El viernes 2 de octubre los ciudadanos de la República de Irlanda van a decidir el futuro de la Unión Europea. Como ya ocurrió con el Tratado de Niza, el Tratado de Lisboa, tras haber sido rechazado en un primer referéndum, va a disponer de una segunda oportunidad. Las encuestas pronostican esta vez la victoria […]
El viernes 2 de octubre los ciudadanos de la República de Irlanda van a decidir el futuro de la Unión Europea. Como ya ocurrió con el Tratado de Niza, el Tratado de Lisboa, tras haber sido rechazado en un primer referéndum, va a disponer de una segunda oportunidad. Las encuestas pronostican esta vez la victoria del Sí : según la última del Irish Times, el 48% votaría a favor, el 33% en contra y sólo el 19% no lo sabe aún.
Parece que la crisis económica galopante ha terminado de convencer a los irlandeses de que conviene una UE fuerte. El Taoiseach (primer ministro irlandés), Brian Cowen, defensor del «sí», insiste en presentar el Tratado de Lisboa como la mejor protección para la economía del país.
Tras el batacazo en las últimas elecciones europeas del partido euroescéptico Libertas , del empresario Declan Ganley (reaparecido recientemente, por cierto), el peso del No por la derecha lo ha llevado la plataforma ultraconservadora Cóir (que significa ‘Justicia’), con un discurso pro-vida de raíz ultracatólica, que han ido completando con mensajes de más amplio espectro y con la presencia del ex concejal verde Richard Greene como portavoz. Cóir ha adquirido cierta notoriedad con carteles polémicos : utilizando la imagen de los líderes del Levantamiento de Pascua de 1916 Pearse, Clarke y Connolly bajo el lema «Ellos ganaron tu libertad, no la eches a perder» , empleando un corazón rosa para proclamar su amor a la Constitución irlandesa, o reclamándose europeístas que actuarían en nombre de casi todos los habitantes de la UE ( «el 95% de los europeos votaría No» , dijo Charly McCreevy), además de los típicos carteles antiabortistas y antieutanasia o en defensa de la ganadería y la pesca.
Mientras, por la izquierda, la campaña del No la capitanea la cuarta fuerza política, el Sinn Féin de Gerry Adams. También destaca el flamante eurodiputado trotskista Joe Higgins, del Socialist Party. Y la alianza ultraizquierdista People Before Profit (las personas antes que el beneficio).
El Sinn Féin está empleando la imagen de los más destacados partidarios del Sí, como el impopular Taoiseach o el polémico dueño de Ryanair Micheal O’Leary (que no destaca precisamente por defender los derechos de sus trabajadores), para alentar el voto de rechazo al Tratado. La polémica creación del NAMA (un instrumento público para salvar a la banca de los excesos cometidos con el dinero de los contribuyentes) también puede jugar a favor del No.
Fuente: http://innisfree1916.
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