La Vía Campesina participó con 60 observadores y observadoras internacionales en el marco de las elecciones hondureñas de 24 noviembre del 2013 con el objetivo de apoyar y respaldar los Derechos Humanos y electorales del Pueblo Hondureño, así como al Movimiento Campesino organizado. Nos solidarizamos de esta forma con la sociedad civil del país, que […]
La Vía Campesina participó con 60 observadores y observadoras internacionales en el marco de las elecciones hondureñas de 24 noviembre del 2013 con el objetivo de apoyar y respaldar los Derechos Humanos y electorales del Pueblo Hondureño, así como al Movimiento Campesino organizado.
Nos solidarizamos de esta forma con la sociedad civil del país, que desde el golpe de estado del año 2009 viene sufriendo un notable incremento de la violencia estructural con la muerte de 113 campesinos/as, la detención y aplicación de medidas sustitutivas a otros/as 1460 y la violencia directa contra mujeres lideresas de la lucha social por la tierra.
A pesar de los esfuerzos realizados por consolidar una delegación numerosa que participara en el proceso de observación, esta intención se vio obstaculizada ya que al menos la delegación de El Salvador de La Via Campesina fue intimidada en la frontera del país y no pudo ingresar al mismo, lo que disminuyó la presencia internacional en los centros de votación.
Unido a ello queremos denunciar a la comunidad internacional el asesinato de Amparo Pineda y Julio Romero, líderes comunitarios de la localidad de Cantarranas, Municipio San Juan de Flores del departamento de Francisco Morazán pertenecientes a la Central Nacional de Trabajadores del Campo -CNTC- una de las organizaciones integrantes de La Vía Campesina en Honduras. Varios hombres encapuchados y con armas de alto calibre les asesinaron brutalmente cuando regresaban de una capacitación electoral a 12 horas del inicio las elecciones.
Este no es un hecho aislado sino que constituye una muestra mas del asedio e intimidación sistemática contra el sector campesino que ha venido sucediendo en el país, tanto por parte de fuerzas militares como de miembros de cuerpos de seguridad privada y del crimen organizado tanto en las comunidades rurales como urbanas de todo el territorio hondureño
En cuanto al proceso de observación en las urnas electorales, la delegación internacional fue acreditada por el Tribunal Supremo Electoral con la intención de verificar la transparencia del proceso.
En el transcurso del mismo se mantuvo una presencia activa en aproximadamente 400 Mesas Electorales Receptoras -MER- donde pudimos detectar las siguientes irregularidades: problemas en la apertura y cierres de mesas de votación, tráfico de credenciales para la composición de algunas mesas votación, intentos de soborno, compra de votos, existencia de papeletas pre-marcadas, violación al derecho del voto secreto, escasa capacitación sobre el procedimiento a los miembros de mesa de votación, insuficiente personal designado por el TSE (custodios) retención de las actas y del envío de datos, emisión de datos anticipados por parte del Tribunal Supremo Electoral en base a urnas aún no contabilizadas, inconsistencias en el padron electoral (aparición de personas que no figuraban en el mismo con intención de votar), etc. En algunos centros electorales, se registraron además diversas acciones de presión y violencia mediante amenazas y hostigamiento a las personas observadoras y votantes.
Estas acciones han sido aun mas intensas en las zonas rurales.
En este punto queremos resaltar la actitud irresponsable de los grandes medios de comunicación tradicionales respecto a la publicación de datos, encuestas y otros comentarios tendenciosos tanto a lo largo de la campaña como a pocas horas del cierre de las urnas electorales y peor aún, sin tener datos fiables y definitivos sobre el escrutinio total de la votación.
Como Delegación de observación, queremos mostrar nuestra preocupación por la insuficiente atención de las instituciones públicas (Tribunal Supremo Electoral, Ministerio Público, la Policía Nacional) tanto hacia la financiación de los partidos como la misma asignación de los recursos públicos para la campaña electoral.
Nuestra conclusión es que el proceso electoral no ha sido suficientemente transparente y por el contrario lo consideramos un «fraude institucionalizado» que situa al país en un escenario sumamente preocupante.
Nos resulta sorprendente además la actitud de la Unión Europea y la OEA que a pesar de las múltiples irregularidades señaladas han avalado rapidamente tanto los resultados (preliminares) como el proceso que según su Misión de Observación ha transcurrido «con normalidad».
Precisamente porque es importante emprender un nuevo camino que avance hacia la democratización del país y sus instituciones con una mayor participación de la población, es que a pesar de estos aspectos negativos en el proceso electoral reciente, la Delegación de Observación internacional de La Vía Campesina constata algunos aspectos positivos que deben fortalecer el movimiento social y popular.
En primer lugar, es necesario fortalecer la observación internacional que canalice la denuncia y garantice la transparencia de los procesos. En este punto debemos mencionar que fuimos bien recibidos por la gente del pueblo, la masiva y activa participación de las mujeres y jóvenes en el proceso electoral, la posibilidad de expresar la voluntad y disposición para el cambio.
Consideramos también un avance la ruptura del bipartismo histórico del país y el sentimiento mayoritario por desmantelar el estado neoliberal que ha empeorado los niveles de vida de la mayoría de hondureños/as.
La necesidad de reconstruir la soberanía alimentaria en Honduras, de un plan nacional de reforma agraria y la lucha contra la violencia de las mujeres y las comunidades en lucha, son importantes conceptos que han estado presentes el propio proceso electoral y que deben seguir presentes en la agenda de los movimientos sociales para fortalecer el desarrollo de una visión país que busque un cambio social.
La Vía Campesina seguirá acompañando los procesos electores y fortaleciendo las alternativas populares en todos los países, como parte de nuestro principio de la solidaridad internacional con todos los pueblos del mundo.
Globalicemos la lucha, globalicemos la esperanza!
La Vía Campesina Internacional