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De la «Asociación Estratégica UE-ALC», el balance por la parte europea: retórica exponencial (III)

Fuentes: Boletín Panorama Mundial

  El pasado treinta de septiembre, la Comisión Europea (CE) emitió la Comunicación, «La Unión Europea (UE) y América Latina: Una asociación de actores globales», en la que se propuso explícitamente efectuar un «balance de la Asociación Estratégica» que desde hace una década pretende constituir el bloque con las subregiones latinoamericana y caribeña. Un proyecto aprobado en […]

 

El pasado treinta de septiembre, la Comisión Europea (CE) emitió la Comunicación, «La Unión Europea (UE) y América Latina: Una asociación de actores globales», en la que se propuso explícitamente efectuar un «balance de la Asociación Estratégica» que desde hace una década pretende constituir el bloque con las subregiones latinoamericana y caribeña.

Un proyecto aprobado en 1999, en el contexto de la I Cumbre Unión Europea-América Latina Caribe (ALC) , y cuyas bases quedaron refrendadas en su principal documento, la «Declaración de Río de Janeiro». Una » Asociación Estratégica» que debe construirse desarrollando tres dimensiones: el «diálogo político»; la muy cuestionada «cooperación para el desarrollo»; y las relaciones económicas, esencialmente comerciales.

Ahora, la Comunicación emitida por la CE evalúa el primer decenio del proyecto, y establece las estrategias para su desarrollo posterior. Una evaluación, cuyo análisis exige dos acercamientos: el primero, a la propia propuesta del bloque europeo, a fin de conocer su valoración acerca del estado actual de la relación y sus proyecciones al respecto. El segundo, un examen crítico de lo anterior, una mirada desde la realidad latinoamericana y caribeña, en ambos casos en búsqueda de respuestas a una sola pregunta con derivaciones, ¿es real la existencia de una » Asociación Estratégica» entre la Unión Europea y América Latina y el Caribe ?, y si es así, ¿para quién resulta «estratégica»? 

La evaluación de la Comisión: ¿logros ?, desafíos y estrategias para el futuro

Para evaluar esta primera década de existencia de la «Asociación«, la CE estructura su Comunicación en tres partes principales: los logros, los desafíos y las nuevas estrategias.

Así, en opinión de la Comisión, los ¿logros?  alcanzados por la Asociación se agrupan en 3 ámbitos: el primero, relacionado con la «mejora de la coordinación en los asuntos estratégicos y en los diálogos políticos y sectoriales» [i] , como resultado de la sistematización del mecanismo de las cumbres, que ha facilitado el «diálogo al más alto nivel», dinamizando el programa birregional [ii] .

El segundo, referido a la «promoción de la cohesión social«, supuestamente un «objetivo político clave» desde la Cumbre de Guadalajara. Se aclara que si bien los países de América Latina «han mejorado considerablemente sus políticas en estos espacios en los últimos años», las «desigualdades y la exclusión siguen siendo retos candentes para la región». Sin embargo, según la CE son evidentes las «ventajas mutuas» del diálogo birregional en cuestiones como «el desarrollo de las capacidades para cubrir necesidades del mercado laboral, el empleo juvenil, la ampliación de la protección social y el trabajo decente». En el 2007 tuvo lugar el «I Foro UE-ALC» dirigido a esta problemática, que se dice, recibe una parte importante de los fondos de cooperación de la UE.

En tercer lugar, la Comisión plantea la «consolidación de las relaciones con los socios de la región«, expresando con ello que «la «Asociación Estratégica» se está fortaleciendo de dos maneras: intensificando las relaciones con las subregiones y con los distintos países».

Se expresa que una de las «prioridades políticas clave» para la UE, «sigue siendo el apoyo a la integración regional», demostrado según su criterio, en las negociaciones de «Acuerdos de Asociación Económica» subregionales (AAE) -Tratados de Libre Comercio-, como el de Centroamérica, donde éstas se desarrollaban a «buen ritmo» hasta que se produjo el golpe de Estado en Honduras, y deberán reanudarse tan pronto finalice esta situación.

