En aproximadamente un mes, cuatro bebés han muertos o gravemente lesionados por sus progenitores en el estado español: huesos rotos (los huesos de los bebés son muy flexibles y difíciles de romper), lesiones internas, quemaduras… A finales de julio las noticias hablaban de dos niñas en Galicia, luego las dos de Castelldefels y su madre… […]
En aproximadamente un mes, cuatro bebés han muertos o gravemente lesionados por sus progenitores en el estado español: huesos rotos (los huesos de los bebés son muy flexibles y difíciles de romper), lesiones internas, quemaduras… A finales de julio las noticias hablaban de dos niñas en Galicia, luego las dos de Castelldefels y su madre…
En Cataluña el año 2009 hubo 334 notificaciones por malos tratos en 2009 en niños y niñas de menos de un año, en el 2013 hubo 254… En la mayor parte de los países donde se ha estudiado seriamente el tema se ha visto que, como máximo, se detectan un 20% de los casos… Podemos decir pues que, sólo en Catalunya se superan (de largo) los 2.000 al año… ¡Más de 5 cada día!
En 2013 los casos notificados de malos tratos en el Estado Español fueron de 12.372 (61.860 si se detecta el 20%), 4.963 graves (24.815 el 100%).
Todos los empresarios dedicados a la cría de ganado (incluidos los criadores de ganado humano) saben que las condiciones de cría son estresantes, alienadoras y que arrasan física y mentalmente.
Los animales enjaulados sufren multitud de patologías, se deprimen, adelgazan, adquieren conductas maníacas de movimiento, se autolesionan, se agreden, practican el canibalismo… y matan a sus crías.
Los empresarios avícolas saben que por debajo de un espacio mínimo hay bajas por agresiones y muertes súbitas. Los ganaderos saben que administrando neurolépticos y tranquilizantes a los animales disminuye el impacto del canibalismo. Los porcicultores saben que si se desteta a los lechones más tarde disminuye la agresividad y la caulofagia( del latín caulo꞊cola, fagia꞊comer, literalmente, comerse la cola). Saben también que la mortalidad de los cerdos en su transporte al matadero disminuye en un 80% si se les administran neurolépticos. Y que la resistencia al estrés térmico de gallinas y cerdos es mayor cuando están tratados químicamente.
Todo se reduce a un cálculo de beneficios según el tipo de cría. Si hay un aumento de la producción para compensar las «bajas», se puede seguir adelante con beneficios.
Los que nos crían a nosotros y nos utilizan antes de llevarnos al matadero también saben todo esto… Por esto tratan de mantenernos pacificados y si no, disponen de un arsenal mayor que el de los empresarios zootécnicos: antidepresivos, ansiolíticos, sedantes, pastillas para dormir y para despertarse, medicamentos contra la hiperactividad, hormonas para las menopáusicas, terapeutas de todos los colores… Y en último término coerción pura y simple, los antidisturbios, la cárcel, el manicomio…
En el estado español se consumieron 56,7 dosis diarias de ansiolíticos e hipnóticos por cada mil humanos en 2011, un 46% más que en 2000… Sólo con lorazepam y alprazolam fueron ya 36 dosis.
Este caluroso verano un número importante de humanos enjaulados han desarrollado conductas infanticidas, de un canibalismo social, social porque va emparejado con la familia nuclear, la pareja binaria y el patriarcado, porque va unido a la idea de posesión y dominación sobre los hijos transformados en objeto de consumo y de «prestigio» social.
Adultos humanos han hecho la vida imposible a 8 crías, enfermos por dominados, enfermos de ansias de dominar… Enfermos de dominación, enfermos de patriarcado… ¡Pero finalmente dominadores, finalmente enemigos de la vida libre!
Estos humanos infanticidas son tan despiadados como la gallina caníbal que picotea sus pollitos hasta la muerte… A las gallinas que matan a sus pollos, tradicionalmente se las envía directamente a la olla. Pero todavía más despiadado es el sistema de dominación y domesticación que los hace aflorar, la megamáquina de la desdicha que tritura a los humanos, a los animales y a la tierra.
Blog del autor: http://archivomoai.blogspot.com.es/2015/10/un-verano-con-demasiados-ninos-y-ninas.html