Con una inversión multimillonaria y realizada con dinero público en tiempos de crisis, la Expo 2015 enfrenta críticas por su estructura faraónica y mucho más
Las Expos (Exposiciones Universales) son eventos internacionales extraordinarios que acontecen cada cinco años y que involucran a millones de personas alrededor de un tema específico de interés general. Durante seis meses (mayo-octubre 2015), la ciudad de Milán, en el norte de Italia, será la sede de la próxima Exposición Universal -la Expo Milano 2015– cuyo tema será «Alimentar el planeta, energía para la vida».
Los números oficiales del mega-evento, del cual Brasil ya intentó ser sede -la ciudad de Sao Paulo presentó su candidatura y fracasó al intentar ser sede de la Expo 2020- son impresionantes. Un recinto expositivo de 110 hectáreas, situado al noroeste de Milán, hospedará los pabellones de 148 países y de decenas entre organizaciones internacionales, sociedad civil, ONGs y empresas. Todo alrededor de este espacio se estará realizando un mastodóntico complejo de grandes obras urbanísticas y de infraestructuras de transporte para la movilidad vehicular, fluvial y ferroviaria.
El mega-evento pondrá en marcha miles de actividades temáticas y alistará a varios cluster relacionados con cadenas específicas de alimentos (café, arroz, cacao, especies, frutas y verduras, cereales y tubérculos) y cadenas de identidad (bio-med, agricultura-nutrición y alimentación).
Los organizadores y compradores de los terrenos donde surgirá el recinto de la Expo 2015 -dos sociedades anónimas (Expo Spa y Arexpo Spa) con participación estatal mayoritaria cuyas estructuras administrativas son financiadas con fondos públicos, esperan no menos de 20 millones de visitantes -el 30% extranjeros-, así como la generación de unos 200 mil empleos directos e indirectos en 5 años y la participación de unos 36 mil voluntarios.
La inversión realizada es de casi € 1.750 millones, a los cuales habrá que sumar otros € 1.450 millones en concepto de gastos de gestión para la organización del evento y gastos capitalizados. El costo total del evento y de toda la logística e las infraestructuras se acerca a los € 11.000 millones. De acuerdo con los planes, la Expo Milano 2015 generaría unos € 25.000 millones de nueva actividad productiva y garantizaría más de € 10.500 millones de nueva riqueza en el territorio.
Sin embargo, las expectativas van mucho más allá del aspecto puramente económico. La gran innovación de esta nueva Exposición Universal descansa en la convicción de dar prioridad a los «legados inmateriales», es decir a la definición de directrices para hacer frente a los desafíos del nuevo milenio. En este sentido, el verdadero reto será «trazar caminos nuevos y proponer soluciones concretas y reales para garantizar, a cada persona, el derecho a una alimentación suficiente, sana y segura, priorizando la sostenibilidad ambiental, social y económica de la industria de la alimentación», se lee en el documento oficial de presentación de la Expo 2015.
Pese a los números y las grandes expectativas que están puestas en la mesa, la gigantesca maquinaria que durante casi 8 años ha venido preparando las condiciones para realizar este mega-evento está enfrentando fuertes críticas y hasta una oposición férrea.
Expo de los Pueblos
El año 2015 es la fecha límite puesta por Naciones Unidas para alcanzar los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio, plataforma aprobada en el año 2000 para rescatar del subdesarrollo a los pueblos del mundo. El próximo año, la Asamblea General de este organismo multilateral tendrá que evaluar los resultados logrados y definir nuevas estrategias.
En este contexto general, son más de 40 las asociaciones, organizaciones y ONGs que integran a la Expo dei Popoli (Expo de los Pueblos) y que, de forma simultánea con el evento oficial, realizarán un Forum dei Popoli (Foro de los Pueblos), donde promoverán temáticas y conceptos relacionados con la soberanía alimentaria y el derecho a la alimentación, promoviendo el debate público alrededor de un concepto diferente del lema «Alimentar el Planeta», sensibilizando e involucrando a la ciudadanía y las instituciones.