Posición que según la CE, se demostró también en el caso de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) -Bolivia, Ecuador, Colombia y Perú-. Bloque en el que surgieron puntos de vista contradictorios respecto a determinados aspectos de las negociaciones, lo que creó grandes fisuras internas y llevó a que los dos primeros se negaran a continuar las conversaciones para la firma del AAE regional, situación ante la cual Perú y Colombia solicitaron a la UE un convenio comercial bilateral -un TLC-, solicitud que fue aceptada. Situación evaluada por la CE como «una dificultad», que generó un «planteamiento alternativo para apoyar a los países y regiones afectados», y también constructivo desde su valoración.

Una proyección que dice defender también en las negociaciones con el Mercado Común del Sur [iii] (MERCOSUR), en suspenso desde 2004 -aunque se desarrolla el diálogo político-, y que se mantiene como un asunto «altamente prioritario» para la UE -declarado de manera explícita- que continúa trabajando en función de reiniciar las conversaciones, incluso en los «ámbitos en los que existen obstáculos».

A la vez, la UE se ha propuesto establecer «relaciones más estrechas con países individuales de América Latina y el Caribe», demostrados en los AAE o TLC de amplio alcance logrados con México y Chile; la «asociación para el desarrollo y la innovación» que se negocia con éste último y la categoría de aliados estratégicos otorgadas a Brasil y México -en la misma condición que EEUU, Rusia y China-, a la vez que avanza el «diálogo político de alto nivel con Argentina».

En lo que respecta a Cuba, la Comisión expresa que, luego varios años de estancamiento en las relaciones, «se ha puesto en marcha un diálogo político de alto nivel y restablecido la cooperación al desarrollo», lo que, «en último término podría crear las condiciones para un marco contractual».

También se apunta el fortalecimiento del diálogo parlamentario al crearse la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana -Eurolat- en el 2006, en la Cumbre de Viena. Asimismo, se destaca que se ha «mantenido un diálogo regular con organizaciones de la sociedad civil, a fin de asegurarse de que participan en la Asociación y específicamente en las negociaciones de los AAE».

En cuanto a los nuevos desafíos  globales que debe enfrentar la «Asociación», se destacan: la crisis económica y financiera, con afectaciones para ambas partes, aunque con mayor impacto en ALC, donde han decrecido la Inversión Extranjera Directa, las remesas, y el nivel de exportaciones, profundizándose los graves problemas sociales que les aquejan, lo cual, reconoce la CE, hará que, «resulte especialmente difícil promover la cohesión social»; la lucha contra la delincuencia organizada, la violencia y el tráfico de drogas; la migración; así como la potenciación del llamado «multilateralismo efectivo». También se destaca el impacto negativo del cambio climático que podría afectar considerablemente las perspectivas de desarrollo sostenible en las regiones latinoamericanas y caribeñas, en las que la rica biodiversidad y la productividad agrícola «corren grave peligro».

Obviamente, las estrategias   para fortalecer la «Asociación» responden a estos supuestos logros y a los desafíos, entre ellos vale mencionar: el re forzamiento del diálogo político a fin de que las Cumbres se centren más en la acción, y en los ámbitos prioritarios relacionados con los retos globales; consolidar la integración y la interconectividad regionales, para lo cual, la UE «…debería reiterar su compromiso con la integración regional en América Latina».

También, la creación por parte de la UE del Mecanismo de Inversión en América Latina (MIAL), con un presupuesto de 100 millones EUR hasta 2013, y con «efecto de palanca» para movilizar recursos de las instituciones financieras; así como «aprovechar plenamente» las asociaciones estratégicas con Brasil y México, los AAE con Chile y México, y los Acuerdos de Cooperación bilaterales.

