Una empresa israelí fabricante de aviones de combate, utilizados para matar y mutilar civiles en el territorio palestino de Gaza, podría recibir fondos para investigación científica de la Unión Europea.
El ataque israelí contra Gaza del 27 de diciembre de 2008 al 18 de enero de 2009 permitió experimentar aviones no tripulados de última generación como los Heron.
Organizaciones de derechos humanos estiman que esa tecnología sirvió para matar a 87 civiles en las tres semanas que duró la Operación Plomo Fundido, pese a lo cual la Unión Europea (UE) aprobó de forma provisoria fondos para la Israel Aerospace Industries (IAI), fabricante de los Heron.
Dos proyectos de IAI pasaron las primeras etapas de evaluación de un llamado del programa de investigación de la UE de 65.400 millones de dólares para el periodo 2007-2013.
La Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, confirmó que la IAI es uno de los 34 «socios» israelíes participantes de las 26 propuestas del rubro tecnología de la información que financiará el bloque.
También se presentó Afcon, proveedora de detectores de metales para los puestos de control de los territorios ocupados, incluido el cruce de Erez, en la frontera sur entre Israel y Gaza.
La empresa también fue contratada en 2008 para instalar sistemas de seguridad en un proyecto ferroviario para conectar los asentamientos ilegales de Jerusalén oriental con el centro de la ciudad.
El procedimiento para otorgar los préstamos todavía no está terminado, indicó el portavoz de la Comisión, Mark English.
Pero la publicación israelí Globes informó en mayo que las empresas de ese país obtendrán 21 millones de dólares del último paquete de fondos de la UE para investigaciones en tecnología de la información.
Con ese dinero, Israel habrá recibido unos 358 millones de dólares de la UE, por concepto de investigaciones, desde 2007, según Globes.
Fuera del bloque, el estado judío es el principal participante de los programas científicos de la UE. Funcionarios israelíes señalaron que esperan que los institutos de investigación y las empresas del estado judío reciban unos 617 millones de dólares para cuando termine el programa de la UE.
El británico Chris Davies, representante del Partido Liberal Demócrata en el Parlamento Europeo, se enfadó con el departamento de investigación de la Comisión por su disposición a seguir entregando fondos a empresas israelíes.
La actitud de que no pasada nada choca contra garantías tácitas ofrecidas por los funcionarios responsables de las relaciones de la UE con Israel.
Los 27 miembros del bloque aceptaron a fines de 2008 el pedido del estado judío de mejorar la relación para que Israel pudiera tener una mayor participación en una amplia variedad de actividades del bloque.
Pero las iniciativas para mantener el acuerdo se estancaron con el ataque a Gaza, con artillería pesada, bombardeos aéreos y una posterior incursión de fuerzas terrestres.
Otorgar fondos a la IAI «debe considerarse como algo totalmente inaceptable, incoherente y escandalosamente ingenuo», dijo Davies a IPS. Parece que no hubiera comunicación entre diferentes representantes de la UE sobre cómo manejar las relaciones con Israel, remarcó.
«Dónde está el pensamiento conjunto», preguntó.
La Comisión Europea sostiene que la cooperación con Israel en materia de investigación científica es civil, mientras el gobierno israelí se ufana en publicitar el estrecho vínculo entre su próspero sector tecnológico y el militar.
Hay una «simbiosis» entre los dos sectores en Israel, señala un folleto divulgado a principios de este año por el Ministerio de Industria.
Numerosos avances tecnológicos, como el dispositivo de reconocimiento de voz para computadoras creado por el ejército israelí en los años 80, se deben a esa «convergencia», añade.
Otros posibles beneficiarios israelíes de los nuevos fondos de la UE no disimulan cómo se sirvieron de esa convergencia. La subsidiaria israelí de SAP, fabricante de programas de computación, ha divulgado cómo suministró equipos especializados al ejército.
Emza y LiveU son dos ejemplos de los numerosos fabricantes de equipos de vigilancia de Israel que se llenaron de pedidos desde que el estado judío trata de ser una parte indispensable de la «guerra contra el terrorismo», lanzada por el ex presidente de Estados Unidos, George W. Bush (2001-2009).
Los ciudadanos europeos no deben tener ninguna duda sobre la financiación a la industria militar israelí, señaló Marcel Shaton, presidente de la Consejo de Desarrollo e Investigación Israel-Europa.
«Toda investigación contribuye con la industria armamentística», indicó. «La tecnología civil se usa con fines militares en todo el mundo», remarcó.
La UE ha sido cómplice de la ocupación de los territorios palestinos al apoyar la industria militar de Israel, sostuvo Yasmin Jan, especialista en comercio de armas de la organización War on Want.
Varios países europeos que participan en la guerra de Afganistán compraron aviones no tripulados a la IAI y a otras empresas israelíes, señaló.
«La industria militar es un elemento central de la economía israelí», precisó. «El equipamiento que vende es ‘probado en guerra’, oscura forma de referirse a que fue usada en territorios» palestinos, añadió. (FIN/2010)