Las primeras muestras de la huelga general de los compañeros portugueses son muy palpables en sectores concretos, en piquetes y en seguimiento.
Tiempo atrás, la mayor preocupación del Imperio Portugués era su perpetuación como potencia imperial en territorios de ultramar, con dominios que iban desde Brasil hasta la India, bordeando las costas africanas y con presencia imperial alrededor del globo. Sus enemigos podían ser bien definidos, y no eran otros que los que podían poner en peligro sus preciadas colonias, tales como el Imperio Británico, Holanda o la Corona de Castilla. Desgraciadamente para su población, hoy su principal amenaza no tiene rostro, ni ejército, ni siquiera tiene un territorio ni un presidente bien definido, pero son las iniciales que hoy se imponen a la soberanía portuguesa: El FMI y la UE.
Tras más de ocho siglos luchando contra la ocupación británica, el gobierno irlandés ha cedido ante otro tipo de ocupación, la de las presiones de la Unión Europea, que forzará al país a imponer medidas de austeridad insultantes para una población que ha visto cómo se inyectaba dinero de forma indiscriminada a los bancos irlandeses en peligro de quiebra. Después de Irlanda, el punto de mira de los mercados ha virado hacia el territorio portugués, que el viernes votará en el parlamento un presupuesto de austeridad que tiene como objetivo frenar el déficit del país del 7.3% al 4.6% del PIB, y lo hará tal y como nos tienen acostumbrados los gobernantes europeos a expensas del Fondo Monetario Internacional, es decir, mediante el recorte del gasto social, la congelación de las pensiones, la subida de impuestos sobre el consumo, y la rebaja de los salarios públicos. Todo ello supondrá un aumento generalizado del coste de vida. Portugal es, además, el tercer país de la UE con un mayor porcentaje de inseguridad laboral, por detrás de Polonia y España, y tiene una tasa de paro del 10.9%. La deuda pública alcanza los 161 billones de euros, cifra que ronda el 82% de su PIB.
Los sindicatos portugueses han convocado para hoy, día 24 de noviembre, una huelga general contra los recortes sociales llevados a cabo por el gobierno de Sócrates. Es la segunda movilización masiva a la que se ha de enfrentar el presidente del Partido Socialista, que en su primer gobierno tuvo que hacer frente a una convocada por CGTP el año 2007, y que iba contra los planes de ajuste que se pretendían imponer. Desgraciadamente para los que claman por los recortes sociales, está previsto de que se trate de la mayor huelga general de la historia de Portugal, y puede ser un precedente muy importante para los trabajadores europeos. Por todo ello, desde las cúpulas empresariales se están haciendo graves presiones contra los trabajadores que tienen previsto hacer huelga, incluyendo la empresa pública de ferrocarriles, que ya ha logrado imponer unos servicios mínimos abusivos para que unos pocos puedan disfrutar de su derecho al trabajo. Hablar de derecho al trabajo en un país con unas cotas tan elevadas de paro es simplemente insultante, y una falta de respeto.
Los trabajadores portugueses se sienten estafados. Tienen razones para estarlo. Por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, las condiciones sociales de las nuevas generaciones serán peores que las condiciones de la generación anterior. Tendrán que pagar una crisis que ellos no han creado, mientras los bancos aumentan sus ganancias a costa del dinero público y las grandes empresas evaden impuestos al ritmo que se aprovechan del trabajo ajeno.
Las movilizaciones prometen ser masivas, y se prevén grandes paros en transportes, la industria y la prensa. A estas primeras horas de la huelga es pronto para hablar de cifras, pero el paro es palpable en hospitales, con un seguimiento de casi el 100% en algunas clínicas, hay piquetes de huelga muy numerosos entre los funcionarios de metro y los bomberos de Lisboa, la recogida de basura se encuentra interrumpida desde las 12 de la noche, y el seguimiento es total entre los controladores de tráfico marítimo, con lo cual todos los puertos se encuentran paralizados y todos los vuelos han sido cancelados.
Viva a greve geral, a ofensiva é brutal!
(¡Si la ofensiva es brutal… Viva la huelga general!)
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Fuente: http://www.kaosenlared.net/noticia/portugal-huelga-bajo-mirada-fmi