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A vueltas con el Brexit

Fuentes: Rebelión

Opiniones de miembros de Espai Marx (Soledad Bengoechea, Antonio Navas, Alejandro Andreassi, Miguel Candel, Nicolás González Varela, María Cruz Santos, Alfredo Caro Maldonado, José Luis Martín Ramos)

Queridas amigas, queridos amigos:

Cómo sabéis, tras el resultado del referéndum del pasado 23 de junio, se han levantado en el ámbito de la izquierda voces muy críticas del resultado. Se ha puesto énfasis en algunos de los valores que supuestamente han movido a muchos ciudadanos británicos, a sectores amplios de las clases trabajadoras se afirma, a tomar la opción que han tomado: salir de esta UE, de la Unión Europea realmente existente. Se ha hablado de fuerte nacionalismo, de xenofobia, de posiciones de derecha extrema, incluso de racismo, de falta de solidaridad, de nulo internacionalismo, de la vuelta a los Estados-nación autárquicos y muy nacionalistas, se han recordado las guerras mundiales del XX, el fascismo, el nazismo, se habla de campañas vomitivas, de lo que puede significar un Freexit gestionado por el Frente Nacional, etc.

El panorama de descalificaciones es amplio. ¿Cuál es vuestra opinión? ¿Coincidís con estas aproximaciones?

1. Soledad Bengoechea

Esta mañana cuando me he enterado del triunfo del Brexit me he llevado un gran disgusto. He pensado: ya ganaron los mayores y la campiña. Ya ganó la parte de la ciudadanía menos progresista (entendiendo el progreso en el buen sentido). Enseguida el resultado me ha llevado a preguntarme ¿por qué el partido comunista inglés estaba a favor del Brexit (¿por qué es así, o estoy confundida?)?. Y me he formulado una hipótesis: ¿Temerán los dirigentes comunistas ingleses que las políticas de la UE lleven a muchos militantes a apuntarse al carro de la extrema derecha como ocurrió en Francia? Dicen los entendidos que la salida de la UE va ocasionar muchas penurias a la clase trabajadora inglesa, ¿cómo entonces, si no es siguiendo el hilo de mi hipótesis, se entiende la postura del Partido comunista inglés? ¿Quizás es que también es muy nacionalista?, ¿dónde queda, entonces, su internacionalismo?,

2. Miguel Candel

Es portentoso lo bien que han interiorizado algunas personas el discurso de la derecha europeísta. ¿Hemos de ser internacionalistas del capital para avanzar hacia el socialismo mientras localmente aumenta la explotación? Eso ya lo decían Bernstein y sus muchachos, ¿no?

Aprovecho para citar dos textos publicados hoy en «El Heraldo del Internacionalismo Capitalista «(perdón, El País):

El primero es de Xavier Vidal Folch y, como veréis, suena a portavoz de Juncker diciendo «Sus vais a enterar». El segundo, información sobre la «gran» capacidad creativa de empleo de las empresas españolas en comparación con las británicas (y eso que éstas pasan por ser las campeonas del neoliberalismo):

1. «Comprensión y respeto, infinitos. Pero también firmeza de la buena. Ningún incentivo al populismo ultra y soberanista. Ninguna vitamina para los efectos contagio, dominó o imitación que tientan a los autoritarios, los recelosos, los eurohostiles, esos que buscarán ahora una capital espiritual en Londres. Contundencia. Europa es hoy, ay, menos Europa. Pero sigue siendo más que un club.»

2. El problema de las inversiones españolas. Antonio Maqueda

La inversión de las empresas españolas en Reino Unido prácticamente duplica la de las compañías británicas en España. Mientras que las sociedades españolas poseían un stock de inversiones por 62.117 millones en 2014, las británicas tenían invertidos 36.670 millones en España. Y eso se traduce en que ese año las 340 empresas españolas ubicadas en las islas facturaron 30.414 millones, registraron un beneficio de 6.348 millones y generaron 75.217 empleos. Las 437 empresas británicas sitas en España obtuvieron una cifra de negocios de 31.480 millones, unos resultados de 928 millones y mantuvieron 98.019 puestos de trabajo, según la Secretaría de Estado de Comercio. Entre las firmas españolas en Reino Unido destacan Santander, Sabadell, Ferrovial, Telefónica e Iberdrola; Vodafone, IAG, Altadis, BP y GlaxoSmithKline, entre las británicas en España.

NO COMMENT.

3. SLA

Yo no conozco las reflexiones del Partido Comunista inglés pero sí la de algunos líderes de la izquierda radical inglesa que en su día estuvieron a favor de la entrada del Reino Unido en la UE. Hablo de Tariq Alí por ejemplo. Su posición, muy resumida: nadie que sea de izquierdas y toque realidad y no crea en ensoñaciones sin fundamento (reformar desde dentro esta UE del neoliberalismo salvaje) puede votar a favor de la permanencia (no olvidaba Tariq su coincidencia, por razones radicalmente otras, con fuerzas de la derecha extrema inglesa). Los favorables tenían a Camaron, algo así como don Rajoy, como líder. Tampoco es moco de pavo comentaba Alí. Por lo demás, ¿qué posición defendía mejor los intereses USA?

