Lo asegura Jacinto Suarez, ex Guerrillero, Secretario de Relaciones Internacionales del Frente Sandinista, actual Diputado por el FSLN y candidato en su país para las elecciones de noviembre, en entrevista concedida a Nuestra Bandera en el marco del encuentro internacional de Partidos Comunistas y Revolucionarios celebrado en Lima entre el 26 y el 28 de […]
Lo asegura Jacinto Suarez, ex Guerrillero, Secretario de Relaciones Internacionales del Frente Sandinista, actual Diputado por el FSLN y candidato en su país para las elecciones de noviembre, en entrevista concedida a Nuestra Bandera en el marco del encuentro internacional de Partidos Comunistas y Revolucionarios celebrado en Lima entre el 26 y el 28 de agosto del 2016.
Jacinto Suarez llega a nosotros acompañado por la embajadora de su país, Marcela Pérez Silva, y acepta de buen agrado responder algunas preguntas nuestras. Veamos…
-NB. ¿Cuáles son sus impresiones del encuentro que tiene lugar en Lima, compañero?
-J:S.. Pienso que aquí se registra un movimiento unitario de la izquierda. Tiene, por ahora, un camino común y está definiendo un proceso. Es un camino que ya comenzó y que debe continuar. Es lo deseable.
No hay, ni ha habido un América Latina un sólo proceso de avance que transite por la ruta de la división. La unidad, es la única ruta viable. Todos han recorrido el camino de la unidad para afirmar sus avances.
Eso ocurrió también en el Perú. Aquí tuvieron una experiencia valiosa en el pasado -la Izquierda Unida-, y con ella alcanzaron victorias. Cuando la unidad se quebró, vinieron las derrotas. Esa, es una experiencia que ustedes están viviendo.
Perú es un país muy importante en América Latina. Tiene un muy fuerte arraigo nacional, historia, cultura milenaria, un pueblo maravilloso, pero también grandes retos y enormes dificultades. Atraviesa por un proceso muy complejo que sólo los peruanos pueden resolver.
Para que haya un gobierno progresista, será necesario que la izquierda gane la voluntad ciudadana. Y eso, solo será posible cuando forje su unidad.
Y si en el Perú surge algo bueno, eso será bueno para América Latina. Ahora que el imperialismo agrede, es muy importante la unidad.
La unidad de los comunistas -como se plantea aquí- es muy importante, pero es insuficiente. Hay que unir a sectores muy amplios.
NB. ¿Cómo ve el escenario político de su país en el marco de las elecciones nacionales pre vista para noviembre de este año, compañero?
-J.S.. Hemos podido ya en este encuentro explicar lo que ocurre en Nicaragua. Es una situación excepcional.
En mi país hubo una dictadura -los Somoza- que derribamos. Y llegamos al Poder mediante la lucha armada. Construimos, a partir de allí un Poder Popular que se ha mantenido y se mantiene. En u n momento -en 1990- perdimos las elecciones y con eso perdimos el gobierno, pero no perdimos nunca realmente el Poder. Por eso, cuando ganamos nuevamente el 2007, recuperamos el paso y continuamos el camino de la reconstrucción de Nicaragua. En eso estamos.
En los últimos diez años, Nicaragua ha vivido un proceso muy grande de cambios y reconciliación, de reconstrucción y unidad nacional.
La economía crece anualmente a un ritmo sostenido del 4.5 y 4.6%. Es la más estable de la región. Y en el país, se afirma la seguridad nacional, la paz y la tranquilidad pública.
El Gobierno practica una política independiente y soberana cuyo propósito esencial es encarar y resolver los problemas de la población. Y eso, lo entiende claramente la ciudadanía, que rechaza cualquier propuesta de corte neo liberal.
En las elecciones de noviembre está planteado así el tema: O Nicaragua sigue el derrotero que se ha planteado, o retorna al «modelo» neo liberal que ha sumido en una crisis profunda a muchos países y que en Nicaragua misma, hizo mucho daño.
El desenlace de esa contradicción es enteramente previsible. Las encuestas le otorgan al Sandinismo el 65% de las preferencias electorales.
Aquí se confirma la idea de que los pueblos nunca atentan contra ellos mismos. En un momento, hasta se pueden equivocar, pero nunca atentan contra sí mismos.
Hoy, en Nicaragua el Sandinismo está más vivo que nunca. Nicaragua es un país que avanza.
