La sombra de un golpe de estado lleva planeando meses en Paraguay, primero planteado de forma violenta por un poderoso terrateniente vinculado con la extrema derecha parlamentaria, el partido UNACE, el cual cuenta con el 22% de los parlamentarios en el congreso paraguayo. Ahora el camino a seguir es el golpe constitucional, el nuevo modelo […]
La sombra de un golpe de estado lleva planeando meses en Paraguay, primero planteado de forma violenta por un poderoso terrateniente vinculado con la extrema derecha parlamentaria, el partido UNACE, el cual cuenta con el 22% de los parlamentarios en el congreso paraguayo. Ahora el camino a seguir es el golpe constitucional, el nuevo modelo ensayado con éxito en Honduras.
Durante las últimos meses el presidente Fernando Lugo ha ido viendo como diversos partidos que lo auparon al poder se han pasado a la oposición debido a que el gobierno de Lugo, de corte bolivariano, se contrapone con los principios neoliberales de esas organizaciones políticas.
Fernando Lugo llegó a la presidencia apoyado por una plataforma de partidos de izquierda y de centro-derecha, éstos últimos motivados por la consecución de una mayor cuota de poder que no eran capaces de alcanzar ante la hegemonía del Partido Colorado (PC), que gobernó en Paraguay durante décadas, incluso siendo el partido único durante la dictadura de Stroessner. Los colorados cuentan con el 31% del congreso.
Debido a ello vieron en Lugo, un ex-sacerdote afín a la Teología de la Liberación, una oportunidad para desplazar al Partido Colorado y ocupar un espacio de poder en las instituciones paraguayas. Pero ahora que Lugo ha propuesto convocar una constituyente para eliminar los límites que le impiden desarrollar su programa político de corte social, que ha llamado a la adhesión al ALBA, que ha incrementado el gasto social, ha expulsado las bases militares nortamericanas del país y ha garantizado la gratuidad en la sanidad, han decido abandonarlo y pasar a ser su oposición.
Pero lejos de conformarse con esa situación están llamando a hacer un juicio político a Lugo para inhabilitarlo antes de llegar a las próximas elecciones. Hace pocas semanas su vicepresidente, el neoliberal Federico Franco, del Partido Liberal Radical Auténico (PLRA) declaró estar preparado para asumir el poder, posicionándose claramente en contra del mandatario, al que también acusó de corrupción por liberar unas tierras en favor de los campesinos.
El Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) es el segundo partido con más representación en el legislativo paraguayo y figuraba entre los apoyos de Lugo cuando éste gano las elecciones. Ahora está con la oposición derechista, aunque una parte de sus militantes no estén de acuerdo con esta situación.
Cada vez son más los parlamentarios que llaman a seguir esta iniciativa que pretende seguir el esquema llevado a cabo por los golpistas hondureños, en un congreso donde Lugo, después de los abandonos, está en minoría.
El senador del PRLA, Alfredo Luis Jaeggli, realizó unas esclarecedoras declaraciones en una entrevista realizada en la Radio Nacional Argentina hace unos días, «yo soy parte de la Fundación Libertad, y la Fundación Libertad es parte de la Fundación Naumann y el Presidente hondureño, asumió la presidencia con un modelo liberal y luego traicionó y se fue al socialismo del siglo XXI. Lo que pasó en Honduras, discúlpenme, para mi es totalmente legal«.
Después de avalar el golpe de Honduras declaró que el juicio político a Lugo es legal el senador del Partido Liberal de Paraguay dio la razón que ha motivado esta situación, «el presidente Lugo liquidar los partidos, darle sueldo a las organizaciones sociales (…) lo que quiere es presentar como una panacea al socialismo del siglo XXI y para la gran mayoría en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores que somos representantes elegidos, no es así. Nosotros tenemos que hacer lo contrario a todo eso.»
Además el senador Alfredo Luis Jaeggli demostró que este plan conspirativo está muy avanzado porque ya cuentan con la jerarquía necesaria que tomará el control del gobierno una vez Lugo haya sido separado del poder, «hay un grupo de senadores, incluso yo mismo que realmente estarían propiciando la continuidad de un juicio político; ya que no se están dando las promesas y los cambios que el Partido Liberal se comprometió a hacer, verdad, entonces realmente se están dando en mi propio partido, una especie de división en mi propio partido, el partido liberal, sobre el juicio político al presidente Lugo. En ese caso asumiría el vicepresidente Federico Franco«.