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Uruguay

Un ministro que devela y desvela

Fuentes: Rebelión

Cuando en anterior artículo definíamos al ministro de defensa, confirmado nuevamente en el gabinete de Tabaré Vázquez como «hombre escombro», de la reciente y pasada política uruguaya, no esperábamos que Eleuterio Fernández Huidobro, diese tan pronto una muestra acabada de la decante persona que es. Para quienes quieran ver, y no hacerse los «ciegos», las […]

Cuando en anterior artículo definíamos al ministro de defensa, confirmado nuevamente en el gabinete de Tabaré Vázquez como «hombre escombro», de la reciente y pasada política uruguaya, no esperábamos que Eleuterio Fernández Huidobro, diese tan pronto una muestra acabada de la decante persona que es.

Para quienes quieran ver, y no hacerse los «ciegos», las andanzas de reiteradas traiciones a la «causa popular» que el mismo dice defender, les recomiendo leer las páginas web www.surda.se, www.postaportenia.com, donde sus excompañeros del MLN, brindan profusa información acerca de las conductas del señalado, desde su prisión en el cuartel Florida en 1972, hasta la actualidad.

Por supuesto que la conducta política de EFH, no ha sido en «soledad», sino que en principio fue acompañada por un grupo de hombres y mujeres dentro del MLN, y hoy sigue siendo acompañada y respaldada por su grupo político la CAP-L, y en materia de DD.HH por encumbradas figuras del Frente Amplio, que dejan a este hombre salir a hacer «el trabajo sucio» frente a la opinión pública, en lo que hace a la «protección» de las gavillas de militares y policías fascistas que actúan de vieja data en Uruguay, vigilando, torturando, asesinando, desapareciendo a los luchadores y luchadoras del Movimiento Popular.

Referido a la actuación de «vigilancia, espionaje y seguimiento» de la vida y militancia de los luchadores sociales, sindicales y políticos de la ciudadanía uruguaya, en el «antes, durante la dictadura, y posterior a la misma», los archivos de la inteligencia militar y policial cuentan con más de 300.000 registros. La denuncia del líder nacionalista Wilson Ferreira Aldunate, en 1977 frente al congreso norteamericano, decía que «más de 50.000 ciudadanos uruguayos sufrieron procesos de detención, interrogatorios bajo tortura y desaparición forzada», los mismos serían continuados hasta el último año en que los dictadores militares «negociaban» con algunos sectores políticos la transición de la entrega del poder político, con la muerte en tortura del médico Vladimir Roslik, en 1984.

Esta denuncia llevó al congreso norteamericano a emitir una «Enmienda» donde calificaba a Uruguay y su gobierno dictatorial como «la Jaula de la Tortura» en América Latina. Solo a los efectos de «dimensionar» correctamente lo que hoy EFH y encumbradas autoridades del gobierno frenteamplista y de la fuerza política, plantean como «olvido y perdón» a estos vituperables y despreciables «abuelitos tiernos», criminales y torturadores cuyo único pleito a saldar es de «combatientes a combatientes», que en oscuros pactos se concedieron el «mutuo perdón», arrogándose la representación de decenas de miles de uruguayas y uruguayos, que cuando la guerrilla del MLN y sus organizaciones aliadas fue exterminada política y militarmente por las fuerzas conjuntas del Estado Capitalista, siguieron combatiendo desde distintos frentes del pueblo al proceso de facistización y la posterior dictadura cívico militar, hasta el último día.

 

Sucesos y pleitos, que ponen al desnudo «políticas vergonzantes»