4. Soledad B.

Me pregunto, ¿es mejor la derecha inglesa, como Cameron, que la de otros países de la UE? Yo no puedo dejar de pensar que el Brexit lo ha ganado la gente mayor y la campiña, en definitiva, la antiemigración. Por ahí no paso y nadie me va a convencer.

No olvidemos que toda la extrema derecha europea está a favor de salir de la UE. Creo que eso es algo que no podemos olvidar. De todas formas, pensar que estando en la UE es más difícil llegar al socialismo en un solo país me parece una utopía. ¿Quién está ganando en Europa? ¿Quién va a ganar en España? Creo que es más fácil cambiar Europa desde dentro, como apuesta Varoufakis y demás que no dar carnaza al fascismo…,

4. Miguel C.

Eso de la «campiña» y la «gente mayor» (como tú y yo, por cierto) me huele a caricatura dibujada por los «modelnos» de la City (con ayuda de los lobos de Wall Street: ¡toma caricatura!). No veo yo cómo pueden sentirse amenazados por la inmigración los jubilados, que ya no viven de un salario, y los «de pueblo», cuando los inmigrantes se concentran en las ciudades. Sí se ven amenazados, en cambio, los trabajadores no cualificados que ven cómo sus salarios se deterioran día a día por la competencia con los inmigrantes dispuestos a trabajar por cuatro duros. Lo mismito que en Francia. Claro que se beneficia la derecha xenófoba de esa situación, ¡cómo no!. Pero ¿qué es más fácil: hacer «social» a la UE dominada por los grandes banqueros, que impone la desregulación del mercado de trabajo, o legislar a escala nacional contra el dumping social de los bajos salarios?

De todos modos, la verdadera explicación del triunfo del Brexit me la dio ayer Juan Carlos Monedero en una comida electoral a la que asistí: Podemos, ese joven partido urbanita, animado por su «éxito» en el apoyo a Tsipras, acudió al Reino Unido a hacer campaña a favor del «Remain»… ¿A que no lo sabíais?

5. Soledad B.

A ver, Simbad (Miguel C), tu serás mayor, je, je. Por todo lo que he leído y he visto en las entrevistas por TV., cuando los jubilados ingleses están a favor del Brexit es porqué piensan que lo emigrantes vienen a cambiar su modo de vida, que van a producir mezcla de razas, que son mal educados, sucios, etc. (igualito que aquí, sin ir más lejos). También sienten nostalgia de su imperio y no soportan estar bajo el mandato de otros países. En definitiva, que son supernacionalistas. Es normal que las gentes de Londres sean diferentes de las de la campiña. Siempre ha sido así. Recuerda, p. ej. que en la CUP, la parte que está más por la cuestión social es la de las ciudades, a diferencia de la que vive en pequeñas localidades a las que les pesa más el nacionalismo. Y está claro que los trabajadores menos cualificados se ven amenazados por la emigración. De ahí que el PCF pueda pensar que sean carnaza para la extrema derecha y decida estar a favor del Brexit.

6. Miguel C

Por supuesto que detrás del Brexit hay nacionalistas, racistas y retrógrados de toda laya y condición. Igual que en un hipotético referéndum sobre la independencia de Cataluña votaría a favor la «pagesia» reaccionaria (y racista). Lo que quiero decir es que los partidarios de seguir dentro han resaltado esa franja del electorado para desacreditar al Brexit y no han hablado para nada de los trabajadores precarios de los centros industriales. Si te fijas en el mapa sobre la distribución del voto que publica hoy El Heraldo del Capitalismo Internacional (vulgo, El País), verás que el voto a favor del Remain se ha concentrado en Londres (el centro financiero y de servicios, no tanto de clase obrera) y en Escocia (mira por dónde: los separatistas que, como Mas y compañía, quieren salir de la «cárcel pequeña» pero seguir en la grande). El resto de Inglaterra, con todas las regiones industriales y mineras (asoladas por la política económica thatcheriana y posthatcheriana), ha votado mayoritariamente a favor del Brexit, no sólo los cuatro «payeses» que quedan: Inglaterra fue el primer país europeo en que la agricultura cayó a los útimos lugares porcentuales del PIB, por lo que la inmensa mayoría de los habitantes de la campiña no viven de ella, sino de otras actividades. En cuanto a los jubilados, ya se sabe que suelen ser mayoritariamente conservadores, como demuestra el análisis sociológico de los votantes del PP, y también es sabido que les resulta más difícil liberarse de sus prejuicios y valores tradicionales. Ahora bien, me pregunto si toda forma de apego a las tradiciones es socialmente negativa: unas sí, otras no. Y en el choque cultural que supone la inmigración, pero sobre todo (y eso también cuenta mucho en Inglaterra) la uniformización de costumbres que impone el capitalismo internacional, no es fácil discernir entre unas y otras. A mí, por ejemplo, me repatea que las castañadas del primero de noviembre estén siendo sustituidas por el dichoso Halloween importado, precisamente, del mundo anglosajón… ¿A ti no?