«Un mega-evento como esto trae consigo problemas graves que están relacionados con el consumo de suelo, la explotación laboral, la corrupción y hasta infiltraciones mafiosas. Sin embargo, creemos que es una ocasión importante para hacer escuchar nuestra voz sobre temas prioritarios como el derecho a la alimentación y la sostenibilidad ambiental, social, económica e institucional», dijo Giosuè De Salvo, vocero del Expo dei Popoli, a Opera Mundi.
Según él, es importante poder contrabalancear el excesivo protagonismo que tendrán las instituciones, tanto nacionales como internacionales, así como las empresas transnacionales del agronegocio. Para lograrlo, las organizaciones que conforman la Expo del Popoli están realizando actividades públicas en varias ciudades, en las escuelas, con productores agrícolas, grupos de consumo y con la población en general.
Además, han publicado un manifiesto. Este documento pretende dar respuestas reales al desafío de alimentar al planeta de manera sostenible. «Reafirmamos los conceptos de soberanía alimentaria, justicia ambiental y derechos humanos como un nuevo horizonte de batalla política y un nuevo paradigma de la lucha contra el hambre y la pobreza», subrayó De Salvo.
En este sentido, el Forum dei Popoli, que se realizará del 2 al 6 de junio de 2015 en Milán y que contará con la participación de 20 delegaciones multi-países y 200 delegados, dará voz a los movimientos campesinos del mundo y elaborará un documento final (Carta de Milano 2015), donde se recogerán los análisis y las propuestas de soluciones reales a la grave problemática del hambre y la pobreza.
«Instamos a las instituciones locales, nacionales e internacionales, a que tomen posiciones políticas claras sobre el modelo de desarrollo y la manera de hacer agricultura que quieren promover. Queremos que nos digan cómo piensan alimentar al planeta de forma sostenible, respetando los derechos fundamentales. Queremos estar ahí para comunicar políticamente e incidir en la conciencia y el imaginario de las personas. Queremos proponer soluciones», concluyó el también responsable del Área de Incidencia y Campañas de la organización Mani Tese.
¡NO EXPO!
La posición del Comité No Expo, que reúne a decenas entre organizaciones, sindicatos de base, movimientos sociales y populares y militantes de la izquierda radical italiana, es mucho más contundente. Para ellos, la Expo 2015 no es una oportunidad, sino una tragedia para el territorio, los bienes comunes y el presupuesto público.
«La Exposición Universal representa un modelo de desarrollo antiguo que ya no tiene razón de ser en el nuevo milenio. Acarreará una deuda pública superior a los 9.000 millones de euros, generará consumo de suelo para grandes obras e infraestructuras totalmente inútiles, y sustraerá a la producción de alimentos más de 100 hectáreas de terrenos ex agrícolas que, una vez terminado el mega-evento, serán en su mayoría privatizados y urbanizados», dijo Abo, del colectivo Off Topic, una de las organizaciones que integran al Comité No Expo, a Opera Mundi.
Los números que arroja la investigación realizada por el Comité No Expo avalan esta tesis, al tiempo que profundizan más las dudas sobre el significado de este mega-evento. La cantidad prevista de visitantes ya no es de 35 millones sino casi la mitad, mientras que los empleos directos no llegarían siquiera a 4.000 y todos precarios.
Además, en sus planteamientos, la Expo Milano 2015 parece obviar temáticas sensibles como las políticas impuestas por el agronegocio, la producción y comercialización de organismos genéticamente modificados, los efectos de la expansión de los monocultivos. Tampoco enfoca elementos como el uso de agrotóxicos, el acaparamiento y concentración de tierras y territorios en pocas manos (land grabbing), el desalojo forzoso de comunidades indígenas, negras y campesinas y un modelo de desarrollo basado en el saqueo y la explotación de los recursos naturales y los bienes comunes.
De igual manera, la presencia de las grandes corporaciones del agronegocio hace temer que quieren usar al Expo 2015 como «caballo de Troya para lanzar una nueva ofensiva y volver a abrir la puerta de Europa a los transgénicos», señala el comité.
