En torno a 300 inmigrantes indocumentados, entre ellos más de 40 de origen latinoamericano, ocuparon esta semana un edificio en el barrio bruselense de Ixelles para denunciar que los partidos que constituyen el gobierno belga no consiguen un acuerdo sobre un nuevo sistema de regularización. «Hemos obtenido el permiso del propietario del edificio y seguiremos […]
En torno a 300 inmigrantes indocumentados, entre ellos más de 40 de origen latinoamericano, ocuparon esta semana un edificio en el barrio bruselense de Ixelles para denunciar que los partidos que constituyen el gobierno belga no consiguen un acuerdo sobre un nuevo sistema de regularización.
«Hemos obtenido el permiso del propietario del edificio y seguiremos la ocupación hasta que el Gobierno salga adelante con propuestas», ha destacado Cornejo.
Entre los «okupas» hay familias con hijos pequeños y siguen uniéndose aún muchas personas al grupo.
La UDEP (Unión Belga de Defensa de los sin Papeles) planea ocupar más edificios en las próximas semanas.
«Queremos evitar las huelgas de hambre, porque dan una imagen deplorable de los inmigrantes indocumentados, y en su lugar pretendemos organizar acciones positivas, como donaciones de sangre y limpiar los barrios», según el portavoz.
La ministra de Migración y asilo, Annemie Turtelboom, se comprometió el pasado mes de mayo a facilitar la regularización de los indocumentados con «anclaje local duradero», mediante un sistema de puntos.
La idea era proponer un sistema por el que un residente sin papeles que solicite ser regularizado por razones humanitarias urgentes obtenga un permiso de residencia si acumula al menos setenta puntos.
Entre otros factores, el tener trabajo valdría cuarenta puntos; una formación, diez, y el conocimiento de uno de los idiomas oficiales, veinte.
Pero la aprobación de la norma se ha ido retrasando y, entre tanto, la situación de los inmigrantes se complica.
Los inmigrantes sin papeles han bautizado el edificio que ocupan «Turtelb»home», y pretenden crear en él un lugar de encuentro y debate político.