En mayo del 2004, EFH desempeñándose como presidente de la Comisión de Defensa del Senado, planteaba «que Uruguay ofreciera y enviase tropas a Irak, argumentando que lo mismo sería una aptitud patriótica…», no estaba enterado el senador frenteamplista que USA y sus cómplices ejércitos imperialistas europeos invadieron Irak sobre falsas acusaciones de que el mismo «fabricaba armas de destrucción masiva», y que mediante lo mismo masacró a la población civil por cientos de miles, torturó con el aporte del Mossad (inteligencia israelí) a decenas de miles y destruyó y saqueó a una milenaria civilización, cuyo único pecado fue nacer sobre fuentes petrolíferas que las transnacionales imperialistas, siempre consideraron como propias. Por supuesto que el senador estaba enterado de esto, el caso es que lo apoyaba, como desde su cargo de ministro de defensa apoya e impulsa el Acuerdo Logístico con USA – no aprobado en el parlamento – en el que se define el apoyo logístico como apoyo a las operaciones en bases y el correspondiente apoyo a la construcción de estas bases. Este connotado cipayo pro imperialista es el que denuncia hoy día a organizaciones como el SERPAJ, «de ser financiada por agencias imperiales…en la búsqueda de desestabilizar a Uruguay».

El enojo y la iracundia deslenguada (que no es novedad) del ministro obedeció en estas circunstancias al informe anual del SERPAJ, que entre muchas otras cosas señala que dos poderes del estado uruguayo, han puesto trabas a la investigación y el esclarecimiento de los crímenes de lesa humanidad cometidos por militares y policías durante el período del Terrorismo de Estado…los dos poderes mencionados en el informe son el judicial y el ejecutivo. En declaraciones a la prensa, una de las responsables del SERPAJ, Madelón Aguerre, se extendió en particular sobre la mala señal que era el continuismo de EFH en el poder ejecutivo a través del Ministerio de Defensa, desde el cual ya había cerrado el paso a la justicia, impidiendo el acceso de la misma a predios militares, donde se detuvo y torturó, y donde se presumía que podían estar enterradas personas desaparecidas. También se contestó de manera concisa, «no tenemos conocimiento», a pedidos tales como el de «quienes revistaban como oficialidad, en tal año, en tal unidad militar». Es infantil pensar o querer hacer pensar que tal información no obra en poder del ministerio y que el mismo en aras de proteger a su «gente de ayer, hoy y siempre», no la brinda. EFH, a sabiendas de que la información, requerida y referida era esta, deformó las cosas y dijo la siguiente falacia…» si el SERPAJ me ordena que torture a los militares para obtener información, lo haré». Estos dichos generaron la repulsa de un amplio espectro de organizaciones sociales y políticas, y llevaron a sus viejos compañeros de armas, Mujica Giordano y Bonomi, a expresar que el ministro «tenía un lenguaje muy irónico, y que en realidad no decía lo que quería decir, que ellos conocían lo que quería decir» (¿¿??) será el viejo asunto de los nuevos lenguajes instalados de «así como te digo una cosa, te digo la otra», en un juego dialéctico de darse vuelta para cualquier lado, cuando la situación así lo requiera, los principios, al «cajón de los recuerdos». Pero el ministro que no frenaba su estado de ofensa al «sentirse interpelado», siguió su deslenguada puesta en escena, calificando al SERPAJ y a quienes lo respaldaban de «imbéciles» que querían apropiarse de una temática como la de DD.HH, que era privativa del estado y gobierno uruguayo, …»que quiere el SERPAJ, nuestros cargos, nuestros sueldos ¿?…ponen en cuestión Mujica, de Vázquez, del Frente Amplio…¿?» , continuó despotricando, en lo que a esa altura parecía una invocación a los poderes políticos a cerrar filas, tras él.

Frente a los pronunciamientos de repudio a las declaraciones de EFH, de parte de organizaciones políticas del FA (PS, PCU, VA, Grupos que respaldan a Constanza Moreira) y de organizaciones sociales sobre todo las que actúan en el campo de la defensa de los DD.HH, ni el futuro presidente Vázquez, ni las autoridades del FA pudieron eludir tomar cartas en el asunto. Vázquez recomendó a los protagonistas bajo su égida, «bajar los decibeles de la discusión». El FA convocó a una reunión al ministro en su local, el cual contestó que concurriría con las jerarquías del ministerio civiles y militares (en buen romance «cuartelazo en local del FA»), frente al anuncio, arrugada del FA y concurrencia de sus autoridades a una reunión en la sede del ministerio donde se aceptan las explicaciones de EFH y «entre bueyes no hay cornadas», aquí no ha pasado nada, prácticamente nos molesta un poco como dice las cosas el ministro, pero respaldamos al ministro en sus políticas, que son «nuestras políticas». Ni por asomo una referencia a la «conveniencia de solicitarle la renuncia» a EFH, somos los electos por las mayorías, mandamos como queremos y sacamos y ponemos a quien «nosotros queremos».

