Se inició la campaña electoral para las elecciones generales del 11 de Abril del 2021; al respecto quisiera compartir algunas reflexiones: Se han presentado 23 planchas presidenciales, puede que algunas sean retiradas, entre los candidatos pululan personajes realmente impresentables, conocidos tránsfugas, varios procesados por delitos y otros por recibir coimas de empresas y de banqueros, también hay expertos oportunistas: sin pudor alguno son candidatos, confiados en que mientras haya un pueblo desideologizado, despolitizado o de buena fe, cualquiera de ellos será elegido, tal como ha sucedido en las últimas dos décadas.
Y, como ya es tradicional, la mayoría de los candidatos van a recibir financiamiento para su campaña de los empresarios y banqueros, unos más que otros, según de las encuestadoras también financiadas; y otros candidatos recibirán de poderosas fundaciones anticomunistas provenientes de la Unión Europea y de Estados Unidos, por ejemplo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) sigla del inglés, (historia ya conocida en América Latina). La gran prensa corrupta va a cosechar millones de soles por la publicidad. Son inversiones que no tienen pierde, aunque todos lo niegan.
¿Y el anhelado frente político de la unidad de las izquierdas? Simplemente no fue posible, por más que el movimiento sindical y otros sectores populares así como ciudadanos progresistas hicieron llamados a los partidos de la izquierda a forjar la unidad. Con Democracia Directa, que se dice izquierda, se han presentado cuatro planchas presidenciales con sus respectivos candidatos al Congreso, pendientes aún si todas serán admitidas: es lamentable, la clase trabajadora y de más sectores populares del pueblo peruano hubieran tenido la oportunidad de votar por un programa y una sola plancha de la izquierda.
La historia de la izquierda peruana viene desde la década del 60, es la historia de divisiones y subdivisiones, pero me voy a referir solo desde la década del 80 en el que con muchos esfuerzos se constituyó ese recordado gran frente político progresista. La Izquierda Unida (IU) fue una coalición de hasta 14 partidos y movimientos, entre ellos el Partido Comunista Peruano (PCP,) así como de personalidades de la intelectualidad progresista, fue la segunda fuerza electoral; en las elecciones municipales ganó más de medio centenar de municipios provinciales, IU se perfilaba con perspectivas de ser gobierno, la gran mayoría del movimiento sindical clasista encabezado por la CGTP apoyó plenamente: tuvo duración de 10 años, pero se auto disolvió por las contradicciones y crisis generadas por las cúpulas dirigenciales, no por represiones ni por las dictaduras: fue un golpe muy duro para la clase trabajadora y sectores populares. Desde entonces no ha sido posible reconstituir el frente unitario de las izquierdas.
Sin embargo en varios países de América Latina partidos progresistas, incluso los de influencia socialdemócrata, posibilitaron las condiciones viables y los partidos comunistas siempre unitarios participaron y apoyaron la unidad; consensuaron proyectos, propuestas y programas de gobierno para ofrecer al electorado: y ganaron elecciones por voto popular a los partidos de la derecha neoliberal, como fue en Venezuela, Brasil, El Salvador, Ecuador, Nicaragua, Bolivia, Uruguay y Argentina, cada uno con sus particularidades, a quienes se denominó gobiernos progresistas, (el movimiento sindical de clase en sus respectivos países apoyó activamente): sus políticas han sido todo una experiencia con aciertos y desaciertos pero han dejado campo abierto para la crítica y autocrítica.
¿POR QUÉ ES TAN DIFICIL UNIR A LAS IZQUIERDAS EN EL PERÚ?
En la última década hubo intentos pero no se logró instituir un programa unitario del pueblo para el pueblo, por tanto los votos de la izquierda en el 2011 fueron para el innombrable Ollanta Humala creyendo que iba ser como Hugo Chávez (tremenda patinada) y en el 2016 los votos se dispersaron apoyando a candidatos y no a un programa y como era de esperar los resultados solo 20 congresistas, pero al poco tiempo se dividieron en dos, mitad, mitad y de ahí surgió otro partido de izquierda: la misma historia de siempre.
