Un ataque suicida ha golpeado las proximidades de la legación diplomática estadounidense en la capital de Afganistán causando al menos 16 muertos, siete de ellos extranjeros, según la policía afgana y los equipos de rescate. El suceso fue provocado por un potente coche bomba, que destrozó un vehículo militar de EEUU cuando pasaba cerca de […]
Un ataque suicida ha golpeado las proximidades de la legación diplomática estadounidense en la capital de Afganistán causando al menos 16 muertos, siete de ellos extranjeros, según la policía afgana y los equipos de rescate.
El suceso fue provocado por un potente coche bomba, que destrozó un vehículo militar de EEUU cuando pasaba cerca de la embajada estadounidense en Kabul.
El atentado suicida se produjo en pleno centro de la capital afgana, a 120 metros de la Embajada estadounidense y muy cerca de la famosa estatua del héroe nacional de Afganistán, Ahmed Massoud, en una zona especialmente protegida.
Se trata del atentado más sangriento en Kabul desde la caída del régimen taliban hace cinco años.
Dos soldados estadounidenses han fallecido a causa del atentado, según el portavoz del ejército de EEUU, el comandante de EEUU Thomas Collins.
Además, el portavoz del ministerio afgano del Interior, Yousuf Stanizai, cifra en ocho el número de afganos muertos y eleva el número de heridos a 15, cinco de ellos muy graves.
El atentado se ha producido en viernes, día de oración para los musulmanes, lo que constituye un hecho poco habitual.
Kabul era hasta ahora una de las ciudades más seguras del país y donde hay mayor control policial y militar, por lo que no eran frecuentes los ataques suicidas.
Los combatientes talibanes comenzaron a atentar contra las tropas extranjeras el pasado año para forzar su salida del país y desestabilizar el Gobierno del presidente Hamid Karzai.
Más de 2.000 personas han muerto en el último año a consecuencia de los atentados talibanes.
Un día antes, más de 200 supuestos talibanes y cuatro soldados de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF), con mandato de la OTAN, murieron en el sur de este país, en el marco de la ‘operación Medusa’ iniciada el 2 de septiembre.
Precisamente en esa fecha, 14 soldados británicos fallecieron al estrellarse el avión de la OTAN en el que viajaban en Afganistán, en las cercanías de la ciudad de Kandahar, informó el Ministerio de Defensa del Reino Unido. Un portavoz talibán reivindicó la acción, aunque el Gobierno británico y la OTAN coincidieron en que la caída del aparato se debió a un accidente.