Alineados de izquierda a derecha, los co-habitantes del FA, hace tiempo ya que por dos plebiscitos perdidos, o por que el tema DD.HH les importa un bledo, tienen la decisión política tomada de «enterrar el tema». Vázquez y Mujica ya dieron pruebas de esto, en sus dos gestiones de gobierno, el primero montando un «circo de reconciliación» un 19 de junio Natalicio de Artigas, en el cual quedó solo con sus ministros y militares, y Mujica tratando de dar vuelta la voluntad política de sus legisladores para que «no anulasen la Ley de Impunidad», de ahí le debe favores a la renuncia de EFH y a la inmolación de Víctor Semproni. Tal cual le gusta hablar a nuestros actuales gobernantes, esta es la verdad de la milanesa, para que vamos a andar con tanto gre, gre, para decir Gregorio Álvarez.

De «ricos y famosos», que entran y salen del gobierno

El gobierno saliente es de creerse que hubiese querido retirarse con mayor tranquilidad, cosa que no le permitió EFH, el conflicto con los judiciales, el de los trabajadores del comercio en el área de los supermercados y situaciones no resueltas en las áreas de la salud, la educación y la seguridad, y en un tema donde la población se va percatando cada vez más de su escaso desarrollo y poca preocupación del gobierno «la infraestructura residencial, edilicia y vial, redes de saneamiento, de agua potable (cada vez menos potable) redes de evacuación de aguas residuales, pluviométricas, los servicios públicos más eficientes en sus sistemas de cobranzas pero más indolentes en sus servicios al ciudadano, se cobra el alumbrado público y las redes de saneamiento donde las mismas no existen; en paralelo a estos grandes ausentes surgen aristocráticos barrios privados donde además del lujo los servicios públicos están plenamente presentes. Cuando el gobierno habla de la necesidad de nuevas infraestructuras, solo está pensando en resolverle este problema a empresarios extranjeros y nacionales en lo que hace a rutas y caminos donde están sus establecimientos industriales de almacenamiento o comerciales, ya que en sus lugares de residencia los mismos no tienen estos problemas. La falta de barrios y viviendas en condiciones «humanas de habitabilidad» son un gran «debe» de los gobiernos post dictadura, cualquier lluvia abundante, plantea tanto en ciudades y barrios del interior como de la capital, un vulnerable estado de emergencia, inundaciones, donde los sectores populares pierden gran parte de lo que les llevó años construir. El gobierno ha nombrado un secretario nacional de emergencias, que es más un meteorólogo que un hombre que resuelva los problemas de los damnificados puntuales, el va anunciando si las lluvias cesarán y las aguas bajarán, y lo recomendable que sería una buena limpieza cuando la gente pueda regresar a sus hogares, de ayudas gubernamentales «concretas», bien – gracias, mueve a risa aunque da pena, un burócrata más, un sueldo elevado más.

El FA de enunciados socialistas, ¿donde está?

Con respecto a los que hoy traicionan los postulados de los pro- hombres y mujeres que en su momento lo dieron todo para poner al FA en ruta, hemos contribuido en algo en este artículo, lo venimos haciendo en otros, y pretendemos seguirlo haciendo, como lo hemos hecho en parte de nuestra historia, más adversas a nuestra suerte colectiva y particular.

Vázquez exitoso empresario de la salud privada, masón y del Opus Dei, en su ejercicio de la presidencia de la república, ha restituido a los trabajadores, derechos que les son propios desde los años 40, por la lucha de los propios trabajadores de la época y por la existencia de tribunos populares de izquierda a la vez que la progresista corriente batllista del presidente Luis Batlle Berres. A la misma vez, su clínica oncológica de la Sociedad Española, la cual atiende y dirige con su hijo, fue creada en asociación con Oscar Magurno, connotado político pachequista. Esto da o daría, para quien lo analice sin anteojeras fanáticas, para ubicar al referido en el campo de la burguesía capitalista y sus correspondientes intereses de clase.

