La valla que Grecia ha decidido construir en su frontera con Turquía para detener a los inmigrantes también va a ser un obstáculo más entre este último país y la UE, según expone el redactor jefe del diario Sabah de Estambul.
Las primeras reacciones de Turquía con respecto al proyecto griego de levantar un muro a lo largo de una parte de la frontera común fueron extremadamente prudentes y discretas. Sin embargo, pensamos que es un error creer que esta decisión sea únicamente reflejo de la política interna y de la soberanía de Grecia. De hecho, este muro o esta valla de alambre de espino que se creará a lo largo del río Evros va a afectar inevitablemente a la imagen internacional de Turquía de manera negativa.
El muro que se extiende a lo largo de la frontera del sur de Estados Unidos, en el que las autoridades griegas dicen inspirarse, no ha aportado absolutamente a México. Todo lo contrario: ha situado a este país en una posición de Estado paria e impotente, que intenta desesperadamente exportar sus problemas económicos y sociales al otro lado de la frontera. En cuanto a los palestinos, se les ha humillado con estos muros levantados tanto en la parte israelí como egipcia, que les condenan a vivir en una prisión a cielo abierto.
Europa delimita con el río Evros
El río Evros no sólo delimita nuestra frontera con Grecia, también es la frontera con la Unión Europea. Ante estas condiciones, al erigir una valla así, también se interponen entre nosotros y la Unión Europea unos obstáculos infranqueables que refuerzan el concepto de la zona Schengen, símbolo concreto de una circulación limitada en el espacio europeo. A lo que hay que añadir las dificultades de los visados entre nosotros y la UE, otro obstáculo físico. Por lo tanto, este muro no sólo es problema de Grecia, también lo es nuestro.
Por otro lado, la construcción de una valla a lo largo del Evros será por desgracia un medio de concretizar la visión de Sarkozy sobre las fronteras de Europa que el Consejo de Sabios, presidido por el ex presidente español Felipe González, había refutado al explicar en su informe presentado en mayo de 2010 que los límites de la UE no son una cuestión de geografía, como pretende el presidente francés, sino que «son sus valores los que constituyen sus límites». Erigir un muro así sería una forma de transmitir el mensaje de que la frontera de Europa se detiene a orillas del Evros.
Fuente: http://www.presseurop.eu/es/content/article/464761-al-otro-lado-del-muro