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Intervenciones de EEUU en Latinoamérica

Haití: Invasión y golpe de Estado

Fuentes: IAR Noticias

La historia de las intervenciones armadas de los Estados Unidos -directas o indirectas – en los países del continente americano, es casi dos veces centenaria.Sólo en los últimos cincuenta años pueden citarse, aparte su participación más o menos directa y discreta en numerosos golpes de Estado :1) La invasión a Guatemala en 1954, desde Honduras, […]

La historia de las intervenciones armadas de los Estados Unidos -directas o indirectas – en los países del continente americano, es casi dos veces centenaria.
Sólo en los últimos cincuenta años pueden citarse, aparte su participación más o menos directa y discreta en numerosos golpes de Estado :

1) La invasión a Guatemala en 1954, desde Honduras, encabezada por el general Castillo Armas, promovida por la United Fruit, equipada y financiada por Estados Unidos ;
2) La invasión -fracasada- a Cuba en abril de 1961, financiada y equipada por los Estados Unidos,
3) La invasión de los » marines » a Santo Domingo en 1965 ;
4) El golpe de Estado en Chile en 1973, promovido y financiado por el Gobierno de los Estados Unidos ;
5) La invasión de los » marines » a Granada en 1983 ;
6) El entrenamiento y aprovisionamiento de los » contras » de Nicaragua, basados en Honduras, en el decenio del 80 ;
7) El golpe de Estado en Haití en 1991.

Cuando Aristide asumió el Gobierno en Haití en 1991, propuso aumentar el salario mínimo de 1,76 a 2,94 dólares por día. La Agencia para la Inversión y el Desarrollo de los Estados Unidos (USAID) se opuso a esta propuesta, diciendo que significaría una grave distorsión del costo de la mano de obra.

Las sociedades estadounidenses de ensamblado radicadas en Haití (es decir la casi totalidad de las sociedades extranjeras) concordaron con el análisis de la USAID y, con la ayuda de la Agencia Central de Inteligencia, prepararon y financiaron el golpe de Estado contra Aristide (Haití After the Coup. A Special Delegation Report of the National Labor Committee. Education Fund in Support of Worker and Human Rights in Central America, New York, April 1993).

Como la reacción internacional (el embargo) y el caos interno paralizaron las labores de las sociedades estadounidenses en Haití, las tropas de ese país, con el aval del Consejo de Seguridad, restablecieran a Aristide en el Gobierno (y aseguraran al mismo tiempo la impunidad y un confortable retiro a los jefes militares golpistas).

La intervención actual en Haití es una variante de las intervenciones armadas directas llevadas a cabo por los Estados Unidos, esta vez con la colaboración de Francia y con el aval » ex post-facto » del Consejo de Seguridad.

Los grupos que desencadenaron las acciones armadas en el norte de Haití, compuestos en su mayor parte por bandas responsables de masacres de civiles, una de ellas hasta hace poco al servicio de Aristide, están significativamente bien armadas y entrenadas.

Es más que probable que sus bases hayan estado en la vecina República Dominicana :
El canciller haitiano Joseph Antoine y el Comisario de la Policía Nacional Haitiana realizaron una visita a la República Dominicana el 24 de octubre de 2002 para expresar al Gobierno dominicano su preocupación por la actividad conspirativa de refugiados haitianos en territorio dominicano (Diario Última Hora, Rep. Dominicana, 24/10/02).

El giro autoritario y represivo del Gobierno de Aristide, sumado a la gravísima situación social, a la que contribuyeron decisivamente las políticas impuestas por Fondo Monetario Internacional, exacerbó la crisis política y dio nuevos bríos a la oposición » pacífica «.

Esta situación creó las condiciones favorables para desatar la » lucha armada » de los » combatientes por la libertad » (según la expresión de Reagan refiriéndose a los » contras » nicaragüenses).
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Las concesiones de último momento de Aristide, que se manifestó dispuesto a dialogar con la oposición civil y darle participación en el Gobierno, chocó con la inflexibilidad de ésta , que exigió la partida del Presidente, seguramente confortada por el avance de los grupos armados sobre Puerto Príncipe y la actitud de los Gobiernos francés y estadounidense.

Finalmente el 29 de febrero Aristide fue embarcado por los » marines » en un avión estadounidense que lo llevó a la República Centroafricana y horas después el Consejo de Seguridad adoptó una resolución » tomando nota »
de la » renuncia » de Aristide y autorizando el despliegue de una fuerza internacional en Haití , cuando los » marines » ya estaban instalados allí y habían echado al Presidente.

El candidato demócrata a la presidencia de los Estados Unidos, John Kerry, ha criticado al gobierno estadounidense por su política especto a Haití. John Kerry sabe de qué habla :
el Subcomité de Relaciones Exteriores sobre Terrorismo, Narcóticos y Operaciones Internacionales, que dirigía el senador John Kerry, hizo público un informe el 13 de abril de 1989, donde se documentaba que el Gobierno de los Estados Unidos había reclutado narcotraficantes, utilizaba sus aviones para aprovisionar a la contra nicaragüense, y que esos aviones iban a Centroamérica con armas y regresaban con drogas.

