Ignoro a qué puñetas fue Chirac a Barcelona, cuando desde hace casi treinta años (el 20 de noviembre se cumplen) sabe que todo quedó en España atado y bien atado. Y hoy nuestros dos grandes partidos entonan loores a la Constitución neoliberal escrita por Giscard d’Estaing uno de los presidentes más reaccionarios que ha tenido […]
Ignoro a qué puñetas fue Chirac a Barcelona, cuando desde hace casi treinta años (el 20 de noviembre se cumplen) sabe que todo quedó en España atado y bien atado. Y hoy nuestros dos grandes partidos entonan loores a la Constitución neoliberal escrita por Giscard d’Estaing uno de los presidentes más reaccionarios que ha tenido Francia. Tanto el partido que se proclama popular sin que su doctrina económica se amolde a tal denominación, como el socialista, indigno ya de tan estimable apelativo, coinciden en mantenerlo todo como está.
Pienso que el presidente francés fue a España con vistas a su campaña francesa, porque todavía está bien visto fotografiarse con Zapatero y las cosas no le van muy bien de este lado de los Pirineos. Además de la foto, a Chirac le interesa un gran éxito del sí en nuestro país que sirva de ejemplo a sus ciudadanos.
Porque aquí el resultado no está cantado. Desde que los grupos opuestos revelan los puntos ocultos que encubren las frases ambiguas del texto, el no avanza.
Se descubre lo que entraña la directiva Bolkestein , denominada hasta ahora «liberalización de servicios». Según ella, un rumano o una empresa rumana (ejemplo entre cuarenta) pueden instalarse y trabajar en Arteixo con los salarios, seguridad social, derechos laborales, etcétera, que se practican en su país de origen (a veces 5 euros por hora.). ¿Cómo competir con ellos? Será un desastre para la economía local.
Un comentarista tiene el deber de explicar todos los aspectos de un problema, para que el lector se decida con la mayor claridad, lo que voy a tratar de hacer tras una buena lectura del texto.
¿Quiere usted que: una empresa, fuera de su país, se someta únicamente a la legislación de su país de origen, en los aspectos de derecho al trabajo, normas medioambientales o de protección de los consumidores? ¿Que el capital y las empresas tengan tanta o más libertad que los humanos? (art. I-2). ¿Que la flexibilidad (derecho al despido) del trabajo constituya un valor europeo, mas no el derecho al trabajo ni el de los trabajadores? (art. II-75). ¿Que lo primero que habrá que salvar en caso de crisis social o de guerra sea «el funcionamiento del mercado»? (art.III-131).
¿Que el Banco Central Europeo, exento de todo control, otorgue créditos a los especuladores mas no a los Estados que quieran incrementar el empleo? (art. III-181). ¿Que el euro sirva para proteger a los capitales extranjeros? (art. I-53 y I-54). ¿Que un país que atraviesa una recesión sufra una sanción financiera impuesta por los países más prósperos? (art. IIII-184).
¿Que los derechos sociales queden supeditados a la «necesidad de mantener la competitividad de las empresas»? (art. III-209). ¿Que se reconozca la «libertad de buscar un empleo» a sabiendas de que tal empleo no existe y el paro se extiende? (art. II-75-2). ¿Que se limite la armonización de remuneraciones, el derecho de asociación y el derecho de huelga? (art. III-210).
¿Que no mencione ni una sola vez a los servicios públicos , y que los referidos servicios se dobleguen ante la competitividad y la liberalización ? (art.-145). ¿Que la educación, la salud y los servicios contra la contaminación constituyan los objetivos venideros de las privatizaciones? (acuerdos AGCS).
¿Que cualquier intento de revisión de la Constitución haya de obtener la unanimidad de los miembros, y no la mayoría? (art. IV-443).
¿Que el principio de la laicidad esté ausente de la Constitución? (art.I-51). ¿Que se reconozca el derecho a casarse y de crear una familia, mas no el de divorciarse? (art.II-69).
¿Que la defensa de Europa y sus intervenciones exteriores dependan de la OTAN? (art.I-41)
Si aprueba usted esos puntos, vote sí. En caso contrario, haga como yo.