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México. Brigadas de francotiradores informativos rodean a la Convención Nacional Democrática y Revolucionaria

Armas de Destrucción Mass Media

Fuentes: Rebelión/Fundación Federico Engels

Desde México. Armas de guerra ideológica. Idénticos a sí mismos los mass media mercantiles en México repetirán un modelo de combate ensayado internacionalmente contra todo lo que no sea mansedumbre rentable beneficiaria del capitalismo. Repetirán un mismo guión mundial, repetirán el tableteo de su metralla ideológica con los mismos adjetivos que emplean en Irak, Líbano, […]

Desde México.
Armas de guerra ideológica.
Idénticos a sí mismos los mass media mercantiles en México repetirán un modelo de combate ensayado internacionalmente contra todo lo que no sea mansedumbre rentable beneficiaria del capitalismo. Repetirán un mismo guión mundial, repetirán el tableteo de su metralla ideológica con los mismos adjetivos que emplean en Irak, Líbano, Venezuela, Cuba…repetirán imágenes fabricadas con la misma lógica y los mismos sonidos. No hay novedad, la lógica de la alienación es la misma en todo el planeta. Todos se paran detrás de la policía y detrás del ejército para mostrar las modalidades represivas en Chile, Argentina, España, Francia… Dispararán arsenales de calibre diverso contra cualquier sujeto que, a estas horas, luche a cuatro puntos cardinales, por sacudirse la hegemonía de la barbarie. Reptarán los ejércitos mediáticos de las oligarquías, minuto a minuto, por las colinas de la historia para ganar posiciones privilegiadas. Ensayarán su artillería repetitiva de calumnias con mentiras aceitadas a punta de corrupción y traición social. Con el ejército y la policía como garantía. Sus claves secretas son inequívocas: donde hay dinero habrá trincheras para esos «periodistas» «objetivos» y «neutrales». Nadie se dé por sorprendido, ya sabemos que arremeterán y no debemos estar huérfanos de claridad y de respuestas.
Su primer paso es sembrar el «Terror».
Ya iremos citando ejemplos. El tiroteo terrorista1 de los monopolios mass media contra la Convención Nacional Democrática y Revolucionaria comenzó con blancos selectivos. Primero contra el pueblo: que nadie duerma tranquilo (si el patrón tiene miedo de perder lo que ha robado). Que la rebeldía se vuelva pánico… que se confundan los triunfos con derrotas, que nada sea confiable, que todo dependa de la «mente», de la «fe», de supercherías… que nada dependa de la realidad concreta, que se vuelva invisible la miseria, que se escondan los muertos, los heridos y los desparecidos… que todos piensen que una Revolución, en lugar de ser el poema social más extraordinario… es una pesadilla culpígena y dolorosa. Que los cardenales y los obispos nos excomulgarán por exigir dignidad. Su gran negocio es sembrar el terrorismo de estado. Ya lo sabemos y no deben asustarnos. En muchos lugares nadie les cree. No pudieron con Chávez, no pudieron con los palestinos, no pudieron con Cuba, no pudieron contra el pueblo argentino, no pudieron contra la dignidad zapatista en Chiapas, no pudieron contra lo verdaderamente revolucionario. Somos más y la razón está del lado del pueblo que ganó en las urnas. Sufragio efectivo, no imposición.
He ahí a los señores de los diarios y las teles, cada noche afanosamente, meticulosamente arengando «el peligro para México», con esas y otras palabras, con metáforas, símiles, yuxtaposiciones y analogías. He ahí a los «periodistas» burgueses exhibiendo sin pudor su furia contra los pobres. He ahí a los «periodistas» titulados en la práctica y en las universidades, para mentir con lujo de detalles, con falsedades armadas con esmero, con falacias a destajo para tranquilizar al patrón y escandalizar a los pueblos. Y cobran, por eso, mucha lana los muchachos.
He aquí a los «expertos» en información dosificando los minutos y los segundos que les quedan (entre publicidades comerciales) para llamar al «orden», al «punto final», a la vuelta de página, a la «reconciliación». He ahí, en cada centímetro de los diarios, en cada pulgada de la tele los esfuerzos desesperados (y en bancarrota) de los «ingenieros de imagen», de los «asesores mediáticos», de los sabelotodo pontífices del «raiting» manoteando a como de lugar un pedacito de audiencia que les crea algo. Su alma pequeño burguesa asustada sólo les permite acentuar el tono nazi-fascista del discurso. Tiran amenazas, advertencias, augurios apocalípticos. Tiran más mentiras, más odio, más intransigencia y obscenidad. Siembran bombas en el imaginario colectivo, dicen que sin los artífices del fraude sólo reinará el caos… que ellos son la «ley» y el «orden». Mientras pasan imágenes que recuerdan la masacre de Atenco. ¿Se entiende el truco?
Hay algunos que de plano calumnian a cara de perro. Salen de sus trincheras y disparan a quemarropa ráfagas ridículas de vituperios miserables. Dicen que son «periodistas» no confiesan que son provocadores asalariados desde el gobierno o desde alguna empresa mass media. Por ejemplo Raymundo Rivapalacio2, que seguramente como los periodistas pagados3 por Bush cobra, éste, por calumniar a militantes sociales. Y no ha quedado impune su arremetida que «intenta vincular a la Tendencia Marxista Militante «como aliado táctico» del Ejército Popular Revolucionario (EPR).» Sólo para empezar ya tiene una tanda de respuestas que lo evidencian y denuncian4. Esta es la tarea política correcta: denunciarlos mundialmente, como debe ser, como se lo merecen. La Convención Nacional Democrática y Revolucionaria bien podría crear un tribunal popular científico contra esta clase (y otras muchas) de profesionales de la mentira.