7. Soledad B.

Pues claro que sí, Miguel, yo no celebro esas costumbres más bien bárbaras, tampoco pongo árbol de Navidad, ni pesebre… No tengo porqué seguir costumbres impuestas que no me gustan, ni locales ni foráneas… El voto a favor del Remain se ha concentrado en Londres, donde no sólo hay trabajadores de servicios o que trabajen en centros financieros, sino muchos otros… y muchos emigrantes que no saben que va a pasar con ellos. Vale que ha ganado en Escocia, donde precisamente no se ganó el referéndum de salir de Reino Unido, y también ha ganado en Irlanda del Norte, que ya propone la unión de las dos Irlandas… Respecto a los trabajadores industriales, ya se sabe que toda Europa está comenzando a salir de una gran crisis (eso parece, vaya) de la que el detonante fue una crisis bancaria nordamericana. Estoy totalmente en contra de las políticas de austeridad impuesta por los neoliberales (si hubieses leído el art. de Directa escrito por Mª Cruz y una servidora lo sabrías) pero creo que podríamos procurar mejorar esa UE. Al fin y al cabo una de las cosas por la que se hizo fue para evitar un tercera guerra entre Francia y Alemania ¿no? Respecto a las tradiciones… en cierta manera estoy en contra de la uniformación de costumbres, pero eso de la tradición… sabes que sienta muy mal a las mujeres y también a muchos hombres. De todas formas lo de la uniformación de costumbres no creo que tenga nada que ver con la UE… los medios de comunicación… el intercambio de personas… la publicidad… copiamos más de EEUU que de la UE.

8. Antonio Navas

Sole, los comunistas estábamos contra el Mercado Común Europeo, antes de la UE y del euro, la izquierda decente y digna estaba en contra. Las razones eran predicciones que luego se han cumplido con creces: destrucción del Estado del bienestar, eliminación de los derechos sociales, aniquilación de cualquier residuo de democracia, no ya democracia radical, plebeya, democracia con mayúsculas, sino de cualquier atisbo de democracia liberal o procedimentalista. La UE es un monstruo que ha masacrado y arruinado ya a varios pueblos, de manera especial al griego. Y sigue imparable por ese camino. La UE ha destrozado la dignidad mínima de vida del pueblo griego de forma criminal y alevosa.¿Cuántas generaciones de jóvenes españoles ha truncado ya? ¿Cuántas de portugueses, irlandeses, italianos, etc?

¿Y a una gente que ha decidido salirse de este pandemonium indigno y fascistoide les llaman racistas y xenófobos? Porque los griegos también votaron en contra en su referéndum, los daneses también, etc…En más de un país se rechazó la Constitución europea, y los resultados se los pasaron por el Arco de Triunfo, así en plan machote, todos esos antirracistas y demócratas majísimos de la Comisión Europea. ¿No te parece Sole, que no ya desde un punto de vista comunista-paleolítico-aberrante y anacrónico es lógico salirse de la UE, no sólo del euro, sino simplemente desde un punto de vista de la más elemental dignidad democrática?

¿Por qué hay que soportar una dictadura de las oligarquías europeas desde el inicio del proyecto europeísta, haciéndola pasar por un dechado de humanismo y buenas intenciones, cuando la realidad tozuda se empeña en demostrar lo contrario con un saldo de paro, miseria, destrucción de derechos y diáspora social como no se conocía en décadas? A esta monstruosidad no hay que defenderla, hay que combatirla con todas nuestras fuerzas.

Sólo un último apunte. ¡¡¡Qué cinismo, que gran hipocresía e ingenuidad (des)informada la de unos y otros en los media durante toda esta mañana!!! La UE abre las fronteras para la libre circulación de personas (amén de los capitales). ¡Qué belleza moral! Para destruir países con economías frágiles y dependientes, generar un paro masivo, provocar una diáspora cruel de generaciones hiperformadas profesionalmente (sobre todo, no nos engañemos) que deberían enriquecer sus países de origen y que acaban sirviendo de mano de obra baratísima en las economías más ricas, generando una competencia salvaje por los puestos de trabajo (dumping social). Esta competencia salvaje provoca reflejos defensivos en los más pobres de los países ricos, adoptando diversas formas, incluido el racismo (no me lo creo demasiado, justamente porque es en lo que se empeñan los media estos días y desde hace muuuuuuucho tiempo). Conclusión: la culpa es de los pobres que deben aceptar de buena gana el deterioro criminal de sus condiciones de vida y una avalancha masiva de gente porque los que mandan han querido que eso sea así.

Hunden países enteros y de paso amenazan con liquidar por la vía de la saturación del mercado laboral, los derechos históricos de comunidades de millones de personas. Conclusión: los ingleses son racistas y xenófobos.

Bravo por ellos, bravo por todos los opinadores, pensadores, comentaristas y generadores de opinión del mundo unidos.

9. Soledad B.

Antonio, antes de empezar quiero gracias a Miguel y a tí por querer dialogar conmigo sobre este punto que me interesa muchísimo. Hablando con vosotros tengo la necesidad de ordenar mis ideas, contrastarlas con las vuesttras y poner en cuestión, o al menos matizar, aseveraciones que creía inamovibles.

