El Papa Francisco reiteró ayer su mensaje de apoyo a los migrantes al pedir «un horizonte de paz» para ellos e instó a los líderes políticos, religiosos y sociales a no apagar «la esperanza de su corazón» y no sofocar «sus expectativas», durante el primer ángelus del año. Ayer, 1 de enero, la iglesia católica […]
El Papa Francisco reiteró ayer su mensaje de apoyo a los migrantes al pedir «un horizonte de paz» para ellos e instó a los líderes políticos, religiosos y sociales a no apagar «la esperanza de su corazón» y no sofocar «sus expectativas», durante el primer ángelus del año. Ayer, 1 de enero, la iglesia católica celebró la 51 Jornada Mundial de la Paz, que precisamente inaugura el 2018 con el lema: «Migrantes y refugiados: hombres y mujeres que buscan la paz».
«Deseo, una vez más, dar voz a estos hermanos y hermanas que invocan para su futuro un horizonte de paz. Para esta paz, que es el derecho de todos, muchos de ellos están dispuestos a arriesgar sus vidas en un viaje, que en la mayoría de los casos es largo y peligroso, para enfrentar sus dificultades y sufrimiento. No extingamos la esperanza en sus corazones, no sofoquemos sus expectativas de paz!», manifestó el Papa.
También señaló que es importante que todas las instituciones civiles, educativas, de asistencia y eclesiales estén presentes en «el compromiso de garantizar a los refugiados, a los inmigrantes un futuro de paz». «Que el Señor nos conceda el trabajo en este nuevo año con generosidad para crear un mundo más solidario y acogedor», manifestó.
Asimismo, invitó a los católicos a custodiar la libertad y dedicar unos minutos de silencio a Dios cada día frente a «las banalidades corrosivas del consumo» y «las olas impetuosas de las murmuraciones». También advirtió de la «ruidosa confusión de la publicidad» y «la abundancia de palabras vacías» para «custodiar el alma».
Lo que importa
El Papa instó a los fieles a mirar en su corazón para comenzar el nuevo año «desde el centro, dejar atrás los fardos del pasado y empezar de nuevo desde lo que importa». También reivindicó la figura de la Virgen María que recuerda que «Dios se ha hecho cercano con la humanidad como un niño a su madre que lo lleva en el seno».
«La palabra madre (mater) hace referencia también a la palabra materia. En su Madre, el Dios del cielo, el Dios infinito se ha hecho pequeño, se ha hecho materia, para estar no solamente con nosotros, sino también para ser como nosotros», dijo.