A poco más de dos meses de las elecciones presidenciales en Francia, fuerzas de la izquierda parecieron acercarse hoy a una alianza, mientras los candidatos favoritos continuaron sus respectivas campañas.El llamado de la aspirante al Palacio del Elíseo del Partido Ecologista Francés (Los Verdes), Dominique Voynet, encontró al menos buena receptividad en otras organizaciones que […]
A poco más de dos meses de las elecciones presidenciales en Francia, fuerzas de la izquierda parecieron acercarse hoy a una alianza, mientras los candidatos favoritos continuaron sus respectivas campañas.
El llamado de la aspirante al Palacio del Elíseo del Partido Ecologista Francés (Los Verdes), Dominique Voynet, encontró al menos buena receptividad en otras organizaciones que se consideran a la izquierda del Partido Socialista (PS).
En igual sentido se pronunció la candidata del Partido Comunista de Francia (PCF), Marie-George Buffet, quien fustigó en duros términos a la plataforma del representante de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), Nicolás Sarkozy.
Asimismo, el líder de la juvenil Liga Comunista Revolucionaria (LCR), Olivier Besancenot, dijo que en cualquier caso se hace necesario un análisis que conduzca a la unidad y cohesión de la izquierda para enfrentar la poderosa maquinaria del centro y la ultraderecha.
Los enfoques en sentido general coincidieron en fustigar en particular a la UMP de Sarkozy, y subrayaron que la ambigüedad de la plataforma de Ségolene Royal (PS) tampoco es confiable.
Es una línea muy delgada que confunde al electorado que no puede distinguir cual de las promesas es tangible, en el caso de la UMP y el PS, opinaron.
Mucho más cuando no quedan claras las propuestas en torno al empleo, que para muchos analistas será tema decisivo en la venidera contienda por la jefatura de Estado de Francia.
Ante este panorama no pierde oportunidad el Frente Nacional (FN) de Jean-Marie Le Pen aprovechando las brechas que dejan los favoritos de las encuestas, renovando el peligro de otro brote de xenofobia en territorio galo.
En el ruedo electoral parece inminente la entrada de José Bové, enemigo de la globalización neoliberal.
Aunque el anuncio oficial lo hará el 1 de febrero, Bové fue considerado por el PCF como un componente de «división y confusión».
Ganó notoriedad al encabezar las manifestaciones contra la conferencia ministerial de la Organización Mundial de Comercio en Seattle, Estados Unidos, en el año 2000.
La nominación de Bové ocurrió casi al unísono con la declinación del líder ecologista Nicolás Hulot a su eventual candidatura para la conquista del Palacio del Elíseo.
Otro que pudiera recoger frutos ante una aparente confusión de los votantes es el representante centrista de la Unión por la Democracia Francesa (UDF), Francois Bayrou.
Los sondeos publicados este lunes indican que se mantiene la ligera ventaja de Sarkozy sobre Royal, quienes tendrían que ir a segunda vuelta, en la cual ganaría el candidato de la UMP.