Empezaré diciendo que pienso que una parte del estado de bienestar y los derechos sociales han desaparecido de Europa con la llegada de la crisis económica, aunque antes ya estuvieran haciéndose presentes las medidas neoliberales. Quiero decir que las ayudas que de la UE llegaron a España no sólo favorecieron a los grandes latifundios andaluces. Creo que sin ellas la agricultura española no estaría como está, por mal que esté. Esas ayudas ayudaron mucho a la recuperación de infraestructuras, etc. Por otra parte, yo no he llamado al comunismo paleolítico ni nada de lo que tu dices. Si que considero que el que hemos mal llamado comunismo produce mucho menos pero yo considero que un comunismo en libertad y con rostro humano es una idea maravillosa, aunque pienso que hoy por hoy sea un imposible ponerla en práctica y creo que echando un vistazo a nuestro alrededor lo vemos claramente. Y observo que la diáspora social, los refugiados, no son resultado de esa UE, sino de muchas variables, aunque esta UE haya jugado ignominiosamente con ellos. Aunque estoy de acuerdo con muchas cosas de las que dices, lo que no soporto del Brexit es que haya sido tan antiemigrantes. Ya se, ya se, que los poderes fácticos también lo son, y que si no lo son más es porqué les interesa tener mano de obra barata, pero que personas como tú o como yo sean tan egoístas…

Un placer haber hablado contigo, Antonio, de verdad…,

10. Alejandro Andreassi

Creo que lo que dice Miguel es muy razonable. Ni siquiera se puede tomar a Londres como una unidad homogénea. Según datos de The Guardian (que trasncribo) en los barrios de clase obrera londinenses ganó el Brexit (leave) no hay que olvidar que a favor del Brexit no estabn sólo los racistas y reaccionarios de UKIP, también estaba el Lexit que reunía a un sector considerable de la izquierda británica: «Thames estuary: the east London exception: Although remain was strong almost everywhere in the capital, leave had a majority in the east London working class neighbourhoods of Havering, Barking and Dagenham, plus Bexley and a number of neighbouring areas in the Thames estuary. These were traditional Labour strongholds that swung to UKIP in the general election».. En Liverpool pasó algo semejante a Londres, a medida que el observador se aleja del centro de la ciuydad aumenta el voto a favor del Brexit y como dice The Guardian «cuanto más pobres los votantes laboristas menos leales a la línea oficial de partido» «Merseyside: suburban revolt: Voters in the Labour heartland of Liverpool city centre followed the official party line and backed remain. But the further you get from the city centre, the stronger leave becomes: 51.56% in Knowsley, 58.02% in St Helens and 63.9% in Wigan. Here, less affluent Labour voters were less loyal»( http://www.theguardian.com/politics/ng-interactive/2016/jun/23/eu-referendum-live-results-and-analysis) Incluso en Escocia donde ganó eñl Remain, es mucho mayor la proporción de votantes a su favor en la opulenta Edimburgo (74.44%) que en la castigada por la crisis (desde los setentas) Glasgow (65,59%).

11. Soledad B

Claro, Alejandro, porque los obreros industriales castigados por la crisis son los que más temen la llegada de emigrantes. Es absolutamente normal, lo contrario es pensar que las personas somos ángeles. Y eso pasa sean comunistas o no. Mira como en Francia una gran parte de los obreros comunistas estan ahora votando a Marine… Hay que hacer un ejercicio de solidaridad intelectual para votar en contra de tus intereses, o estar muy convencido de los principios de izquierda que defiendes, pero eso no es lo que siempre ocurre con la clase obrera.

Recuerdo que cuando con Mercè Renom hicimos el estudio sobre el Prat del Llobregat nos sorprendió encontrar que, en los años veinte, cuando la CNT era clausurada aumentaban los votantes de los Sindicatos Libres (auspiciados en gran parte por la patronal). Dialogando ambas, entonces más dogmáticas que ahora, llegamos a la conclusión de que la clase obrera necesita un paraguas para protegerse y que si una gran parte no lo encuentra en un sitio lo encuentra en otro. No toda la clase obrera está políticamente ideologizada, y menos ahora,,

12. Antonio Navas

Hola Sole, no hay que dar las gracias, es un placer.

Lo de comunismo paleolítico y toda esa adjetivación no lo decía por ti, aprovechaba tus argumentos para enfrentar al conjunto de los que menosprecian la posibilidad de salidas radicales al atolladero en que nos ha metido el euro y la UE. Insisto en que por lo visto no hace falta ser comunista, ni ocupa, ni tener el pelo largo para oponerse a esta monstruosidad.

Lo de la diáspora no hace referencia en absoluto a los refugiados, sino a los emigrados económico-sociales intracomunitarios. La crisis será la que sea, pero la peor gestión de la misma parece que se está dando dentro de la UE. Pero es que además da la sensación de que no ha sido tal crisis la que se ha cargado ya a un país como Grecia; un país hundido, destrozado, humillado, hambreado…por la UE, por sus políticas, por voluntad libre y soberana de los tratados de la UE, de sus leyes y de los dictados de la Comisión Europea, o de quienes sea que mandan en la UE. Pero es que no son sólo griegos los emigrados, son rumanos, son españoles, polacos, etc, etc, etc…de forma masiva. Y estos son resultados deliberados de la forma de gestionar la crisis, y no sólo la crisis, sino de la forma de gestionar la economía, las finanzas, los derechos sociales, las herramientas o ausencia de tales de los gobiernos nacionales. Son principios, criterios de la UE, tratados, leyes, que atenazan a gobiernos dejándolos inermes, que aniquilan, insisto, pueblos, naciones enteras sin pestañear.

