Varsovia fue este sábado escenario de varias protestas que exigían al gobierno de Polonia desistir de su idea de permitir la instalación de un nuevo sistema antimisiles estadounidense en territorio polaco. Los manifestantes denunciaron que albergar los misiles de intercepción supone una amenaza para la seguridad de su propio país. Cientos de polacos salieron este […]
Varsovia fue este sábado escenario de varias protestas que exigían al gobierno de Polonia desistir de su idea de permitir la instalación de un nuevo sistema antimisiles estadounidense en territorio polaco. Los manifestantes denunciaron que albergar los misiles de intercepción supone una amenaza para la seguridad de su propio país.
Cientos de polacos salieron este sábado a las calles de Varsovia para protestar contra la instalación del nuevo sistema antimisiles estadounidense en Polonia.
Sin embargo, el gobierno polaco desde febrero pasado ha manifestado su disposición a Washington para abrir las negociaciones con vistas al establecimiento de una base del sistema antimisiles estadounidense que protege el territorio de Estados Unidos ante un ataque con cohetes de largo alcance.
La marcha, que también pretendió recordar el cuarto aniversario de la invasión de Irak, reunió a progresistas, anarquistas, activistas pro-palestinos y a polacos contrarios al apoyo militar de su país a las invasiones del país árabe y Afganistán.
Los manifestantes denunciaron además que albergar los misiles de intercepción del nuevo escudo norteamericano supone una amenaza para la seguridad de su propio país.
El encuentro tuvo lugar en la plaza más emblemática de la capital polaca, la Plaza del Castillo, desde donde iniciaron la marcha hasta la residencia del presidente, Lech Kaczynski, para terminar ante la embajada de Estados Unidos.
El líder del movimiento «Paremos la Guerra» en Polonia, Filip Ilkowski, leyó un manifiesto en el que se aseguraba que esta base supone convertir al país en el primer objetivo de cualquier hipotético ataque nuclear iraní.
Según los últimos sondeos de opinión, el 51 por ciento de los polacos y el 61 por ciento de los checos se oponen a albergar las bases de misiles y radares -respectivamente- en sus territorios.
«No es en beneficio de nuestro interés nacional», afirmó Edmund Szopka, un pacifista de 77 años. «Vivimos la Segunda Guerra Mundial y no queremos más guerras. Pertenecer a la OTAN ya supone suficiente protección», añadió.
El Ministerio de Asuntos Exteriores polaco remitió este viernes una nota diplomática formal a la embajada estadounidense en Varsovia, pocos días después del interés manifiesto mostrado por el primer ministro de Polonia, Jaroslaw Kaczynski.
El comunicado informa de que los futuros acuerdos que se alcancen «deben contribuir a fortalecer la seguridad de Polonia, Estados Unidos y la seguridad internacional».
La base de Polonia albergaría diez misiles interceptores que serán guiados por los datos que proporcione la futura base de radares de la República Checa.
Este sistema tiene como fin, según Washington, eliminar posibles amenazas de misiles lanzados desde Asia occidental y dirigidos contra Estados Unidos y Europa.
El sistema se completa con otras dos bases, en Alaska y California, que neutralizarían la amenaza de Corea del Norte.