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Todo dentro de la más absoluta clandestinidad

Un operativo heleno-turco para secuestrar al refugiado Bulut Yayla

Fuentes: Prensa Latina

Responsables de la policía griega anunciaron ayer que procederán a investigar la desaparición del refugiado turco, Bulut Yayla, después de que el principal partido opositor (Syriza) y diversas organizaciones acusaran a esa institución de estar tras los hechos. Según el relato que los denunciantes hicieron a Prensa Latina, el pasado jueves el joven Yayla paseaba […]

Responsables de la policía griega anunciaron ayer que procederán a investigar la desaparición del refugiado turco, Bulut Yayla, después de que el principal partido opositor (Syriza) y diversas organizaciones acusaran a esa institución de estar tras los hechos.

Según el relato que los denunciantes hicieron a Prensa Latina, el pasado jueves el joven Yayla paseaba por el centro de Atenas cuando fue abordado, golpeado e introducido a la fuerza en un automóvil por un grupo de hombres que vestían de civil.

Dos días después sus familiares informaron que el secuestrado se encontraba bajo custodia en la Unidad Antiterrorista de Estambul, y que en su denuncia de lo ocurrido hizo el relato de un viaje, amordazado y con los ojos vendados, en tres vehículos diferentes con tres grupos de captores que hablaban griego, turco e inglés.

La abogada Eleni Spathana, integrante del Grupo de Abogados por los Derechos de los Inmigrantes y los Refugiados, explicó a esta agencia que testigos presenciales del secuestro tomaron nota de la matrícula del auto, el cual resultó pertenecer a la policía griega.

Otros testimonios también aseguraron que uno de los atacantes se dirigió a un coche patrulla situado en las inmediaciones después de haber inmovilizado e introducido a Yayla en el vehículo en el que se lo llevaron sus secuestradores.

La policía griega negó la veracidad de lo denunciado y alegó en su descargo que no existía ningún registro oficial de entrada al país del joven turco y que no había constancia de ninguna demanda de asilo con ese nombre.

Sin embargo, el Consejo Griego para los Refugiados explicó que Yayla llegó hace dos meses a Grecia después de haber sido torturado en su país y presentó sus datos para pedir asilo político, lo cual realizó formalmente hace tres semanas.

Este grupo también informó que hace unos días enviaron una petición urgente a la Corte Europea de Derechos Humanos para evitar la extradición de Yayla a Turquía.

Por su parte el principal partido opositor, el izquierdista Syriza, difundió el domingo un comunicado en el que criticó duramente la actuación policial en un hecho «sin precedentes, el secuestro y la extradición de un refugiado político turco al estilo gángster».

La abogada Spathana recordó que un número creciente de publicaciones en Turquía «se han referido a los acuerdos entre los dos gobiernos sobre la extradición de personas buscadas, y de acuerdos antiterroristas secretos con recompensas financieras».

Griegos y turcos unidos contra la represión

También ayer organizaciones de izquierda, junto a asociaciones turcas y kurdas en el exterior, convocaron actos de solidaridad con los miles de manifestantes que en Turquía fueron reprimidos brutalmente por la policía durante el fin de semana. En Atenas, miles de personas marcharon frente a la Embajada de Turquía para protestar por la violenta respuesta policial en aquel país contra ciudadanos que se oponían pacíficamente a la destrucción de un emblemático parque en el centro de Estambul.

La marcha transcurrió sin incidentes, aunque poblada de duras consignas contra el gobierno del primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan, y con una destacada participación del Partido Comunista de Grecia que logró reunir a unos 5 mil simpatizantes.

También tuvo lugar una nueva manifestación en Tesalónica, la segunda ciudad del país, donde ya el domingo unas mil personas se concentraron frente al consulado turco con la consigna «un mar nos separa, la dignidad nos une», aunque la policía que impidió que los manifestantes se aproximaran al edificio.

Igualmente hubo marchas de solidaridad por segundo día consecutivo en Hania, en la isla de Creta.

Erdogan llamó a la calma el lunes, después de un fin de semana de fuertes protestas contra el gobierno, pero volvió a criminalizar a los que protestan asegurando que todo ha sido organizado por «elementos extremistas».

Decenas de miles de personas salieron a las calles en las ciudades más grandes de Turquía el fin de semana y se enfrentaron a la policía antidisturbios con gases lacrimógenos, dejando cientos de heridos y según algunas fuentes varios fallecidos.