Bastaría con lo que han hecho en Grecia y siguen haciendo ante la mirada atónita y cómplice de casi todos, para que nos negáramos a ser parte de esta aberración, de esta monstruosidad. El castigo atroz e inhumano, la infamia que se está cometiendo contra el pueblo griego no puede pasar en alto para nadie. Eso tiene un único y principal responsable: la UE. La locura inhumana no estriba en que la clase obrera británica se niegue a estar en la UE por miedo (aceptando que ese fuera el motivo, -no me lo creo e impugno la explicación que difunden los media del sistema en este sentido, pues creo que es una explicación falsa, sesgada, manipuladora y falsa, cínica mente humanitarista) a los emigrantes. La inmundicia, lo repugnante, lo indignante hasta extremos criminales es que se hayan generado millones de parados, expulsados de sus familias, países de origen y culturas. Supervivientes que han debido huir de sus hogares para sobrevivir. Esos otros refugiados.

Saludos.

13. Miguel C.

Totalmente de acuerdo en que la clase obrera está menos politizada ahora en Europa que hace cuarenta años (cuando murió Franco), pero no menos ideologizada, sino mucho más. Y la ideología dominante es la que les sirve de referencia a la mayoría cuando no tienen otras referencias. Lo que pasa es que además del bombardeo ideológico, la clase obrera también sufre el bombardeo de la realidad social: carestía, paro, bajos salarios, precariedad, etc. La derecha xenófoba británica (con muchos e influyentes medios de comunicación y persuasión) y Marine Le Pen (no su padre) en Francia han sabido conjugar los dos bombardeos (apuntando en la misma dirección, aunque con una munición argumental diferente de la de la izquierda). Si los tiros de ambos bombardeos, el ideológico y el de la realidad social, van en sentido contrario, la clase obrera actúa en orden disperso: muchos se abstienen, unos votan a la izquierda y otros a la derecha. Si coinciden, como en el RU y, en parte también, en Francia, pasa lo que está pasando. Y ¿qué ha de hacer la izquierda ante eso? Nunca volver la espalda a la realidad social, eso nunca, y atacar lo que identifica como causa principal de esa situación, aunque con ello coincida de facto con (una parte* de) la derecha. Si se trata de unas elecciones, se puede coincidir de facto y argumentar en un programa las motivaciones, denunciando los intereses espurios de la derecha. En un referéndum es más difícil, porque las papeletas van a decir exactamente lo mismo, pero en los actos de campaña se pueden dar argumentos diferenciados. La mayoría de la izquierda radical británica así lo ha entendido y actuado, y creo que va a salir reforzada, tanto dentro como fuera del partido laborista. En cambio, la izquierda francesa no acaba de entenderlo (a la mayoría del PSF ya no la cuento como tal) y sigue horrorizándola que puedan acusarla de «antieruropeísta» o de compañera de viaje de Le Pen. Y aquí viene a cuento el asterisco de arriba: uno de los grandes trucos de la derecha hegemónica en todo el mundo, hasta la fecha (si la situación se vuelve mucho más crítica, se quitará del todo la careta), es presentarse como más liberal, moderna, avanzada, internacionalista, etc., que unos partidos de tendencia fascistoide que utilizan como «cocos» para que se duerma cierta izquierda infantilizada (en el sentido de que siente desvalida después de tantas derrotas) y confíe en ellos (poli bueno, poli malo…). Los «cocos» son perfectamente reales y hay situaciones en que no hay más remedio que elegir entre Guatemala y Guatepeor, como cuando en Francia compitieron por la presidencia de la república Chirac y Le Pen. Pero no siempre es así y no se puede aceptar ese chantaje eternamente, porque de ahí no hay más salida que seguir cayendo en el pozo. Porque, vamos a ver, ¿a quién le pueden parecer menos peligrosos como fuerzas de la derecha el FMI, el Banco Mundial, el gobierno de los Estados Unidos, la gran banca europea, los chicos de la troika y el largo etcétera que nos recordaban aquí mismo hace pocos días que estaba a favor de la permanencia del Reino Unido(?) en la UE? Y, last but not least, ¿era o no era una motivación de izquierdas la que ha llevado a muchos votantes a votar «leave» sabiendo que con eso hacían caer al gobierno de Cameron el ultraliberal? Desde luego, ahora puede caerles de primer ministro vaya usted a saber quién. Pero sigue siendo lógica la del soldado que cuando se carga a un enemigo dice simplemente: «Uno menos». Sobre todo si con ese tiro el enemigo ha visto que es peligroso asomar demasiado la cabeza…

14. Nicolás González Varela

Querido Salvador: es obvio que el Brexit fue un proyecto de la derecha neocon británica, apoyado sin disimulo por toda la extrema derecha de Europa (de Putin a Le Pen, pasando por la Liga du Nord, etc. o del filofascista Trump). Hay más apoyos de neofascismos y neonazismos pero no he querido cansar al grupo. ¿Hay gente de izquierda apoyando la ruptura de la UE? Problema de ellos, soy de la postura que es un logro histórico y que debe modificarse desde adentro, ya sea con rupturas puntuales (en frentes territoriales) o con la larga marcha a través de las instituciones. ¿Santa Alianza o Napoléon? ¿Volvemos al viejo estado-nación burgués o intentamos saltarlo hacia adelante?