En cuanto al comercio, «completar las negociaciones para ejecutar las cláusulas de evolución» en los acuerdos existentes con Chile y México y concluir la firma de los AAE regionales. En lo social, elaborar programas de cooperación con AL para generar crecimiento sostenible, crear empleo, conseguir una mejor distribución de los ingresos y atenuar los efectos de la crisis, concentrando los recursos financieros del Instrumento de Cooperación al Desarrollo en los países más «pobres» y en las necesidades de los grupos más vulnerables; mejorar la cooperación, especialmente en los ámbitos de la cohesión social y la integración regional, asegurando resultados más tangibles.

Pero además, se apunta que la Cumbre de Madrid «significará un paso adelante en la renovación de la Asociación Estratégica entre ambas regiones», y se espera devenga espacio propicio para dejar creado el MIAL; intensificar el diálogo y la cooperación UE-ALC en el ámbito de las tecnologías y la innovación verdes y de bajas emisiones de carbono mediante acciones concretas; y lograr la creación de la Fundación UE-ALC, entre otras acciones.

La primera respuesta a la pregunta formulada

En resumen, para el bloque europeo la «Asociación Estratégica» con América Latina y el Caribe no solo existe, sino que marcha a buen ritmo, aunque debe ser potenciada en algunos aspectos.

 Pero se trata de una opinión demasiado interesada para ser totalmente creíble . Y es que en el contexto de la globalización económica y sobre todo financiera, signada por la doctrina neoliberal, la competencia de los grandes poderes imperiales por cuotas de poder se torna frenética, mucho más cuando a estas pugnas se ha sumado el dinamismo de países hasta hace muy poco considerados de «segunda», simplemente venidos a menos, y con los que hoy, marchando a la vanguardia del mundo, sencillamente se tiene que contar.

¿No será este el caso que enfrenta la Unión Europea en América Latina y el Caribe? , un continente que representando solo el 13% de la superficie terrestre del planeta, por solo poner algunos ejemplos, produce el 13,5% del petróleo que se comercializa a nivel mundial, con reservas reconocidas que rozan el 10% de las globales, y el 4% de las de gas; que posee además grandes recursos minerales, entre éstos 22% de la bauxita; 46% del cobre; 24% del zinc; 17% del plomo; 16% del oro; 40% de la plata; 18% del níquel; 13% del manganeso y el 26% del hierro, todo a escala planetaria; que atesora el 40% de la biodiversidad del planeta; y que recibe el 29% de las precipitaciones, lo que significa una tercera parte de los recursos hídricos renovables del mundo [iv] .

Pero, según un informe emitido por la CEPAL en 2008, aún a pesar de que la Unión Europea «sigue siendo el segundo interlocutor comercial más importante de América Latina y el Caribe después de EEUU, desde 1990 su participación en el comercio de la región ha ido disminuyendo». Así, las importaciones procedentes de la UE, como porcentaje de las compras mundiales latinoamericanas y caribeñas, pasaron del 20% en 1990, al 14% aproximadamente en 2006; por su parte, durante ese mismo período las exportaciones de ALC al bloque comunitario decrecieron del 25% al 13%. [v]

Sin embargo, «al mismo tiempo, Asia y el Pacífico han venido ganando impulso» como interlocutores comerciales de las subregiones. En particular, desde 2001 las importaciones de América Latina y el Caribe procedentes de estas áreas «superan a las originadas en la Unión Europea, y su participación aumenta de manera constante», con lo cual, de mantenerse la actual tendencia, el 30% de las adquisiciones latinoamericanas y caribeñas podrían ocasionarse en dichas zonas.

En consecuencia, nuevamente, según la CEPAL, «La intensificación de las relaciones económicas de la Unión Europea con sus socios comerciales en América Latina y el Caribe, impulsada por la liberalización del comercio, ofrece a ésta la oportunidad de recuperar parte del terreno perdido« [vi] .

