El pasado 22 de junio se ejecutaba el Golpe Parlamentario que depuso al gobierno de Fernando Lugo en Paraguay e impuso al de Federico Franco, cuyo esfuerzo por salir del aislamiento internacional sigue siendo infructuoso. Y los escraches también siguen. Por momentos, el canciller de Paraguay, José Félix Fernández Estigarribia, aparece abrumado en las imágenes […]
El pasado 22 de junio se ejecutaba el Golpe Parlamentario que depuso al gobierno de Fernando Lugo en Paraguay e impuso al de Federico Franco, cuyo esfuerzo por salir del aislamiento internacional sigue siendo infructuoso. Y los escraches también siguen.
Por momentos, el canciller de Paraguay, José Félix Fernández Estigarribia, aparece abrumado en las imágenes de los medios. Es por el sobre-esfuerzo diplomático que realiza para que el país salga del aislamiento, a raiz de la falta de reconocimiento que soporta el gobierno actual por parte de los países miembros de la comunidad internacional, salvo cuatro naciones.
Las sanciones políticas más duras las soporta de la región Suramericana, espacio donde la mayoría de los gobiernos progresistas le han tendido un cerco del que no puede salir.
Aún con el apoyo irrestricto que recibe de los grandes medios de comunicación (los que realizan una campaña informativa internacional intensa por su reconocimiento), de todos los sectores empresariales del país (fundamentalmente de los agroexportadores) y de la cúpula de la Iglesia Católica y el Vaticano, el gobierno no puede salir de aquel cerco.
Internamente, su política de estimular el sentimiento nacionalista de la población (que al principio fue intensa), denunciando «la nueva triple alianza contra el Paraguay«, mermó en este último mes. Y antes que darle apoyo, la ciudadanía, abrumada por los poblemas que sigue sufriendo, va retomando, lentamente, el ritmo de protestas y manifestaciones contra los poderes del Estado que fue cortado por el Golpe Parlamenario. No se descarta que, en un futuro cercano, el gobierno liberal sea el principal blanco de ira de la gente.
Paralelamente, siguen los escraches ciudadanos contra el presidente. Desde que asumió aquel 22 de junio pasado, casi cada semana debe soportar manifestaciones que lo sorprenden, incómodamente, en los actos públicos.
En el frente de la alianza política que posibilitó su imposición en el gobierno (ANR, PLRA, Patria Querida y Unace) Franco ve cómo lenta pero progresivamente van alejándose sus amigos de aquel 22 de junio, obligados por sus intereses en la campaña electoral de cara al 2013. Y se avizora que antes de que termine este año, colorados y oviedistas le harán una férrea oposición.
Asi están las cosas, luego de tres meses del Golpe Parlamentario.
Fuente: http://otramerica.com/radar/federico-franco-paraguay-aislamiento-internacional/2447