Traducido por Juan Vivanco
Un total de 24 años de condena por los maltratos físicos y morales infligidos a los detenidos en el cuartel de Bolzaneto es sin duda poco, pero por lo menos el tribunal ha declarado culpables a 15 personas, entre agentes y personal sanitario, lo cual confirma que en el cuartel se escribió una de las páginas más negras de la historia reciente de nuestras fuerzas del orden.
Lo que se pone de manifiesto, y asusta, es la consideración que tienen en nuestro país las violaciones de los derechos fundamentales: un delito leve y destinado a la prescripción por los tribunales, nada relevante para la política, que en estos años ha sido incapaz de aprobar una ley sobre la tortura y de retirar del servicio a los funcionarios (¡en algunos casos incluso ascendidos!) imputados en los procesos posteriores al G8 de Génova. En Bolzaneto se cometieron abusos inaceptables. Los maltratos a los detenidos son absolutamente incompatibles con la democracia. En estos años (1) se ha fomentado de un modo irresponsable un clima de impunidad. Preguntamos a las fuerzas políticas y al parlamento: ¿Italia sigue siendo una democracia?
(1) N. d. T.: El Partido Italia de los Valores, liderado por Antonio Di Pietro, y el UDEUR, que formaban parte de la coalición de Prodi, votaron en contra de la resolución que pretendía crear una Comisión Parlamentaria sobre Génova.
Ver http://www.rainews24.rai.it/notizia.asp?newsid=75279
Además, pese a que Italia había firmado la Convención de la ONU contra la tortura, no fue capaz durante el gobierno de centroizquierda de promulgar una ley que la recogiese como delito.