El Gobierno propone aumentar el bono ecológico para los coches «limpios». Quienes compren un automóvil eléctrico recibirán un subsidio de 7.000 euros, en vez de 5.000, como ocurre hoy día. Los particulares y colectividades que opten por un coche híbrido recibirán 4.000 euros, el doble de lo actualmente contemplado, mientras que otras ayudas menos importantes están previstas para los motores térmicos menos contaminantes. Además, el Estado se compromete a que uno de cada cuatro vehículos que compre sea eléctrico o híbrido.
El primer ministro francés promete ayudas para los automóviles ‘limpios’ y un apoyo financiero para el sector en momentos en que Peugeot Citroën anuncia pérdidas de 819 millones de euros -más de lo esperado por los analistas- y la supresión de 8.000 puestos de trabajo. La oposición critica el plan insistiendo en la falta de competitividad y el costo de la mano de obra.
El gobierno del presidente francés, François Hollande, enfrenta su mayor crisis desde su llegada al poder debido a la situación de PSA Peugeot-Citröen, el segundo constructor de automóviles de Europa.
El grupo anunció este miércoles pérdidas de 819 millones de euros en el primer semestre -cifra peor a la anticipada por los especialistas-, por sus malos resultados en el continente, así como un plan de reducción de costes de 1.500 millones de euros hasta 2015.
Las pérdidas anunciadas por PSA, que hace un año obtuvo un resultado semestral neto de 806 millones, van acompañadas por un resultado operacional apenas positivo (4 millones de euros frente a los 1.160 millones del año pasado) a causa de las importantes pérdidas de la filial automóvil, la más importante del grupo, de 662 millones de euros.
Entretanto, la facturación en el primer semestre de 2012 bajó un 5,1%, hasta 29.600 millones de euros. Frente a esta perspectiva, el constructor francés programó dos semanas atrás la supresión de 8.000 puestos de trabajo en Francia y el cierre de una fábrica en Aulnay-sous-Bois, una verdadera bomba para el inicio del mandato de Hollande.
Mientras el consejo de administración se reunía este miércoles para analizar un plan de recortes valuado en 600 millones de euros y los sindicatos llamaban a la huelga, el Gobierno presentaba «una nueva estrategia industrial para reinventar progresivamente el automóvil francés», según el ministro de la Reactivación Industrial, Arnaud Montebourg.
El Gobierno propone aumentar el bono ecológico para los coches «limpios». Quienes compren un automóvil eléctrico recibirán un subsidio de 7.000 euros, en vez de 5.000, como ocurre hoy día. Los particulares y colectividades que opten por un coche híbrido recibirán 4.000 euros, el doble de lo actualmente contemplado, mientras que otras ayudas menos importantes están previstas para los motores térmicos menos contaminantes. Además, el Estado se compromete a que uno de cada cuatro vehículos que compre sea eléctrico o híbrido.
Aparte de los 490 millones de euros para los bonos, el Estado dedicará 175 millones para las automotrices, sobre todo en el área de inversiones y tesorería. Entretanto, otras ayudas ya existentes seguirán en pie.
Montebourg subrayó que estas ayudas tendrán una necesaria contrapartida: quiere que los laboratorios de investigación y desarrollo permanezcan en Francia, y prometió un control permanente de la utilización de las ayudas a la industria.
El anuncio fue criticado por la oposición de derecha. «Será decepcionante si no se ocupa del verdadero problema, que es bajar el costo de la mano de obra», opinó la ex ministra de Presupuesto de Nicolas Sarkozy, Valérie Pécresse.
«Es apenas un cataplasma para un herido grave. No resuelve en lo absoluto los problemas de competitividad de nuestra industria», aseguró por su parte el presidente del partido Debout la République, Nicolas DuPont-Aignan.