Comunicado del equipo de trabajo del Proyecto Cartografía Colaborativa de la Defensa de la Vida, el Agua y el Territorio en las cuencas binacionales de México y Guatemala: Pojom-Santo Domingo, Ixcán y Nentón-Lagartero.
A la comunidad internacional
A los pueblos de México y Guatemala
A Alejandro Giamattei, Presidente de Guatemala
A Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México
Ante la preocupante situación que actualmente está viviendo gran parte de la población de Centroamérica y el Sur de México ocasionada por la Tormenta tropical Eta, consideramos que hoy más que nunca los gobiernos deben actuar con una visión que integre la cooperación entre países que comparten cuencas hidrológicas (Grijalva-Usumacinta) con una visión de Estado que priorice la vida por sobre el lucro.
Desde los primeros días de noviembre, la depresión tropical Eta golpeó gran parte del sureste mexicano y del norte de Guatemala, dejando a su paso más de 500.000 afectados por inundaciones, aludes y derrumbes y un número aún indeterminado de muertos. La falta de datos confiables sobre las afectaciones es una afrenta a la dignidad de quienes han sufrido y muestra cómo las autoridades de cada país han enfrentado la calamidad.
Como integrantes de un grupo de investigación colaborativa internacional que viene trabajando activamente en el análisis de los procesos históricos de constitución de los territorios de las cuencas binacionales de los ríos Pojom-Santo Domingo, Ixcán y Nentón-Lagartero y en las amenazas que bajo forma de despojos y proyectos extractivos se ciernen sobre esos territorios, nos manifestamos para exigir de los gobiernos de Guatemala y México una perspectiva integral, histórica y de derechos humanos para afrontar esta crisis.
La catástrofe provocada por Eta tiene en estos territorios muchos antecedentes: una y otra vez, con cada nuevo fenómeno atmosférico, las afectaciones han impactado de manera desigual en el territorio, afectando principalmente a las personas que ya se hallaban en situación de precariedad o expuestos a los cambios climáticos. Estas situaciones de verdaderas injusticias socio-espaciales pueden ser evitadas con políticas de desarrollo territorial adecuadas.
Autoridades de Guatemala han achacado la dimensión de los daños a la acción humana sobre el territorio y el medio ambiente, responsabilizando a los cultivos de ladera de los deslaves y derrumbes. Estas acusaciones ignoran los sucesivos despojos históricos por los que familias y comunidades han debido ir utilizando para la siembra tierras de vocación forestal.
Además autoridades de México y Guatemala omiten los procesos recientes de deforestación y de construcción de represas, que han tenido efectos muy evidentes en esta crisis. El que las comunidades y habitantes de las cuencas mencionadas, y otras más que nutren los ríos Grijalva y Usumacinta, sean los más perjudicados, no es solamente por efectos de la naturaleza. Los graves efectos de la tormenta Eta no pueden separarse de la profusa presencia de plantas hidroeléctricas en el área a pesar de las consultas comunitarias que las han rechazado. La forma depredadora en que estas empresas han actuado y que ha sido denunciado por las poblaciones tiene efectos directos sobre el terreno. Ahora, esas mismas empresas que dejaron sin agua ríos y comunidades, sueltan el agua represada que de forma violenta se convierte en un agente más de destrucción.[1]
Por ello, exigimos a los gobiernos de diferentes niveles que escuchen a las personas que habitan en esos territorios cuando insisten en que estos eventos no pueden ser considerados meramente naturales y que, por el contrario, “todo está relacionado”: los deslaves, el despojo, las represas, la catástrofe.
Además, llamamos a las comunidades y organizaciones de ambos países a ejercer una vigilancia cercana sobre el manejo y destino de los insumos, fondos y ayudas para evitar su desvío o apropiación indebida. Demandamos que los fondos para la reconstrucción sean dirigidos a quienes más lo necesitan y con la diligencia debida, ya que no deben destinarse a financiar obras y proyectos de desarrollo empresarial que contribuyen a la degradación ambiental.
Equipo de trabajo del Proyecto Cartografía Colaborativa de la Defensa de la Vida, el Agua y el Territorio en las cuencas binacionales de México y Guatemala: Pojom-Santo Domingo, Ixcán y Nentón-Lagartero. Guatemala-México-Argentina: Ana Pohlenz de Tavira (investigadora independiente, Chiapas, México); Carlos Salamanca Villamizar (CONICET, Argentina); Francisco Rocael Mateo Morales (CPO, Guatemala); Santiago Bastos Amigo (CIESAS, México / Prensa Comunitaria, Guatemala); Verónica Ruiz Lagier (DEAS-INAH, México); Fernando Limón Aguirre (ECOSUR, México).
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