atentas a la grave situación de represión sistemática contra las familias campesinas de la zona, ante el peligro que encierra la normalización de las relaciones internacionales con Honduras, a raíz de la firma […]
Las principales organizaciones campesinas del Bajo Aguán hicieron un llamado a la sociedad hondureña y a la comunidad internacional, para que sigan atentas a la grave situación de represión sistemática contra las familias campesinas de la zona, ante el peligro que encierra la normalización de las relaciones internacionales con Honduras, a raíz de la firma de los Acuerdos de Cartagena.
Según datos de la FAO, en Honduras hay 4 millones de campesinos, más de la mitad de los cuales viven en pobreza. Alrededor de 530 mil familias a nivel nacional no tienen tierra, 50 mil de las cuales se encuentran en el Aguán.
La lucha por el acceso a la tierra y por una reforma agraria integral en el Bajo Aguán ha dejado un saldo total de 36 campesinos asesinados -28 en los últimos 15 meses-, más de 20 heridos y unos 500 órdenes de captura.
«Nuestra lucha comenzó en el año 2000, cuando decidimos organizarnos y recuperar las tierras compradas por el Estado para fines de reforma agraria, y que están en posesión ilegal de los oligarcas y terratenientes del país -dijo David Cálix, directivo del Movimiento Campesino del Aguán (MCA)-.
En todos estos años hemos sufrido la falta de políticas públicas, el desinterés para incentivar una verdadera reforma agraria, la represión, el asesinato selectivo y la total impunidad para estos crímenes.
En Honduras -continuó Cálix- ser campesino se ha vuelto peligroso y los terratenientes han implementado la misma estrategia que se aplica en Colombia: reprimir y asesinar para adueñarse de las mejores tierras y extender el monocultivo de palma africana», aseveró el dirigente campesino.
¿Arreciará la violencia?
El numeral 5 del Acuerdo de Cartagena, recientemente firmado por Porfirio Lobo y el ex presidente Manuel Zelaya, contempla el respeto absoluto de los derechos humanos.
Según las organizaciones campesinas del Aguán, la normalización de las relaciones internacionales con Honduras, como producto del mismo acuerdo, podría recrudecer la represión.
«Exigimos que se cumpla de inmediato con este punto del Acuerdo, porque sentimos que con el regreso de Honduras a la OEA y a otras instancias internacionales podría recrudecerse la violencia contra las organizaciones campesinas -señaló Ramón Navarro, directivo del Movimiento Auténtico Reivindicativo Campesino del Aguán (MARCA)-.
Los terratenientes y productores palmeros como Miguel Facussé, René Morales y Reinaldo Canales tienen el respaldo de los cuerpos represivos del Estado y controlan grupos paramilitares. Sin la presión internacional, van a desatar más violencia.
Ahora más que nunca necesitamos del apoyo y la solidaridad nacional e internacional, porque el problema del Aguán no se resuelve sólo suscribiendo acuerdos, sino con acciones reales y concretas», dijo Navarro.
En un documento presentado a los medios de comunicación, MCA, MARCA, MUCA y otras instancias del sector campesino, exigieron el respeto a la vida y el cese de la represión, la desmilitarización de la zona y el desarme de los guardias privados de los terratenientes, así como el fin de la impunidad.
También, exigieron a Porfirio Lobo y al Director del Instituto Nacional Agrario (INA), César Ham, el cumplimiento de los acuerdos firmados con el MUCA y la legalización de las tierras del MCA, MARCA y del Movimiento Campesino de Rigores (MCR).
Finalmente, pidieron la inmediata aprobación de una nueva ley de transformación agraria integral y que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) instale una oficina en el país, para que las organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos sean partes activas del proceso de verificación del numeral 5 del Acuerdo de Cartagena.
Fuente: http://nicaraguaymasespanol.