Mientras, en opinión de este organismo, «La expansión del comercio de mercancías con la UE permitiría a América Latina y el Caribe aprovechar las ventajas comparativas que ya posee, si bien sería necesario emprender nuevas negociaciones para productos sensibles como el banano», solo que, las exportaciones latinoamericanas y caribeñas siguen «estando muy concentradas en los productos básicos, como banano, café, carbón, carne de bovino, cobre, gas, hierro, acero, petróleo y soja» [vii] .

Dígase mejor, se mantienen dentro del clásico patrón Norte-Sur o Centro-Periferia, que significa, América Latina y el Caribe continua «especializada» en exportar bienes intensivos en recursos naturales y mano de obra abaratada, junto a la técnica, a través del «robo de cerebros», siendo obligada a importar bienes intensivos, solo que en capital y tecnología de avanzada.

De acuerdo con el mencionado informe de la CEPAL, en el 2006, el 39,2% de las exportaciones latinoamericanas y caribeñas a la Unión Europea, correspondió a productos primarios y el 60,2% a manufacturas; aunque según su propia definición, los productos primarios incluyen: la producción agrícola no procesada, el petróleo crudo, el gas, el carbón, los minerales y los minerales de metales; mientras que las manufacturas agrupan a las producciones basadas en recursos naturales elaborados -agricultura, metales y combustibles- [viii] .

Entonces, ¿una  «Asociación Estratégica Unión Europea-América Latina Caribe»?, ¿qué «Asociación»?, realmente ¿»Estratégica»…, para qué, para quiénes? 

 Las respuestas de la Unión Europea ya se conocen, tanto la que dice, aunque es poco creíble que se la crea, como la verdadera, la que oculta. Y es que el liderazgo del bloque nunca podrá responder sincera e imparcialmente a estas preguntas, para ello, tendría que decidirse a revertir la situación y cambiarlo todo, o sea, a hacer algo tan simple como lo correcto, lo que le toca.

 

La Habana, noviembre de 2009

«Año del 50 Aniversario del Triunfo de la Revolución  

 

Leer la primera y la segunda partes.


[i] Comisión Europea. «Una Asociación reforzada entre la UE y América Latina», COM(2005) 636 final, 2005.

Sitio WEB: europa.eu.int

[ii] Como ejemplos de estos éxitos, se menciona el propio inicio de la alianza, en la Cumbre de 1999 en Río de Janeiro, y la apertura de las negociones para la firma de un TLC con el bloque regional de mayor interés para la UE, el Mercado Común del Sur o MERCOSUR constituido por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay en calidad de miembros plenos

En Madrid 2002, se anunció la conclusión del «Acuerdo de Asociación» UE-Chile, y la puesta en marcha del Programa ALBAN, concebido como «espacio único UE-ALC de la Enseñanza Superior y el Conocimiento». En Guadalajara 2004, se alcanzó el Programa EUROsociAL. En Viena 2006, se dio inicio de las negociaciones para la firma de AAE, con Centroamérica y con la Comunidad Andina de Naciones, mientras que luego de Lima 2008 tuvo lugar la apertura del proyecto EUrocLIMA, comenzó el proceso de creación de una de una fundación UE-ALC, y comenzó lo que ha sido identificado como un «diálogo estructurado y global sobre migración». Una tendencia que, de acuerdo con la Comisión, se ha mantenido en otros foros birregionales, como las reuniones ministeriales, UE-Grupo de Río.

[iii] Integran el MERCOSUR como miembros plenos, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.

[iv] González, E. y Sáez, C.  «La maldición de los recursos energéticos en América Latina. Revista Pueblos», nº 32, junio de 2008. Citado por Rebelión. Sitio WEB:rebelión.org

[v] CEPAL. «Panorama de la Inserción Internacional de América Latina y el Caribe. Tendencias 2008». Naciones Unidas, 2008. Impreso en Santiago de Chile.

[vi] Ibidem

[vii] Ibidem

[viii] Ibidem