También los escándalos de corrupción que, en los últimos meses, han embestido a la maquinaria de Expo Milano 2015, son prueba evidente de la continuidad de un sistema criminal que involucra a sectores del empresariado, la política y el tendido mafioso que domina en el norte de Italia. Para estos sectores, los mega-eventos y las grandes obras conexas son una oportunidad a la cual es imposible renunciar.
En este sentido, la fuerte crítica del Comité No Expo es multifactorial.
«Quieren imponernos un modelo de ciudad, de desarrollo y de uso del territorio y de los bienes comunes. Nuestro rechazo es absoluto y sin mediaciones. ¿Qué significado tiene hablar de ‘alimentar el planeta’ cuando el pabellón de Estados Unidos está financiado por Dupont -una de las más grandes empresas del agronegocio-, o si el de Suiza contará con la presencia masiva de Nestlé y si el patrocinador oficial del pabellón italiano será San Pellegrino, propiedad de la misma Nestlé?», se preguntó Abo.
La oposición a la Expo Milano 2015 ha venido creciendo. Investigaciones profundas están siendo realizadas para sustentar las fuertes críticas, y tuvieron como resultado la publicación de informes y del libro Expopolis, escrito por el colectivo Off Topic y el periodista Roberto Maggioni.
De igual manera el Comité No Expo ha desarrollado un sinnúmero de actividades y movilizaciones territoriales, que han involucrado a miles de ciudadanos de los territorios que serán afectados por las grandes obras de la Exposición Universal. El pasado 12 diciembre, por ejemplo, una nutrida movilización logró penetrar en los terrenos que hospedarán el recinto expositivo de Expo 2015 y paralizar las obras durante varias horas.
«El Expo 2015 será un fracaso y su herencia será más deuda, más cemento y más precariedad. Afortunadamente, el trabajo con los territorios ha venido convirtiéndose en un proceso de formación política, que radicaliza la calidad del conocimiento y los contenidos, transformando la preocupación inicial de las personas por el barrio en una lucha más amplia para la ciudad», concluyó el activista del colectivo Off Topic.
Grandes obras
El tema de las grandes obras cruza de manera transversal todo el entorno de Expo Milano 2015. Un ejemplo muy claro de ello es representado por la construcción de tres autopistas -TEM (Tangenziale Esterna Est Milano), BreBeMi (Brescia Bergamo Milano) y Pedemontana- y el proyecto de las Vías de Agua.
En el caso de las Vías de Agua, por ejemplo, el proyecto inicial preveía un pequeño desvío de las aguas del canal Villoresi para construir un sistema de canales navegables. Actualmente, la especulación edilicia y la corrupción lo han convertido en un proyecto sin sentido, que prevé la construcción de un solo canal de cemento de 22 kilómetros, con un costo aproximado de € 90 millones.
La ciudadanía se ha levantado contra el proyecto y, hasta el momento, ha logrado detener las excavaciones.
«La Exposición Universal no es más que un espejismo, una pantalla detrás de la cual se oculta el verdadero objetivo de promover transformaciones profundas del territorio, desde el punto de vista estructural e infraestructural. El hecho de redestinar 110 hectáreas de terrenos agrícolas responde a la lógica de hacer efectiva la transformación urbanística de este territorio», aseguró Luca Martinelli, redactor de la revista Altreconomia a Opera Mundi.
Según el periodista, la misma lógica ha servido para la construcción de las tres autopistas. «Es una verdadera paradoja. Por un lado se promueve el lema ‘alimentar el planeta, energía para la vida’ y, por el otro, se incentiva una obra totalmente inútil, que ocupará de manera definitiva más de 1.000 hectáreas de suelo agrícola y cuya inversión es superior a los € 10.000 millones», agregó Martinelli.
Además, varios terrenos que serán afectados por las autopistas son parte del Parque Agrícola Sur de Milán, el más grande parque agrícola de Europa, donde existen proyectos innovadores y estratégicos de construcción de hileras agroalimentarias y agricultura biológica, como por ejemplo los DESR (Distritos de Economía Solidaria Rural).
«En fin, la Exposición Universal tiene un solo objetivo real: especular y acumular beneficios y dinero», concluyó el periodista de Altreconomia.
Fuente original: Opera Mundi (portugués)
Fuente en español: LINyM