Otra tragedia en el Mediterráneo. Frente a la costa de Libia, han naufragado dos embarcaciones que tenían a bordo un total de 600 inmigrantes clandestinos. Según la prensa italiana, más de 20 personas han sido rescatadas de las aguas, y al menos 21 murieron ahogadas. Se teme que la cifra de víctimas todavía aumente considerablemente. […]
Otra tragedia en el Mediterráneo. Frente a la costa de Libia, han naufragado dos embarcaciones que tenían a bordo un total de 600 inmigrantes clandestinos. Según la prensa italiana, más de 20 personas han sido rescatadas de las aguas, y al menos 21 murieron ahogadas. Se teme que la cifra de víctimas todavía aumente considerablemente. Una tercera embarcación que había caído en dificultades, fue salvada por la marina italiana. Las naves había partido desde Trípoli con destino a Italia. Por una causa aún desconocida, cayeron en problemas a unos 30 kilómetros de la costa libia.
En las últimas horas habían llegado más de 400 inmigrantes a las costas de Sicilia Oriental después de los 222 que llegaron anteayer a Lampedusa. Entre tanto, 20 inmigrantes consiguieron escaparse ayer del Centro de identificación y expulsión de Lampedusa. Dos fueron detenidos al sorprenderlos robando en algunos chalets deshabitados. Crece la tensión en la isla, donde vuelve a haber más de 700 inmigrantes.
Todo ocurre pocos días después de la firma del Memorándum de Acuerdo entre Libia y Malta para la definición de la zona de salvamento y socorro (SAR) de ambos estados en el canal de Sicilia, mientras la determinación del gobierno italiano para transformar Lampedusa en una prisión es cada vez más fuerte y aumentan los desembarcos en la costa meridional de Sicilia, cosa lógica ya que las rutas ahora intentan esquivar Lampedusa.
Hasta la noticia de esta nueva tragedia, denuncia Fulvio Vassallo Paleologo, profesor de la Universidad de Palermo y responsable del sitio Melting Pot, en Italia se han censurado estos desembarcos porque son la prueba de un fracaso anunciado que se quiere esconder cueste lo que cueste.