La reunión de ayer entre la comisión de alto nivel de la OEA con Roberto Micheletti deja claro que este ultimo no tiene ninguna intención de dejar el poder que obtuvo a través de la acción armada y con la complicidad del empresariado jurásico así como de sectores ultra conservadores de la sociedad norteamericana. Micheletti […]
La reunión de ayer entre la comisión de alto nivel de la OEA con Roberto Micheletti deja claro que este ultimo no tiene ninguna intención de dejar el poder que obtuvo a través de la acción armada y con la complicidad del empresariado jurásico así como de sectores ultra conservadores de la sociedad norteamericana. Micheletti ha sido enfático en temas que ha repetido hasta la saciedad; el solo se va si el presidente legítimo de los hondureños renuncia a cualquier aspiración de retornar al poder. Es como estar negociando con un secuestrador los detalles del pago del rescate.
La estrategia de la empresa publicitaria Chlopak, Leonard, Schechter & Associates incluye la adopción de una postura agresiva, pero legalista y negociadora del dictadorcillo. Ayer hizo una relación de los delitos de Manuel Zelaya Rosales para justificar el golpe de estado; esto con la esperanza de que los países de la OEA le den el beneficio de su apoyo a las elecciones de noviembre.
Los personeros de la OEA no lucieron bien recibiendo las explicaciones y los regaños de este profesional de la mentira. De hecho, fue clara su intención de desmentir o desacreditar al Sr. José Miguel Insulza, quien en no pocas ocasiones tuvo que reaccionar para aclarar conceptos que Micheletti trataba de distorsionar.
Mal por la OEA que hoy mismo demuestra que no sirve para nada, y en pleno siglo XX no puede ni siquiera controlar a sus propios personajes oscuros, como Lewis Anselem, quien también se encuentra en Honduras. Es claro que la aspiración diplomática de adoptar posiciones comunes frente a las amenazas anti democráticas no pasa de ser algo retorico e inservible que solo beneficia a aquellos que defienden los intereses mas podridos de la oligarquía continental.
Hasta el final de ayer lo único que se había acordado era estudiar el pacto de San José, como su se hubiera publicado ayer mismo. No hay posibilidad de ningún dialogo, el gobierno de facto esta jugando descaradamente con la comunidad internacional, mientras sigue su camino de represión contra la población indefensa organizada en resistencia.
Por cierto uno de los puntos álgidos de la «negociación» es el referente a la AMNISTIA, para las partes. Este parece ser un punto crítico y central para la comisión golpista que busca la impunidad a toda costa. Su posición agresiva e intransigente no es casual; tratan de intimidar mostrando los dientes, cual perro acorralado, para conseguir este punto.
Y es que los crímenes cometidos por el régimen de facto son múltiples y de mucha gravedad. Incluso material de juicio para la Corte Penal Internacional. Desde el golpe mismo, la extradición del presidente, el asesinato de manifestantes pacíficos, la tortura, las desapariciones, las ejecuciones extra judiciales, los atentados múltiples a la libertad de expresión, los abusos sexuales y muchas mas se volvieron parte del argumento «pacificador» de los gorilas de turno en el poder.
Solamente durante el intento del presidente Zelaya por entrar al país a través de la frontera de las manos, miles de personas marcharon y fueron acorralados por el ejército y la policía. En este evento participo incluso la primera dama doña Xiomara de Zelaya quien tuvo su vida en serio peligro. En esta acción militar, los manifestantes civiles, desarmados, fueron cercados y reprimidos a diario. Incluso se intimidó a los pobladores locales en el paraíso ara que no dieran alimentos ni agua a los manifestantes, creando un pequeño Auschwitz contra los marchantes por la constitucionalidad.
La primera dama en ese momento fue victima de intimidación con alcaldes y diputados, como el fascista Ricardo Rodríguez, quienes organizaban turbas que se dedicaba a hacer disparos al aire y a insultar a la primera dama durante la noche, en plena vigencia del toque de queda y con la complicidad y protección del ejercito y la policía.
Parte del saldo represivo en El Paraíso es el salvaje asesinato del joven Pedro Magdiel Muñoz, quien recibió terribles torturas antes de ser ejecutado. Todo esto sucedió entre el momento de su captura y el hallazgo de su cadáver en un término de 12 horas, tiempo en el que estuvo a disposición de la Policía Nacional.
Los crímenes, y el impacto moral, económico, sicológico y social provocadas por estas acciones esta en el silencio, y es únicamente tratado por el CODEH (Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras) y el COFADEH (Comité de Familiares de Detenidos Desparecidos de Honduras), ambas organizaciones no gubernamentales de larga tradición de lucha en el campo de la defensa de los derechos humanos, con una reputación mundial incuestionable.
Las violaciones se no solo se han mantenido sino que se han incrementado. Hoy la cifra de muertos que se refieren en varias fuentes alcanzan las 12 victimas, aunque reportes del CODEH cifra las ejecuciones extra judiciales de miembros de la resistencia en al menos 102. Una relación clara, especifica, de todo el país, sobre la situación de los derechos humanos es imperativa. Hoy no podemos ignorar esta realidad.
Los hondureños no aceptamos el perdón de estos criminales. Debemos exigir que se juzguen y se les aplique todo el peso de nuestras leyes tanto a autores materiales como intelectuales (principalmente a estos). Cualquier candidato que desee llegar a la presidencia del país, a diputado al congreso nacional, a alcaldías, debe comprometerse a llevar a la justicia a estos criminales.
No podemos aceptar la amnistía, esto seria un terrible precedente para los derechos humanos tanto en Honduras como en el resto de América Latina. Esperamos al mismo tiempo que todos los hondureños nos manifestemos en rechazo absoluto a cualquier iniciativa tendiente a perdonar estos crímenes.
No dejemos que el secuestrador Micheletti y su banda de delincuentes salgan impune de todo el sufrimiento que le han causado a nuestro pueblo.
¡Constituyente ya!
¡Ni perdón ni olvido para los crímenes de lesa humanidad!!
¡En el aniversario del asesinato del Comandante Ernesto Guevara, el pueblo hondureño sigue su noble ejemplo, y reitera su voluntad de construir el hombre nuevo!
Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.