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Miles de italianos se manifestaron contra la ampliación de una base militar estadounidense

Fuentes: Radio Cooperativa

La manifestación encabezada por una pancarta que decía «Rebelarse es justo» se desarrolló en la ciudad de Vicenza sin mayores incidentes, a pesar de los temores sobre acciones de violencia. Una manifestación en la localidad italiana de Vicenza contra la ampliación de la base militar estadounidense de «Camp Ederle» transcurrió este sábado sin contratiempos y […]


La manifestación encabezada por una pancarta que decía «Rebelarse es justo» se desarrolló en la ciudad de Vicenza sin mayores incidentes, a pesar de los temores sobre acciones de violencia.

Una manifestación en la localidad italiana de Vicenza contra la ampliación de la base militar estadounidense de «Camp Ederle» transcurrió este sábado sin contratiempos y en un ambiente festivo a pesar de las previsiones de altercados.

La protesta congregó a 200.000 personas, según los organizadores, y a entre 70.000 y 80.000, según la jefatura de policía, indicaron medios locales.

Pancartas, cánticos, bailes, globos y numerosas banderas arco-iris con el símbolo de la paz jalonaban la manifestación, que estuvo encabezada por un grupo de mujeres y niños de esa localidad norteña.

La cabeza de la manifestación portaba una pancarta que decía: «Rebelarse es justo».

Los ciudadanos protestaban contra la ampliación, ya aprobada por el Gobierno, de la base de «Camp Ederle», a lo que se comprometió el anterior Ejecutivo, para doblar la extensión del cuartel y alojar 4.500 soldados en lugar de los actuales 2.750.

La manifestación acabó con la intervención del Premio Nobel de Literatura italiano Dario Fo, quien señaló que «alguno tendrá lágrimas en los ojos, sobre todo alguno del mundo político que pensaba que hoy en Vicenza habría sido el desastre».

El ministro de Interior, Giulinano Amato, que había advertido de la posibilidad de que se produjeran episodios violentos, mostró «una gran satisfacción por el desarrollo pacífico y sin incidentes» de la manifestación, según un comunicado.

Amato indicó que la participación pacífica de los ciudadanos contribuyó a «malograr el riesgo de infiltraciones», que era «un riesgo concreto», como lo demostraron «la vil pancarta expuesta y coros procedentes de un sector específico del cortejo que ha sido bien localizado por las fuerzas del orden».

El ministro se refería a una pancarta en la que se leía: «Libertad para los compañeros, de vuestros compañeros de lucha», en referencia a las personas detenidas esta semana por la policía, presuntamente vinculadas a las Nuevas Brigadas Rojas».

Más de 1.500 agentes fueron movilizados para la seguridad y se prohibió el vuelo a los aviones civiles en Vicenza, donde las escuelas permanecieron cerradas, al igual que muchos comercios.

El primer ministro Romano Prodi, dijo a una radio que «las manifestaciones son la sal de la democracia, pero deben ser pacíficas, serenas y sin violencia».

La manifestación dejó ver esta semana la discrepancias en el seno de la coalición gubernamental, después de que algunos miembros del Gobierno dijeran que participarían, pero Prodi pidió que no lo hiciesen y así lo aceptaron.

De todas formas, fueron muchos los representantes de los partidos de la izquierda progresistas, entre ellos el secretario de Comunistas Italianos, Olivero Diliverto, quien dijo que el Gobierno «debe tener en cuenta que hay un gran pueblo de la paz» que están en su electorado.

La coalición de centroderecha está a favor de la ampliación de la base y el líder conservador, Silvio Berlusconi, señaló que era un día «triste».

El ministro de Defensa, Arturo Parisi, señaló desde Roma que el Gobierno «vigilará» para que en la realización del proyecto de ampliación de la base «se tengan en cuenta, al máximo, la exigencias locales».