Por otra parte, el más populista Mujica Giordano, con sus poses de austero hombre de chacra – floricultor, que en su última declaración de bienes manifestó un patrimonio de $ 7.500.000, solo un millón por debajo del no austero Danilo Astori, ubicándose en un lugar donde dice «les molesta lo que decimos, los que venimos de abajo» (¿?), no ha mostrado mucha simpatía por la clase obrera ni por los trabajadores públicos. Es elocuente y va de la mano con la historia de la construcción del movimiento obrero y popular uruguayo, que Mujica Giordano nunca apostó a las mismas metodologías y formas de acumulación de fuerzas de este movimiento, que en última instancia generaron el FA. Pienso que ambos hombres, han usado estas fuerzas de manera oportunista. Vázquez en forma más disimulada, Mujica atacando desde el vamos a los trabajadores públicos, y diciéndole a empresarios extranjeros que el nuestro era un buen país para invertir, aunque a los uruguayos no nos gustaba trabajar mucho. Tuvo tan mala suerte, que en paralelo a sus declaraciones, llegaron al país informes de que los «obreros argentinos y uruguayos, eran quienes registraban «mayor productividad» en la región.

Entiendo cuando el discurso de la central de trabajadores alerta a la población de la existencia de dos proyectos, el del progresismo y el de la derecha con ánimos de restauración, pero creo que es hora de analizar mejor el proyecto progresista, y hacia donde el mismo nos lleva, y no «corporizarse a ciegas».

Samuel Blixen, periodista del semanario Brecha, en su artículo del viernes 2 de enero del 2015, titulado «Ética para todos o para nadie», dice en subtítulos «Hay que tomarle la palabra al presidente (Mujica) la ética, en función de la equidad, prevalece sobre la legalidad. No solo en el conflicto con el Poder Judicial; hay otras inequidades tan o más flagrantes y costosas. Por ejemplo, el escandaloso privilegio de las jubilaciones militares.

Ya nos hemos referido a que el «Pepe» se maneja desde la presidencia, como el dueño de un almacén, y frente a pedidos de sectores sociales suele contestar «lo que pasa que si yo les doy a ustedes, les tengo que sacar a estos otros». Siendo breves, en el relato de esta insana costumbre proveniente de la soberbia del poder personalizado y canchero, el Pepe en el 2010 le metió mano a una ley para subir y equiparar el sueldo de «sus ministros». Esto trajo consigo un efecto dominó sobre los sueldos de jueces, actuarios y funcionarios del poder judicial, los cuales desde fines del 2014 reclaman este aumento que sitúan en 26 por ciento aproximadamente. La dimensión de estos aumentos serían de 500 millones de dólares en el próximo quinquenio. Pasando por encima de su propia trastada el Pepe la emprendió contra jueces y trabajadores del poder judicial, a los cuales trató de «inmorales» al reclamar y movilizarse por dichos aumentos. Finalmente, en forma salomónica, el parlamento votó una ley que cerró un aumento de 8 por ciento, frente a la desazón y rabia de los trabajadores judiciales.

Pero casi que en forma mágica volviendo al principio de las traiciones, nos encontramos que la Caja de Pensiones Militares, de la cual cobran los militares en situación de retiro que gestionaron y mantuvieron el proceso dictatorial, incluidos sus más promiscuos jefes presos por criminales y delincuentes, demanda del Estado por vía presupuestal, para cubrir un crónico des-financiamiento, la friolera de una cifra de 400 millones de dólares. Aquí para el «Pepe», no hay problema ético. Huelgan los comentarios.

«En la Caja Militar por cada peso que entra salen cinco, los otro cuatro pesos los paga la sociedad a través de impuestos», informa Ernesto Murro, presidente del BPS.

Mujica nos ha condenado a todos a ser portadores del Síndrome de Estocolmo, les pagamos suculentas pensiones a «nuestros verdugos».

Padre, aparta de mí este cáliz.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.