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Su valiosa lección

El síndrome del coloradismo del Paraguay

Fuentes: Rebelión

“Sólo el pueblo salvará al pueblo, a condición de que esté organizado y conducido estratégica y tácticamente”.

“Detrás de cada éxito de la derecha política hay montones de engaños al pueblo incauto, desarmado de conocimiento político, sin cultura organizativa, sin conciencia de su poder transformador”.

J.Y.

“Si votar sirviera para cambiar algo, ya estaría prohibido”.

Eduardo Galeano

Comprender el fenómeno político del éxito histórico del coloradismo, como organización política que representa y sostiene a la burguesía y oligarquía  paraguaya, no existe ningún secreto ni menos  aún una fórmula mágica, pues se observa el mismo patrón de dominio en muchas partes, claro, con sus peculiaridades, pero, el mismo esquema de dominación vía adormilamiento político del pueblo.

Son varios los factores que intervienen para consolidar e incluso desarrollar ese dominio político en Paraguay, por un lado, el factor de raigambre histórica y naturalmente el factor de mayor incidencia, el entramado stronista en su faz cultural-ideológica. Partido liberal y Partido colorado, ambos tradicionales, fundados después de la Guerra genocida de la Triple Alianza (Brasil, Uruguay y Argentino) 1870.

Dijo alguien que sabe de esto, del elemento prioritario de dominación, el Dr. Martín Almada “Las tres décadas de la dictadura dejaron la cultura del miedo. El miedo es la segunda piel del paraguayo”.

Sin embargo, la gobernación del ex Obispo Lugo, progresista, al igual que todos sus colegas Latinoamericanos de esta corriente no realizaron las transformaciones estructurales que sostienen el poder  opresor, por el contrario, resultó claudicante y alejado del pueblo, y por tanto, su destitución resultó útil para el desarrollo del coloradismo, pues permitió consolidar la subjetividad del poder stronista y ahora se corroboró la extinción del Luguismo.

Los otros

¿Qué hay del otro lado del coloradismo? Disgregación, individualismo y oportunismo, nada de nada de orientación y acción con conciencia transformadora, sólo ansias de obtener un conchabo político que implica lograr un excelente negocio y un sillón que la desvaluada democracia les brinda.

Las absurdas divisiones internas de los partidos opositores al régimen stronista, nos permiten confirmar cuanto dijimos y no vale la pena ahondar en anécdotas con otros factores negativos, como las manipulaciones de votos, las compra-ventas de conciencia de dirigentes, instalaciones y posicionamientos de pseudo-opositores.

Payo

El abogado Paraguayo Cubas Colomés, el candidato presidencial del nuevo partido Cruzada nacional, con alto porcentaje de votos, no nació ahora ni de un repollo, posee un largo y rico historial de lucha, en realidad es un líder nato y un luchador nato, sus años juveniles los dedicó a estudiar con fervor y a enfrentar a la dictadura de Stroessner, estuvo preso una decena de veces, es un nacionalista y amante de la revolución francesa.

Tras conocerse signos de fraude, los seguidores de Payo salieron a las calles y rutas importantes de prácticamente todo el país, produciendo un hecho inédito de reacción ante la acostumbrada maniobra que induce a pensar que se pudieran haber consumado el plagio. El hecho político de insatisfacción social consolida la posición política de Payo.

Esta derrota electoral deja una fulminante e histórica lección del síndrome del coloradismo del Paraguay: “Sólo el pueblo salvará al pueblo, a condición de que esté organizado y conducido estratégica y tácticamente”.

Sin embargo, como dijo el sabio Galileo Galilei, “Sin embargo se mueve”, y ¿Qué es lo que se mueve? Personalidades fuertes en el senado paraguayo que tienen una oportunidad de consensuar “una unidad de concepción para una unidad de acción”.

Podrían, eventualmente, hacer la diferencia y acelerar el proceso de contradicciones para el definitivo agotamiento de un modelo ya perimido, lo dijo el sabio: Arquímedes: “Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo”, el punto de apoyo es la acción en el senado y el pueblo.

Es decir, que con un punto de apoyo conducente y la organización-palanca-pueblo, es posible llegar a mover el desgastado poder stronista que, por cierto, pretenden rejuvenecer con una figura joven como presidente, carente de liderazgo político, débil, manipulado y ya desgastado.

La estructura económica del Paraguay

Paraguay es un país capitalista subdesarrollado, pues carece de independencia económica, sin soberanía política. Además, sin superar esa enorme debilidad que representa su agotada etapa capitalista comercial, es misión imposible evolucionar hacia un capitalismo industrial.

Objetivamente, para remover esa anquilosada estructura económica ya no es posible la vía evolutiva capitalista, sino que ya a estas alturas de la etapa actual capitalista financiera, requiere un proceso revolucionario. En este punto central, John Fitzgerald Kennedy tiene la palabra: “Los que hacen imposible una revolución pacífica, harán inevitable una revolución violenta”.

Las preguntas del millón de dólares son: ¿Qué sector social está interesado y dispuesto a hacerlo? Y ¿Qué vía prevalecerá, pacífica o violenta?

Final abierto…

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.