-NB. La campaña del enemigo formula dos objeciones contra el escenario político de Nicaragua de hoy: la inclusión de la compañera Rosario Murillo -esposa del Comandante Daniel Ortega en la fórmula presidencial del FSLN- y la deposición de un grupo de congresistas que fue retirado del Parlamento por haber cambiado de bancada. ¿Cómo responde el Sandinismo a eso?
-J.S. El caso de la compañera Rosario, es muy claro. Ella es una personalidad muy fuerte en el escenario de Nicaragua. No asomó hoy. Trabajó y luchó desde los años 70, contra la dictadura. Hizo un trabajo político y militar intenso. Y se ganó la más amplia simpatía de la población.
Hoy tiene un apoyo popular inmenso. Está en la fórmula presidencial no porque sea la esposa del Presidente, sino por su propia valía, por lo que ella misma significa con su trabajo y con su aporte a la vida nacional. Y no hay ninguna disposición legal que cuestione su derecho a ser candidata.
Siempre hizo un gran trabajo y ese trabajo hoy, está dando excelentes resultados.
El otro tema, el de los diputados cuestionados por los organismos constitucionales, también es claro. Se usa para atacar a Nicaragua, pero eso no tiene fundamento alguno y revela la hipocresía de nuestros adversarios.
En El Salvador, hace algunos años, 84 diputados fueron privados de su mandato parlamentario. Y nadie dijo nada. Hoy se hace escándalo con el tema en Nicaragua para atacar al país y a su gobierno.
El tema es simple: se trata de un conflicto o que surgió en otro Partido. Una cantidad de sus parlamentarios decidieron emigrar y fundar un otro partido. La ley establece en Nicaragua que cuando un diputado abandona el Partido en el que fue electo, pierde su mandato y es automáticamente reemplazado por su alterno que se mantiene en el mismo Partido.
No ha disminuido el número de diputados. Tampoco ha cambiado la correlación de fuerzas en el congreso. El gobierno cuenta con un determinado número de parlamentarios que lo apoyan y hay otro numero de congresistas que hace la oposición. Las cifras se mantienen iguales. Han cambiado personas, porque la ley prohíbe el transfuguismo. Y eso, lo sabían los que renunciaron a su partido y constituyeron otro. Pero aun así, la crisis se ha resuelto y todas las partes han aceptado la realidad.
-NB. Hay quienes reivindican la existencia de supuestos «sandinistas disidentes», el Movimiento de Renovación Sandinista, creo que así se llama, ¿cómo es ese asunto?
-J.S. Cuando surgió ese movimiento contra el FSLN, en 1990, el Frente Sandinista obtuvo el 35% de los votos. Y ellos obtuvieron el 0.35%.
El llamado MRS responde a una operación burbuja. No tiene ningún apoyo ciudadano. Es una «fuerza» mediática, no real.
Su dirigente viajó recientemente a Washington para pedir, en Estados Unidos, que se aplique contra su país la llamada «Carta Democrática». Así lo solicitaron al señor Almagro, de la OEA. ¿Qué autoridad pueden tener?
-NB. Finalmente, compañero, ¿cómo ve usted el proceso político centroamericano?
-J.S. .En Centroamérica, la situación es, por cierto, complicada. En algunos países se han registrado notables avances. En El Salvador, por ejemplo, donde el FMLN ganó las elecciones. En Honduras, donde no había realmente una fuerza popular grande, ahora la hay, luego del golpe que derrocara a Manuel Zelaya. La gente se ha organizado, y lucha. En Guatemala, ha crecido también la conciencia política de la gente. En Costa Rica, el Frente Amplio tiene 9 parlamentarios en una Cámara de 48. No es poca cosa. Pero hay problemas.
Estados Unidos se mete en todo y busca quebrar la acción progresista de pueblos y gobiernos. Tiene en sus manos instrumentos poderosos para someter y doblegar. Y tiene contactos serios a nivel de casi todos los gobiernos.
Hoy hace una campaña muy dura contra El Salvador. Allí la oligarquía -que es poderosa- se ha llevado capitales y está saboteando la economía. Y hay un problema social muy serio con las «Maras», que son bandas delictivas exportadas por los Estados Unido a Salvador y que crean conflictos muy serios en el país.
Todo eso genera un clima de inestabilidad que alienta el gobierno de los Estados Unidos y aprovecha la oligarquía. Por eso, la situación es difícil, pero los pueblos sabrán salir adelante.
NB. Muchas gracias, compañero Jacinto y muchos éxitos a ustedes.
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