Un segundo referéndum en Irlanda sobre el Tratado de Lisboa se dibuja como la alternativa más factible para sacar adelante el estancado proyecto constitucional de la Unión Europea
Un segundo referéndum en Irlanda sobre el Tratado de Lisboa se dibuja como la alternativa más factible para sacar adelante el estancado proyecto constitucional de la Unión Europea. Es la opción principal del grupo parlamentario irlandés, que estudia las posibles soluciones al rechazo del pasado junio. Dublín considerará las conclusiones del informe antes de comunicar su decisión al Consejo Europeo, el 15 de diciembre.
La nueva consulta deberá contener ciertas garantías para superar los recelos del electorado. En protocolos adicionales u otros mecanismos que Dublín ha de negociar con sus socios europeos, los irlandeses quieren asegurarse un comisario permanente en la Comisión. También insisten en mantener la soberanía en cuestiones fiscales, sociales y de defensa.
La consulta no es la única alternativa que analiza el grupo parlamentario, pero se presenta como la más favorable para salir del atolladero. En junio, el 5% votó No frente al 47% que apoyó el Tratado. Según una encuesta reciente del diario Irish Times, el 43% está a favor del tratado y el 39% en contra, con un 18% de indiferentes.