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«Voto de castigo» a la clase política británica y sus excesos

Fuentes: Gara

Las encuestas auguran un mal resultado para el laborismo, pero los conservadores tampoco las tienen todas consigo. El último escándalo en el Parlamento británico les ha salpicado a todos y un cuarto de los electores se inclina por el voto de castigo en los comicios del 4 de junio.

Un 27% de los encuestados asegura que votará a partidos «minoritarios» en las elecciones locales y europeas que se avecinan. «Mal de muchos consuelo de…», debe pensar el primer ministro, Gordon Brown, porque las dificultades de la oposición le hacen ganar tiempo -un tiempo importante para su partido, que espera que la prometida recuperación económica les devuelva el favor de los votantes-. Un adelanto de las generales le condenaría a un futuro en la oposición.

Sin embargo, los conservadores de David Cameron tampoco las tienen todas consigo. Se acabó la luna de miel dentro del partido tory y ahora empiezan las dificultades del compromiso. La decisión de Cameron de abandonar el grupo del Partido Popular Europeo-Demócratas Europeos para crear una nueva agrupación de «euroescépticos» que incluiría a partidos de extrema derecha en Europa, como el Partido de Ley Justicia polaco -que prohibió manifestaciones homosexuales-, el checo ODS -cuyo líder, Vlaclav Klaus no cree que el calentamiento global sea causado por la actividad humana- e incluso el letón Partido de la Patria y la Libertad -cuyos miembros celebraron la participación de Letonia en la SS nazi durante la Segunda Guerra Mundial- ha provocado una revuelta interna. El comisario europeo Chris Patten, los que fueran responsables del Foreign Office, Lord Kerr of Kinlochard y Lord Wright of Richmond, lideran las críticas.

Las encuestas expresan el enfado de la ciudadanía británica ante el descubrimiento del uso irregular de fondos públicos por parte de diputados de la Cámara de los Comunes del parlamento, en la que se han visto involucrados laboristas, conservadores y liberal-demócratas. Lo positivo: los encuestados parecen apostar por partidos como los Verdes (9%) o el Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) -con un 10%- en contra de lo esperado por los fascistas del Partido Nacional Británico (BNP), que caen hasta un 1% del voto, lejos del 5% que alcanzaron en las elecciones europeas del 2004. Este resultado sería un duro golpe para el BNP. Sin embargo, es posible que los encuestados no manifestaran su apoyo a este partido durante la encuesta por temor a identificarse públicamente con sus expresiones racistas.

Partidos minoritarios

El UKIP puede darse por satisfecho con la pérdida de un 6% en la intención de voto, teniendo en cuenta las luchas internas y su falta de perfil político en los últimos años. Los Verdes suben tres puntos con relación a su resultado electoral en el 2004, y todo sugiere que estas elecciones podrían otorgarles el mejor resultado electoral desde que consiguieron un 15% de los votos en las europeas de 1989, durante el gobierno Thatcher.

Entre los partidos mayoritarios, los liberales-demócratas consiguen un 18% de los votos, mientras que los conservadores serían el partido más votado con un 30% del total de los sufragios, tres puntos por encima de los resultados del 2004, pero por debajo de los resultados augurados en caso de una elección general, en la que las encuestas apuntan a un 40% de votos.

¿Y los laboristas? Pues los resultados no son demasiado positivos, con un 24% del total del apoyo del electorado; pero si se considera que en 2004 consiguieron sólo un 23% y que en el partido temían que no se alcanzaría el 20%, estos pronósticos ofrecen un respiro al líder laborista Gordon Brown, que vive en permanente estado de sitio. Pero un incremento en el voto a partidos minoritarios afectaría mayormente a los laboristas, que podrían ver su porcentaje rebajarse a niveles que requerirían una intervención urgente.

La UE se mantiene a la cola de las preocupaciones de los británicos, de los que un 55% opina que la relación entre Gran Bretaña y la UE debería ser exclusivamente comercial. De hecho, la mayoría de los candidatos están basando su campaña en la situación de la sanidad pública, el empleo o la educación.

http://www.gara.net/paperezkoa/20090602/140138/es/Voto-castigo-clase-politica-britanica-excesos