15. Miguel C.

Llevamos decenios intentándolo y estamos cada vez peor. Trabajé diez años en la Comisión Europea (1988-1998) y ya se estaba enterrando todo lo que tenía la CECA y la CEE de política social. El principal clavo en el ataúd fue el Tratado de Maastricht, madre de todas las austeridades, la oposición al cual por parte de la IU de Julio Anguita le costó una escisión (la de «Nueva Izquierda», ahora todos o casi todos en el PSOE). La cosa empeoró espectacularmente cuando entraron los chicos de la «nueva Europa» (los anticomunistas revanchistas del Este, que coparon todos los puestos de funcionario que les correspondían a sus países, aun no siendo representativos del talante político, bastante menos derechoso, de sus poblaciones respectivas: un colega mío muy moderado políticamente se jubiló anticipadamente porque no soportaba el clima político que se adueñó de la Comisión con aquella gente, que parecían verdaderos agentes al servicio de Wall Street y de la City de Londres). De manera que entre el neoliberalismo rampante de británicos, polacos, checos, húngaros, etc., y el «ordoliberalismo» de los alemanes, nos impusieron el Tratado de Lisboa y el Pacto de Estabilidad (después de pasarse por el arco de triunfo el no a la constitución europea de Francia y los Países Bajos, por cierto).

¿Reformar la UE? Por supuesto. Pero sólo veo una manera: desmontarla y volver a empezar con movilización popular a tope. De momento, con el Brexit, la temperatura (política) en Bruselas está más baja y el cielo más nublado que en el parte meteorológico, que ya es decir. A los niños malos hay que enseñarles el coco, si no, no aprenden. Pero claro, como la mayoría de la izquierda enfoca el asunto con el «buenismo» de Nicolás, vienen los populistas de derechas y sacan tajada. ¿De quién es la culpa? ¿Aprenderemos algún día? Y bueno, que el «hábil» negociador Varoufakis venga a darnos lecciones de cómo tratar con Leviatán… daría bastante risa si no diera pena.

17. María Cruz Santos

Miguel estás usando también el argumento del miedo: no te vayas que te pasará… No te quedes que mira la que te espera…

Y yo veo que ni contigo, ni sin ti. O acabamos con los mercados o siempre estaremos acogotados. No me parecen ilusionantes ninguno de los dos discursos y quizás ya no basta con la economía.

18. Miguel Candel

Yo no quiero acabar con los «mercados» así, sin más, porque lo del trueque lo veo complicado. Pero sí, las tijeras de Bruselas me dan miedo. ¿A ti no? Hay un proverbio chino que dice: «Varias personas están en una casa que se incendia. La mayoría la abandona corriendo. Pero algunas de ellas no se deciden y primero preguntan a las que han salido: ¿Qué tiempo hace ahí fuera?».

19. Joaquín Miras

Desde tu ignorancia atrevida; hoy he estado todo el día con una pareja inglesa en Spain, pero que ve bibicí. Al ver el telepequediario han pasado de la alucinación cabreada a la risa -los españoles somos esperpénticos no por tener medios de comunicación esperpéticos, sino poque nos los creemos. Al caso de lo que preguntas: «pos» me han «soltao» -porque lo acababan de oír- que era una trola que no coincide con lo que los mismos medios no bibicí, sino hispanibicí -eran catalanicí por era la grossa nostra, tv3- largan: que todos los jubiletas british en Spain lloran y se lamentan: o sea, como me dijeron, los jubiletas ricos con buena jubilaciones que se pueden venir a montar poblados entre «indígenas» -y usan de NUESTRA SEGURIDAD SOCIAL SIN ABONAR NADA- pues han votado quedarse y los jubuletas pobres han votado salirse. Hace 8 años por cada hijo el estado daba subvención y además garantizaba una vivienda con una habitación por cada hijo: ahora no lo tienen -entre otra retahíla de cosas que revelan lo que sí es un estado social y lo que sí es saber ser ciudadano. No saben si lo van a poder tener, pero prefieren no estar dominados por Alemania.

Otro sí: cómo es posible que desde nuestra ignorancia no sepamos que eso que hemos visto se llama democracia, y lo primero es reconocer la soberanía y no reírse, cachondearse y escupir sobre lo que vota la democracia, lo que votan los pobres. La familia inglesa de esta gente, obreros,pescadores de barco, trabajadores, han votado «no» y Nil -se llamáaasí, sus hijos se llaman Logan y Lian- está muy contento y tiene 42 años y vive at Spain.… pero bueno, pues los burros en englan votan liberty y aquí, pues cualquier otra cosa menos eso.

20. Soledad Bengoechea

Miraba ahora la tele, tenía grabado el telenoticias de la 3. He visto que ya son más de dos millones, la mayoróa jóvenes, los que piden un nuevo referendum… He visto también como parece que los del Brexit engañaron a la gente con la cuestión económica ¿igual que aquí? Y me he dicho: esto creo que va a quitar votos los indepe catalanes… ahora se daran cuenta de que salir de la UE tiene un precio.

21. Miguel Candel

Sí, Sole, como en Irlanda. Cuando el pueblo vota contra el gusto de los que mandan, no vale. Porque claro, los partidarios del Remain no engañaron a nadie, ¡qué va! Tranquila, que mañana los que pedirán la repetición del referéndum en la plaza de Oriente (perdón, Trafalgar, qué lapsus…) serán 10 millones, y subiendo.