Mi experiencia en el movimiento sindical y haber sido militante de IU, puedo responder a la pregunta, desde mi punto de vista, hay varios, factores:
1) Hay excesivo síndrome del caudillismo de las dirigencias 2) menosprecio a las experiencias históricas sobre el Frente Único, referentes como de: Gueorgui Dimitrov y José Carlos Mariátegui, 3) falto de valentía y sinceramiento a la autocrítica que sería muy importante para las nuevas generaciones. 4) la otra dificultad, la más determinante es que detrás de la mayoría de los partidos o movimientos de la izquierda están las organizaciones no gubernamentales (ONG) son las que canalizan las finanzas de las fundaciones anticomunistas de la Unión Europea y de Estados Unidos como ya mencionado USAID y de la Fundación Nacional para la Democracia (NED) sigla de inglés: quien pone el dinero pone las condiciones. Por tanto mientras haya ONGs detrás de los partidos o movimientos de la izquierda en el Perú, la anhelada unidad seguirá siendo compleja, pero no imposible.
Las ONG que desarrollan sus actividades en el campo político y también en los sindicatos, son correa de transmisión de la socialdemocracia, dicen ser izquierda. Pero en los países donde la socialdemocracia fue gobierno: su política fundamental es asistencialista, pequeñas reformas pero en el marco del capitalismo neoliberal, no tocan para nada la estructura del sistema, solo sirven de amortiguador del descontento de las masas y a la hora de las definiciones son derecha neoliberal, por tanto la diferencia con la posición de los partidos comunistas marxistas leninistas es abismal.
Para que un frente político de las izquierdas en el Perú tenga solidez ideológica y coherencia, imprescindiblemente tiene que contar con el PCP porque es marxista leninista y es el que puede generar conciencia revolucionaria, de lo contrario, el frente sería una izquierda fofa rosadita, en ese caso la derecha lo acogería como su primo hermano, le da espacio en la prensa, ese tipo de izquierda no sería la solución.
La cruda realidad de hoy en el Perú, es que ninguno de los partidos o movimientos de la izquierda tiene arraigo en las masas, de tal suerte que si van a las elecciones divididos no van a ganar, salvo algunos congresistas pero eso no cambia nada. El reto es la toma del poder político para desplazar a la clase dominante, eso no hace con un grupito de congresistas.
¿QUIEN SE HA ALEJADO?
La inmensa mayoría de las masas victimas del neoliberalismo están sin liderazgo conductor como diría José Revueltas para referirse a la izquierda mexicana en la década del 60: “un proletariado sin cabeza” ( Editorial Logos, Mexico pp,Xll y Xll ). Cabe preguntarse ¿Son las masas las que se han alejado de la izquierda o es la izquierda la que se ha alejado de las masas. Solo una izquierda unida puede rescatar a esa inmensa mayoría de los sectores populares que está secuestrada por la derecha, el neoliberalismo ha desideologizado y despolitizado a nuestros pueblos. La tarea histórica de la izquierda es concientizar políticamente e ideológicamente a ese inmenso contingente del pueblo peruano.
PROGRAMA O CANDIDATOS
La inmensa mayoría del pueblo peruano victimas del modelo neoliberal quieren una izquierda unida y por responsabilidad histórica es ineludible reconstituir la unidad pero tiene que ser procesada y consensuada desde las bases hacia un proyecto del Programa de la Nueva Republica que abarque los intereses de todos los sectores populares es decir un Programa de gobierno de cambio del pueblo para el pueblo como alternativa al modelo del capitalismo neoliberal. La izquierda tiene que estar conformada por el pueblo, y el pueblo está ahí frente a nosotros. Tenemos que ganárnosla. Una teoría sin factor pueblo no hay cambios ni revolución.
La Asamblea Nacional de los Pueblos del Perú ANP en el que deben estar representados todos los sectores sociales de todas las sangres del pueblo peruano, es el llamado a seguir procesando la organización y construcción hasta convertirse realmente en Poder Popular y a la vez sería la fuerza social que puede contribuir a la forja de la unidad de la izquierda: la lucha de hoy es hacia la toma del poder.
Por tanto a pesar de todo, debemos mantener en alto la utopía de la unidad de la izquierda, capaz de ser el conductor de la trasformación revolucionaria, hacia una nueva sociedad como alternativa al capitalismo neoliberal. La utopía nos mantiene vivos a los luchadores sociales revolucionarios.
¡El futuro es el socialismo!
Valentín Pacho, ex secretario general de la Confederación General de Trabajadores del Perú – CGTP y ex Senador de la República del PCP-IU 1985-1990