A propósito de lo que ocurre hoy en la Universidad de San Carlos (USAC), en la única universidad del pueblo.
La universidad que ha formado innumerables hombres y mujeres, que le han dado esperanza al pueblo guatemalteco. Donde igual surgieron hombres corruptos y mujeres corruptas, que se esconden detrás del manto de la impunidad. La universidad que recoge en su seno cientos de mártires, hombres y mujeres que dieron su vida por una mejor sociedad, un mejor país, un mejor Estado.
Después de muchos años de gloria y esperanza, la USAC comenzó a ser controlada por grupos criminales, que hicieron de ella una cueva de ladrones, corruptos y criminales. Estos peleles y monigotes del narcotráfico y crimen organizado, hoy han querido clavar otra daga más en el corazón del estudiante consciente, combativo y rebelde sancarlista, sin pensar que también se lo están haciendo a todo un pueblo.
Estos criminales que no se quejen de la rebeldía de los sancarlistas. Como dijo en su momento; Eduardo Galeano: “la rebeldía es un acto que proviene del amor, del amor a los demás y del amor a las cosas que valen la pena vivir y hasta morir por ellas”[1]. Estas últimas semanas y la manifestación del 20 de mayo, los sancarlistas, nos volvieron a demostrar que estudiar en la USAC es vivir y morir por el pueblo guatemalteco y sobre todo por los pobres y extremadamente pobres, por los oprimidos y por los excluidos, por los ninguneados y racializados y no por un pequeño puñado de peleles y criminales que se han querido robar nuestra esperanza.
Los jóvenes rebeldes son soñadores y Ernst Bloch, en su libro Principio de la Esperanza, dice; que “al soñador no burgués le complacen muchas cosas que los otros tienen. Pero, en lo esencial, se imagina una vida sin explotación, una vida que tiene que ser conquistada. No es el molusco sujeto a la pared que tienen que esperar lo que el azar le suministre, sino que traspasa las fronteras de lo dado, tanto en sus sueños como en sus acciones. La existencia feliz con la que él sueña se halla detrás de la nube de humo, la nube de humo de cambio gigantesco”.
Por estas formas mafiosas de control que construye el criminal, es que los jóvenes no creen ya en la democracia, en los partidos políticos, en la religión, en la escuela, en la universidad e incluso en la familia. Como afirmara en otro momento Galeano, al defender a los jóvenes, “les digo que los jóvenes tienen toda la razón en no creer en la democracia, toda la razón del mundo si hasta ahora han asistido a un espectáculo de circo”[2] y en ese circo “los políticos profesionales (…) se han especializado en saltos prodigiosos que les han permitido después hacer desde los gobiernos, todo lo contrario de lo que habían prometido desde el llano (…) cómo es posible que en el transito del llano a la cumbre la gente cambie tanto y se crea que los jóvenes son idiotas, que son ciegos, que son sordos, que no escuchan, que no ven, que no entienden (…) los jóvenes sí entienden, y en vez de acusarlos, más bien hay que preguntarse «qué mundo les estamos dejando, cómo es posible».[3]
Este grupo de criminales, comenzando con el Rector en funciones y respaldado por el crimen organizado que se ha enquistado en la institucionalidad del Estado y quienes ahora concluyeron el fraude, al afirmar su deseo de elegir al criminal de Walter Mazariegos como rector, que no piensen iniciar con su plan de represión y persecución en contra del estudiantado consciente, al estilo de la lista del zopilote, y más bien deben pensar que meterse con el estudiante sancarlista; es meterse con el pueblo guatemalteco y a la inversa. Por eso rescatar a la USAC es el primer paso para rescatar al país de estas mafias y así seguir con el camino trazado por tantos mártires, hombres y mujeres conscientes y rebeldes que dieron la vida por la USAC y por el país.
Notas:
[1] https://www.elmundo.es/cultura/2015/04/16/552eac9122601dbe508b4577.html, visto última vez el 25 de mayo.
[2] https://www.elcastellano.org/news/galeano-dice-los-j%C3%B3venes-tienen-raz%C3%B3n-no-creer-en-la-democracia, visto ultima vez el 25 de mayo de 2022.
[3] Ibidem
Kajkoj Máximo Ba Tiul. Maya Poqomchi, antropólogo, filósofo, teólogo, profesor universitario.
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