Y aquí, los indepes, si pierden un referéndum, estarán pidiendo que se repita hasta el día del Juicio Final.

Viva la democracia.

22. Soledad Bengoechea

Una de mis hijas, bióloga, que está estos días en San Francisco en un Congreso Internacional sobre células madres me dice esto: «Por cierto, sobre el Brexit, los dos británicos que han hablado hoy han dicho lo mismo (visiblemente cabreados), que sus universidades tenían subvenciones de la EU que ahora no saben si mantendrán, colaboraciones con otros grupos en el contexto de la Eu que no saben si podrán mantener…etc».

23. Alfredo Caro Maldonado

Magnífica representación del chovinismo.

«Los británicos», «Europa», son construcciones ideales, no basadas en ninguna realidad o cohesión fuera del idioma y poco más.

Tengo muchos compis muy preocupados por las subvenciones europeas, mucho más de lo que lo estaban por las políticas de recortes que recaían sobre los chavs. Y diciendo que por supuesto la mitad de la población británica no «tiene ni puta idea» (es la expresión que utilizan), ¡cómo puede ser que se pregunte a la gente ignorante! Los intelectuales, la gente culta, los científicos, nosotros sí que sabemos lo que los hijos de la «Gran Bretaña» quieren.

Les pongo el ejemplo de una canción de Soziedad Alkoholika, donde un hombre pilla a unos chavales encapuchados quemando ETTs (de las que también nos hemos olvidado), y les dice que así no se resuelve el problema de las ETTs, y los chavales dicen, es que te equivocas, nosotros lo que queremos es quemar todas las ETTs, el fin y el medio en este caso coinciden.

A lo mejor esos británicos escoria que no saben lo que quieren sí lo saben, quieren salir de la UE, medios y fines coinciden!

24. Miguel Candel.

Sarcasmo del bueno [Refiriéndose a » Brexit y el crash neoliberal: cuando la gente se cansa de la codicia rentista y la falta de imaginación de la izquierda renovada» de José Gabriel Palma, Doctor en Economía en Oxford y profesor en Cambridge]. Conviene tener en cuenta algunas diferencias de vocabulario con respecto a la «madre patria»: «cortes» son tribunales, «utilidades» son beneficios, etc.

El fenómeno, como muestra el texto, no es sólo europeo, sino mundial: el neoliberalismo ha logrado exasperar tanto a tanta gente, y la izquierda es tan ingenua (sobre todo la «renovada», porque parece que algunos segmentos de la «clásica» demuestran tener mejor olfato: sabe más el diablo por viejo…), que el estallido, que en España comenzó en 2011 (y que de momento la «izquierda renovada» está capitalizando; pero como siga así de ingenua en el tema europeo, me temo lo peor) y que en el RU acaba de retumbar, va a seguir repercutiendo por medio mundo. En los EE.UU., el 40% de los hartos han apoyado a Sanders y el 60%, ¡ay!, a Trump (lo que podría haber sido al revés si la candidata «liberal» de Wall Street, con el apoyo de la dirección del PD, no hubiera desviado tantos votos hacia el redil de los de siempre). Lo dije y lo repito: lo que deberíamos hacer desde la izquierda es dejar de insultar a los proletarios abducidos por la extrema derecha y ponernos en su (triste) lugar. Reconocer que la «libre» (cuando conviene a los amos) circulación de personas debe ir acompañada de mecanismos que eviten el dumping salarial; denunciar que la fábrica de refugiados libios y sirios se llama OTAN (Turquía es su Sublime Puerta), con su intervención, abierta o encubierta, en el avispero árabe; reclamar la devolución a los Estados de la facultad de tener una política económica propia sensible a las necesidades de las capas populares, ya que la UE no tiene los mecanismos de participación democrática que tiene un Estado propiamente dicho… Si esta izquierda de pacotilla no es capaz de hacer eso y algo más, si sigue comprando la averiada mercancía europeísta, que no es más que un trágala de los grandes grupos económicos transnacionales envuelto en retórica pseudoprogresista, no nos quejemos de que Boris Johnson, Nigel Farage, Marine Le Pen, etc. sigan captando descontentos. Como dice el sereno gallego de «La verbena de la Paloma», «Y luegu habla el gobiernu de la custión social… El truenu será gordu, muy gordu…» Simbad (alias Miguel).

25. José Luis Martín Ramos

Hay algunas cuestiones que me siguen impidiendo compartir la euforia de muchos de vosotros por el Brexit. En primer lugar como no comparto la mayor (lo mejor que puede pasar hoy es la ruptura de la UE) difícilmente puedo compartir su derivada: el Brexit es un paso adelante en esa ruptura de la UE. En primer lugar está por ver si el Brexit supone la ruptura de la UE, pero no es esa cuestión la que me inquieta.