No basta la denuncia, no basta el diagnóstico.
Que sepamos cuántos son y cómo operan es importante pero es insuficiente. Hay que someter a evaluación social en la Convención Nacional Democrática y Revolucionaria el papel de los mass media monopolizados, sus estragos y sus calamidades. Discutamos qué estrategias desarrollar para devolver esos medios de comunicación al pueblo que es único soberano del espacio territorial aéreo por donde circulan los medios de comunicación electrónicos con la anuencia cómplice de una ley tramposa. Y sumarnos acaso a una corriente Mundial de La Comunicación que en el mundo, de a poco, entero levante su voz para decir ya basta a esta payasada descomunal alienante que opera con impunidad absoluta en todo el globo terráqueo. Hacer nuestra esa discusión que ya transita en bocas de los pueblos hartos de manipulación, mentiras y circo farandulero. Hacer nuestra esta iniciativa nada nueva que tiene su historia en la historia misma de los pueblos no alineados. Hacia un Nuevo Orden Socialista Mundial de la Información y de la Comunicación5.
Y pongámonos las pilas creativas en la Convención Nacional Democrática y Revolucionaria, armados con el «ingenio popular» el sentido del humor y el sentido del amor rebeldes, para modificar no sólo la propiedad de esos medios de comunicación sino las relaciones de producción creativa con que esos medios, en manos de los trabajadores, han de ayudar a construir una Revolución Mexicana nueva, esta vez más grande, más ancha, más duradera… Revolución Permanente.
Digámoslo de una vez, no serán los mass media, incluso con las mejores intenciones, quienes hagan por sí mismos la Revolución Socialista. No será la ética ni la estética de unos cuantos, por genios que se crean… por «vanguardia» que se autoproclamen, quienes garantizarán el ascenso del Socialismo, incluso en la Comunicación. Serán los trabajadores organizados, armados con cuanta herramienta se ponga al alcance, quienes ascenderán con un programa, hecho por todos, hacia un proyecto social avanzado. Serán los trabajadores que, incluso, emplearán herramientas para la producción de información y Comunicación como armas fortalecedoras de la integridad subjetiva con principios, valores y emociones revolucionarias a toda prueba, con un programa de Revolución Socialista permanente para derrotar al capitalismo y construir el triunfo definitivo del Socialismo.
Atentos todos. Esta noticia no saldrá en los medios. (de ellos)
Nadie informará cómo serán los ataques de la prensa burguesa contra la Convención Nacional Democrática y Revolucionaria. El primer ataque empezó con indiferencia y ninguneo. Es de esperarse que a estas horas los jefes de redacción, los lectores de noticias, los correveydile, se reúnan en secreto, y en lo oscurito, para tramar formas nuevas de agresión histórica con orquestación más o menos afinada por la batuta de las bayonetas. Ellos quieren que la convención fracase, que se desorganice, que no llegue a acuerdos firmes y duraderos. Ellos quieren que la gente no participe, que se vean pocos, que parezcan tontos, sucios, «nacos»… ellos quieren que la iniciativa social defensora de la dignidad del voto que ahora sueña mucho más, fracase y se desanime, quieren que retrocedamos arrepentidos y humillados. Eso quieren para exhibirlo en sus «informativos», para ganar más anunciantes y para que el mundo sepa que triunfó una guerra mediática de desprestigio… que la lucha quedó desmoralizada. Ellos quieren una masacre alienante con descargas de falacias a discreción contra un pueblo al que creen estúpido. Ellos quieren una guerra ideológica profunda, que arranque del fondo de los corazones en lucha el anhelo legitimo por liberarnos de los explotadores y los saqueadores. Ellos quieren que reine la explotación y el hurto. Para eso financiaron su fraude demencial y lo defenderán con uñas y dientes mediáticos. La Convención tiene la palabra… y los hechos. Mientras ellos organizan su avanzada nosotros corramos la voz, denunciemos la agresión, exijamos que cese el bombardeo de calumnias y propongamos otra comunicación nuestra, viva, poderosa en una red mundial de comunicación Democrática y Revolucionaria. ¿No es esta Convención en sí misma un esfuerzo magnífico de Comunicación social? Claro que se puede.

1 «¡Ojo con los media!» Michel Collon A partir de la guerra del Golfo y de otros ejemplos (Somalia, Yugoslavia, Perú) este libro nos da las claves para analizar los propios media: las manipulaciones de nuestra prensa y de nuestras TV. http://www.hiru-ed.com/COLECCIONES/INFORME/informe3.htm

3 «Destapan a periodistas corruptos Revelan lista de reporteros y columnistas de Florida que han estado en «nómina» gubernamental para hablar contra Cuba»: http://www.jornada.unam.mx/2006/09/09/044n1soc.php