En un despacho fechado el 8 de marzo se puede leer :

El primer ministro de Jamaica, Percival Patterson, aseguró hoy que la Comunidad del Caribe (CARICOM) se rehúsa a participar en la fuerza multilateral internacional de Naciones Unidas para la crisis haitiana.
En un comunicado difundido por la cancillería se informó que Patterson, como actual presidente de CARICOM, explicó en profundidad al enviado especial de la ONU para Haití, Reginald Dumas, los esfuerzos del bloque regional por solucionar la difícil situación en la ex colonia francesa.
Destacó que este lunes se enviaría al secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, un reporte sobre las discusiones sostenidas el pasado fin de semana entre Patterson y Dumas.
De acuerdo con la declaración, el premier jamaicano expresó desencanto con la evolución de los acontecimientos en Haití y explicó que CARICOM tomó varias decisiones, incluida la no participación en la fuerza multilateral desplegada en ese país antillano.
A raíz de la salida del poder del presidente Jean Bertrand Aristide el pasado 29 de febrero y ante las acusaciones del ex sacerdote católico acerca de que había sido víctima de ‘un golpe de estado moderno’ orquestado por Estados Unidos, Patterson exigió una investigación seria sobre el asunto.
El presidente de CARICOM recalcó entonces que no se podía encontrar ninguna excusa al retiro anticonstitucional de cualquier dirigente, al tiempo que advirtió que lo ocurrido en Haití constituye un precedente muy peligroso para todos los dirigentes democráticamente electos y los gobiernos del mundo.

El 9 de marzo la Unión Africana ha estimado que la partida de Aristide del poder es inconstitucional y que constituye un precedente peligroso para toda persona elegida en condiciones regulares. (AFP, Addis Abeba, 9 de marzo).

Y el mismo 9 de marzo France Press informa :

WASHINGTON, le 9 mars (AFP) – Les Etats-Unis s’emploient à trouver un remplaçant pour le Premier ministre haïtien Yvon Neptune, a affirmé lundi soir le secrétaire d’Etat américain Colin Powell. M. Neptune était un proche de l’ancien président Jean Bertrand Aristide, parti il y a plus d’une semaine en Centrafrique, mais était resté en fonction.

(Los Estados Unidos se esfuerzan por conseguir un remplazante para el Primer Ministro haitiano Yvon Neptune, afirmó el lunes a la noche el Secretario de Estado americano Colin Powell. Neptune, quien conserva sus funciones, era un allegado del ex presidente Aristide, que partió hace más de una semana a la República Centroafricana).

Es decir, una vez más, como en muchos otros países, Estados Unidos se comporta en Haití como en territorio conquistado. Y sus tropas ya han comenzado a asesinar ciudadanos haitianos.

Esta situación, cuya gravedad han señalado con acierto el Presidente de la CARICOM y la Unión Africana , además de violar el derecho internacional y borrar de un plumazo la Carta Democrática Interamericana de 2001, supuestamente destinada a preservar la estabilidad institucional de los Estados del continente, no ha provocado reacción alguna de los Gobiernos latinoamericanos.

Al contrario, Chile ya ha enviado 328 militares y Brasil ha prometido tropas, avalando así una intervención más de los Estados Unidos en el Continente.

Brasil se ofrece para comandar el contingente internacional, olvidando que dicho comando ya lo ocupa Estados Unidos.

No se puede ignorar que este episodio forma parte de la política estadounidense de colonización militar y económica del continente, a través de intervenciones militares, bases, asesores militares ejercicios conjuntos , plan colombia, iniciativa regional andina, plan puebla panamá, proyecto alca, tlcan-nafta, tratados bilaterales, tratado centroamericano de libre comercio (cafta), etc.

Debería formarse una comisión de parlamentarios de América Latina y el Caribe para que investiguen sobre el terreno , es decir en Haití y en la República Dominicana, quién entrenó y armó a las milicias haitianas y también las condiciones en que Aristide dejó la Presidencia y el país.

Los gobiernos de América Latina deberían tomar ejemplo de la CARICOM y de la Unión Africana, cambiar de actitud y exigir el retiro de las tropas estadounidenses y francesas de Haití y su reemplazo por un contingente latinoamericano y caribeño en el marco de los procedimientos establecidos por la Carta Democrática Interamericana, es decir en consulta con las legítimas autoridades haitianas.

El Parlamento francés, por su parte, debería designar una comisión para que investigue el papel desempeñado por Francia en este asunto.

Alejandro Teitelbaum es Representante de la Asociación Americana de Juristas ante las Naciones Unidas en Ginebra, Suiza.