La primera es que, se quiera ver o no y más allá de la utilización demagógica y desinformadora que se ha hecho, quien en estos momentos está en condiciones de gestionar y capitalizar en el Reino Unido -no sé si en Inglaterra, pronto- el Brexit es la derecha nacionalista británica; y quien está hoy en condiciones de capitalizar mejor -espero que no llegue a estar en las condiciones de gestionar- una implosión de la UE es la derecha nacionalista europea. Aunque solo fuera por esa razón no me satisface el discurso de la soberanía que se está haciendo; no me satisface en nuestra casa y por la misma manera no me satisface en general. Quizás no lo entienda bien, pero no encuentro congruente discutir el discurso de la soberanía en Cataluña y afirmar, sin ninguna crítica, el discurso de la soberanía en España y Europa. La declaración de Socialismo de Siglo XXI reconoce el problema de la gestión de la extrema derecha de la implosión de la UE, pero lo hace limitándose a un exhorto de buena voluntad que, al menos a mí, me parece un voluntarista brindis al sol. No quiero imaginar que un paso siguiente fuera una victoria de Marine Le Pen en las elecciones francesas y un Frexit gestionado por el Frente nacional; ni siquiera por un Frente Nacional moderado por la alianza con algún segmento de la derecha tradicional francesa. La izquierda francesa con un PSF en bancarrota y el Frente de Izquierda avanzando pero no suficientemente no está, hoy por hoy, en condiciones de gestionar la recuperación de la soberanía económica.

En algún lugar se ha dicho que además eso es la democracia y hay que respetarlo y punto. No creo que nosotros podamos quedarnos ahí, lo que se ha producido es un ejercicio electoral -condición necesaria pero no suficiente de la democracia. La democracia es mucho más, y me parecería más claramente un ejercicio de democracia el referéndum del Reino Unido, si no hubiese estado tan trufado de xenofobia y espíritu de cottage; los discursos de Boris y de Farge han sido vomitivos, como los discursos de la inmensa mayoría de la prensa (empezando por The Sun y The Telegraph)

Por otra parte, ¿recupera el Reino Unido su soberanía económica cuando el núcleo mayoritario de los beneficiarios políticos del Brexit es absolutamente partidario del TPPI?

La segunda cuestión que me preocupa.En las condiciones de la economía mundial, en las que las demandas internas están contraídas, las alternativas dominantes pueden estar entre una recuperación de confrontaciones proteccionistas que podrían culminar la repetición del proceso de la gran depresión del siglo XX, o el sometimiento a un tratado de falso libre comercio, basado en la tutela definitiva del mercado mundial -para eludir esas guerra comerciales- por tres o cuatro grandes potencias y los poderes económicos que las sustentan.

Tengo la sensación de que se está cayendo en un análisis economicista, en el que estamos poniendo el centro en las formas del sistema económico que combatimos y en sus modificaciones/ evoluciones y dejando en segundo lugar el sistema político, la búsqueda de una política que permita una alianza social de las clases populares – nada fácil de conseguir – . No veo que el Brexit esté significando precisamente eso, y si lo contrario. Disculpad si no se explicarme mejor.

Siento discrepar de vosotros. He estado pensando no hacer esta nota, pero tampoco me parecería honesto no hacerlo. No pretendo entrar de nuevo en una discusión circular, en la que no vamos a añadir argumentos nuevos. Ahora la realidad de lo que ocurra va a ser la mayor novedad en la argumentación. Ójala tengáis razón con vuestro optimismo y se haya dado un gran paso hacia adelante y no un traspiés, que acostumbra a iniciarse también adelantando un pie.

26. Miguel Candel

En efecto, adelantando un pie pero dejando el otro demasiado atrás. De lo que se trata es de adelantar los dos acompasadamente, y haces bien en dudar de que seamos capaces de hacerlo. Yo también lo dudo. Como también dudo de que se pueda extraer el pus de una herida cerrada en falso sin sajar. Creo que no puedo decir más con menos.  

27. Soledad Bengoechea

Bueno, José Luis, no pluralices. Que yo sepa, creo que ni Maria Cruz, ni Nicolás ni yo misma estamos de acuerdo con el Brexit. Quizás incluso haya alguien más que ahora me dejo.

28. Joaquín Miras.

Los diez mandamientos del europapanatismo:

(1) Europa y la Unión Europea es lo mismo.

(2) La UE es buena por definición.

(3) Cualquiera que cuestione los dos primeros mandamientos es un heterodoxo trasnochado objeto de análisis por psiquiatras tipo Vallejo Nájera.

(4) La UE es reformable desde dentro.

(5) Quienes niegan el 4° mandamiento son asimilables a los que no asumen el dogma de los dos primeros.

(6) Si alguien se sale del guión, como por ejemplo ahora el Reino Unido, desencadenará un verdadero apocalipsis de consecuencias imprevisibles. De hecho, ya lo estamos viendo (suicidios en masa, tormentas solares y, lo que es peor, dos biólogos que viajan a San Francisco preocupados por saber quien les pagará su próximo viaje).

(7) No hay que dejar votar a la gente en cuestiones europeas. La democracia en la UE es mala, tóxica. Irlandeses y franceses se equivocaron hace unos años como ahora se equivocan los británicos. Ya se sabe, los referéndums los carga el diablo..

(8) Todos los que cuestionan la propia esencia de la UE son de extrema derecha.

(9) Nadie que no asuma estos mandamientos será llamado a crear opinión en ningún medio de información (sic) público o privado.

(10) En este asunto, como en tantos otros, JxSI y PP (como Ciudadanos, PSOE, Podemos, …) están de acuerdo. Luego los que opinan lo contrario deben estar equivocados.

Y recordad como buenos mandamientos hay que vivirlos como dogma de fe (no como doctrina de la iglesia). Amén.

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